Recuerdo aquella tarde en la que me dijiste que Cameron te había invitado a salir.
Estabas realmente emocionada, tus ojos brillaban y tu sonrisa era enorme. Y lo intenté, en serio intenté sentirme feliz por ti, pero no pude.
El tan sólo pensar que estarías al lado de alguien que no fuese yo me daba náuseas.
Y fui estúpido, tardé demasiado tiempo en darme cuenta de que estaba celoso. Pero no eran celos fraternales, estaba celoso porque te amaba y no como a una amiga o como a una hermana.
Y me arrepiento enormemente por no haberme dado cuenta antes, lamento tanto todo ese tiempo desperdiciado. Era tu amigo cuando en realidad, muy en el fondo, deseaba algo más.
Una rosa por los sentimientos encontrados.