9 de Octubre.
Antes de comenzar, quería notificarles que este día es muy especial, ya que hoy es el cumpleaños de John Lennon, una leyenda.
Grité cuando lo avisaron en las noticias :,v
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Volteé algo confundida. - ¿Qué dijiste? - El solamente apretó los labios como arrepintiéndose por lo que había dicho. - Nada.. ¿Quieres una toalla? - se rascaba la cabeza nerviosamente, Sonreí de lado y asentí levemente con la cabeza, mientras una canción sonaba desde mi teléfono, era Eleanor Rigby, que le llamó mucho la atención a Paul, rápidame cerré la puerta del baño con seguro, veía que eran llamadas pérdidas, más de cincuenta y cuatro, era algo extraño, y aunque fuera algo imposible, marqué al numero del desconocido, a reflejo la llamada fue recibida por el telefono fijo de la casa, ¿Como era eso posible? Abrí la puerta ya que no sentía la presencia de él. - ¡No contestes! - dije, y antes de que levantara la bocina, cancelé la llamada, algo estaba pasando en el futuro, y muy grave como para que me llamaran tantas veces.
Me dolía un poco la cabeza, aparte de que mi brazo salían algunas marcas extrañas, lineas verticales rojizas en mi piel, eso no era normal, alarmada me senté en el sofa, tratando de encontrar la calma.
Paul quería ayudarme, reaccioné negativamente ante él, esquivando algún contacto sobre mi brazo, sus movimientos eran de completo estrés, y también fuera de sí. - Primero tranquilizate, y explicame que fue lo que pasó, esto del futuro no me suena nada bien. - por alguna razón le contagiaba mi nerviosismo.
- ¡Eso mismo quisiera saber! Tú no entenderías.. - Me levante enojada, caminando en circulos por unos momentos. - ¡Que va! ¡Ni me entiendes! - Golpeé la pared con mis nudillos lastimados, con tal fuerza que esa vez había sentido que me había roto la mano, respondí con un grito de dolor intenso, a la vez que respiraba alterada. - ¡Deja de hacerte daño! - me quitó lejos de la pared, tomándome de las muñecas.
- No tiene sentido ya.. - Me solté con lo poco que me quedaba, en unos esquivos movimientos él trataba de revisarme la mano, y yo negándome como si fuera el una niña de cinco años.
- Te estoy dando un techo dónde vivir por convencerme de que eres del futuro, y ¡no ha pasado nada! - decía mientras subía a las escaleras, enojado.
Me quede de brazos cruzados.- Y ¿Quien te dijo que te hicieras cargo de mí? Por suerte mañana estaré con Harrison.
- Si vas a ir mañana con él, te quedas ahí, no quiero aguantar a una niña mimada que se autolesiona quejandose de vivir por tonterías.
- Y ¡Mira quien es la quejica! ¡A ti no te sale, callate! - esas fueron mis últimas palabras para un pequeño golpe bajo, cuando se escuchó una pequeña estática en la parte de arriba, acompañado de un golpe en el suelo, subí rapidamente las escaleras, no había llegado ni a la mitad para darme cuenta de lo que pasaba.
Una escena que no olvidaría, un chico de vestimenta sospechosa había entrado a la casa, y había golpeado a Paul dejándolo inconsciente en el suelo.
El chico desconocido se quería acercar a mi, con su navaja. - ¡No, No, No, No! - y como toda cobarde lo haría, corrí los escalones que faltaban, golpeándome en el tobillo, lastimosamente me había alcanzado, acorralandome en la pared, seguido se quitó el pasa montañas, a lo cual fue acompañado de una risa, lo empujé, avergonzada. - ¿Que cojones haces aquí? -era nada más ni nada menos que mi amigo de la preparatoria, era mayor que yo, sin embargo parecía que tenía mi misma edad.
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Una Joven Fanática © »Paul McCartney « [EDITANDO]
Ficção AdolescenteLeyenda: Esta Historia contiene referencias a mi querido país, México, ya que la protagonista es Mexicana, si no entiendes con facilidad algunos conceptos como nombres de canciones o dulces típicos, puedes preguntarme libremente en los comentarios...