Ya casi no paso tiempo en aquello a lo que llamábamos hogar.
No puedo hacerlo. Me es físicamente imposible permanecer ahí siendo consciente de que tú jamás regresaras a nuestro pequeño mundo.
Me falta el aire y el dolor en mi pecho apenas me deja vivir.
Hago horas extras en el trabajo, tomé un par de clases en una universidad cercana...
Hago cualquier cosa para olvidarme de ti, aunque sea por unos segundos. Pero la verdad es que prefiero vivir sufriendo por ti, que pretender que no te echo de menos.
Una rosa por tu bello recuerdo.