Mi teléfono comenzó a sonar, acompañado de una extraña estática que producía el mismo, algo que provocó que todos volvearan a verme, me retire levantándome de mi silla, con paso acelerado a la oscuridad, para poder ver qué pasaba.
Miré de reojo a Paul, quien no perdía ningún detalle sobre el evento, había logrado un gran interés en las leyendas.
Revisé mi celular, tenía una llamada de mi madre, contesté de inmediato, alejándome de los demás. - ¿Mamá? ¿Qué sucede?
Su tono de voz era serio, hablaba casi como un susurro.- Samantha, necesito que vengas rápidamente a la casa, unos señores raros están preguntando por ti, no les entendí muy bien que buscaban. - quedó un segundo de silencio. - ¿Qué hiciste esta vez?
De pronto recordé sobre el reproductor, que tenían unos chips raros, los cuales serían la causa de ello, pero si hiba a mi hogar, podrían descubrir a Paul y sería el fin de todo.
- Mamá, por favor no te alarmes, te explicaré todo cuando regrese, ¿está bien? Distraelos por lo mientras.- Solamente dime que no es algo malo, por favor, aguanté muchos problemas tuyos en el colegio y tus fugas, no creas que no me había dado cuenta, te quiero aquí en quince minutos. - dicho esto, colgó el teléfono.
Tenía el corazón en la mano, palidecía con tan solo pensar sobre que pasaría si descubrirían a Paul, de casi veintitantos y otro Paul de setenta y cinco, tenía que hacer algo, y rápido.
Me acerqué a donde estaban todos, jalando del brazo a Paul discretamente, quien se alarmó un poco por mi reacción, tenía manchaduras en su boca, con cinco brochetas de bombones en cada mano. - ¿Que sucede? - dijo con la boca llena de los mismos.
Le había quitado dos brochetas, las cuales comí de un mordisco al mismo tiempo, mirándolo fijamente. - Estamos en problemas Paulie.
- ¿Ahora qué pasó? - pasó una maestra junto nuestro, la cual nos había dado a cada uno atole, el cual Paul bebió casi de un sorbo.
- Deja de comer tanto. - infle mis cachetes. - Bueno, más ahora necesitarás azucar por el susto que nos espera.
- ¡Mm! Esto esta demasiado bueno, voy a pedir más. - jale de su saco antes de que se fuera, tomándolo de la mano, casi llendonos a la parte trasera del colegio.
- ¡Si me escucharas tal vez todo sería distinto!
- Ah sí claro, oye, ¿Te tomarás tu dulce?
- No, Tómatelo si quieres. - rodé los ojos. - y no es dulce, es atole de cajeta.
- Bueno, lo que sea, es muy muy bueno. - tomé los dos vasos que llevaba, junto con las brochetas, laa cuales había dejado en el borde de la pared, tomandolo de los hombros. - Escuchame bien, hay unos tipos raros rondando en mi casa, probablemente estén buscando lo que nos llevó aquí, ya que tiene relación con la NASA, ¿Sabes lo que eso significa, verdad?
- ¿Que podrían descubrirme por tu culpa?
- No es mi culpa, ni la tuya. - bufé. - Algo pasó, tu ni siquiera estabas a lado mío cuando viajé, dudo que habría sucedido.
- ¿Te gusto, no?
- ¿Y? Es solamente un gusto, no tiene nada que ver con esto, y si fuera así, entonces tu también sentirías lo mismo y eso sería el provocante, lo cual es ilógico ya que tienes novia y, y.. - me alejé de él. - ¡El punto es que si te encuentran es nuestro final!
- ¿Qué harás conmigo? - levantó las cejas esperando una respuesta lógica.
- Antes de llegar, te esconderé en el techo, no hay manera de que te encuentren ahí, tomarás tus bombones, tus dos atoles he cuando se vayan, te ayudare a bajar he le explicare a mi madre, ¿Está bien mi plan?
ESTÁS LEYENDO
Una Joven Fanática © »Paul McCartney « [EDITANDO]
Fiksi RemajaLeyenda: Esta Historia contiene referencias a mi querido país, México, ya que la protagonista es Mexicana, si no entiendes con facilidad algunos conceptos como nombres de canciones o dulces típicos, puedes preguntarme libremente en los comentarios...