Lo más difícil es cuando la noche llega y me encuentro solo en la cama.
Recuerdo aquellos días en los que pasábamos las noches enteras en vela, conversando o sólo disfrutando nuestra compañía.
Extraño tu calidez, añoro la tranquilidad que me transmitías, extraño tu voz.
Te extraño más que nunca, cariño.
Una rosa por aquellas noches en tu compañía.