Por más que me rompo la sesera intentando llegar a una conclusión exacta de lo que le puede suceder a Pilar y porqué se comporta así de esa manera conmigo, hace que me desespere sin llegar a encontrar la respuesta acertada.
Necesito indagar más, alguna pista o esta mujer va acabar con mis nervios.Nada más levantarme y recoger mi habitación me dirigí hacia la cocina para prepararme el desayuno.
Comienzo a preparar el desayuno cuando de pronto escucho un ruido.
Oh no, Yasmina ha debido de caerse de nuevo.
Inmediatamente salgo deprisa hacia la habitación de Yasmina pero al abrir la puerta, veo que duerme plácidamente.
¡Qué raro!
Acto seguido toco la puerta de Pilar preguntándole si va todo bien.—Pilar, estás bien te puedo ayudar en algo.
—Joder Naim, la cama se ha roto. —De pensarlo me da por reír.
—¿Necesitas ayuda o puedes tú solita?
—Anda pasa que si no, no puedo dormir.
Paso dentro y efectivamente, la cama se ha roto. Pero entonces al mirarla veo que lleva una camiseta mía puesta.
—Haber, es que no tengo pijama y no voy a dormir en bolas. Y como me imagino que tendrás muchas me supuse que porque te faltase una no te molestaría.
Me quedo callado contemplando sus piernas desnudas, siguiendo la línea de sus cuervas y sus voluptuosos pechos seguido de su rostro limpio de maquillaje y su pelo alborotado. Esbozo una media sonrisa de pillo. Niego con mi cabeza y desvío mis ojos hacia la cama.
—Bueno, creo que me va llevar tiempo arreglarla, si quieres seguir durmiendo puedes hacerlo en mi cama.
—Si, tus ganas.
—Tranquila Bella durmiente yo ya he dormido bastante, de hecho iba a salir a correr.
—Vale, porque necesito dormir un rato, espero que tú cama sea cómoda.
—Las sábanas están limpias y no huelen a sexo. Huelen a mí, las puedes cambiar si quieres.—Le digo mientras ella se marcha hacia mi cama.
—Y ni te se ocurra pasar. —Me vocea cerrando la puerta.
Pongo mis ojos en blanco pidiéndole al señor más paciencia y al poder ser la solución para poder encontrar el problema de porqué esta mujer me tiene tanta manía.
Salgo a correr después de haberle arreglado la cama a Pilar. Intento poner mi mente en blanco sin éxito alguno. La imagen de Pilar con mi camiseta puesta, el beso de ayer, la expresión de sus ojos reflejando el miedo... vuelven a reproducirse una y otra y vez. Agotado, me apoyo con mis manos en las rodillas fastidiado por no poder dejar de pensar en ella.
¡¡¡Me cagüen en la leche!!!
Pero desde cuando se ha instalado Pilar en mi mente y lo que es peor, estoy comenzando a sentir algo aquí extraño, como un bichito recorriendo mi panza y mi corazón palpita como un reloj de cuco cuando la veo o simplemente estoy cerca de ella.
¿Acaso me gusta Pilar? Pero... si no la soporto. ¿Será verdad eso de que los polos opuestos se atraen?
¡¡A Dios mi madre!!
Verás que va ser verdad y me gusta más de lo que yo hubiera apostado.Llego a casa y me voy derecho a la ducha.
Termino de ducharme, me pongo la ropa interior y el pantalón de chándal y me doy cuenta que se me olvidó coger una camiseta.Veo que la puerta de mi habitación está cerrada, como soy todo un caballero, bueno más bien lo hago por no salir en los periódicos por mantener una disputa con una enfermera. Toco la puerta y comienzo hablar.
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DÉJAME AMARTE
RandomHabían pasado cerca de dos años, y al parecer todos los acontecimientos seguían ahí recordándole todos los días de un pasado nada fácil. No había día en que Naim no se culpe por ver a su hermana en una silla de ruedas conformándose con lo que le ha...