Me encontraba sentado con los pies encima de la mesa en mi oficina y un vaso de café en la mano.
Mi ojos están fijos en el piso y yo ando pendiente del móvil.
Admito que siento algo de miedo, puesto que toda esta situación me ha pillado desprevenido.Y lo peor de todo es que Pilar se encuentra en casa de ese miserable.
Juro por lo más sagrado que tengo, que es mi coche, que si le sucede algo malo a Pilar ese cabronazo me las va pagar.
Vamos cómo que me llamo Naim Vera.Me levanto ofuscado, camino por mí oficina como una pantera hambrienta. Estoy al rojo vivo y para ser sincero no tengo ni la más mínima idea de lo que debo hacer.
Tocan la puerta, perfecto y ahora ¿quién será?
Cómo ando sin secretaria vete tú a saber quién es.
Abro la puerta despacio y para mí sorpresa es Isaac.
El que me faltaba para comenzar el día con alegría.— Adelante estás en tú casa.
— Naim, déjate de payasadas y céntrate esto es muy serio. Los hombres de Leonard nos están buscando. Y más a ti, que mantuviste una relación con su hermana, muriendo por tú culpa.
— ¡Venga ya! Si solamente me acostaba con ella a cambio de información.
— Ya, pero ahora Leonard ha salido de la cárcel y busca venganza.
Escúchame con atención, vas llevar este micro, tenemos rastreado tu móvil y cualquier cosa que te suceda debes informar de inmediato.— Okey. Y si me están pegando más palos que una estera, como te aviso.
— Para eso llevarás el micro. No te lo quites y por si acaso lo pierdes, toma esta pulsera, es una pulsera que nos dirá en la ubicación que te encuentres, si las cosas van mal, sólo debes pulsar este pequeño botón e inmediatamente se activará la alarma.
Miro a Isaac no muy convencido. Al final el que se está jugando el cuello soy yo.
Se hace un silencio, dejo ahí sentado a Isaac para irme hacia la ventana y mirar el paisaje.— Naim, tranquilo todo saldrá bien.
Y de paso te quería preguntar por Yasmina.— Deja a mi hermana en paz. Ella en estos momentos se está recuperando y pronto comenzará a caminar. Si no lo ha hecho ya.
— Admiro el coraje de Yasmina. Ahora he caído en el error de haberla dejado ir.
— Te quería so' inútil. No se puede jugar con los sentimientos de una persona, así que, me alegro de que Yasmina te mandara a tomar por culo.
— Gracias por tus consejos. Te dejo con Lisset, y ojo con lo que haces.— Gilipollas no. Lo siguiente.
Isaac se va y yo sigo aquí mirando los coches aparcados, la gente paseando y los edificios y casas que se ven desde mi oficina.
Pienso en mi pasado.
De nuevo esos hechos vuelven a interponerse en mi vida.
Al parecer cuando haces algo malo te ponen el sello, por algo que has hecho y lo llevarás arrastrando el resto de vida que te quede por estar en este mundo.Llamo a Pilar, necesito escuchar que está bien.
— Pilar cómo estás.
— Naim — La escucho sollozar. Algo dentro de mí me pone sobre aviso.
— Pilar, dime qué te ocurre. Ese hijo de puta te ha echo algo.
— Naim, ayúdame André...— Mándame la ubicación de tú casa que te juro que le parto las piernas.
— No vengas yo estoy bien.
Mentira y gorda. Si lo estuviera no estaría sollozando.
Cómo no puedo verme quieto, llamo a Eustaquia para que me diga la dirección de donde vive ese desgraciado.
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DÉJAME AMARTE
RandomHabían pasado cerca de dos años, y al parecer todos los acontecimientos seguían ahí recordándole todos los días de un pasado nada fácil. No había día en que Naim no se culpe por ver a su hermana en una silla de ruedas conformándose con lo que le ha...