No te acerques, no la toques, ¡Ni la mires!

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John's POV

Me encontraba en la casa de George, y con Ringo, estábamos ensayando una canción nueva, solamente necesitábamos a Paul para decirle sobre los acordes. - Oye Ringo, ¿No sabes cuál es el número de Paul? - decía mientras me acercaba al teléfono fijo, levantando la bocina.

Llevó su mano hasta su frente, golpeándola con suavidad. - ¿Cómo es posible que no sepas su número?

- Y luego dicen que yo soy el drogado. - agregó George, a lo que Ringo se había reído con él.

Al final me pude acordar del mismo, dando a los números y esperando que contestara, solamente su contestadora seguía. - No está. - solté la bocina del teléfono.

- Llama otra vez, debe de estar con La zanahoria.

- Oh la zanahoria no deja que reciba llamadas de su rival. - Ringo incitó una cara pervertida, acompañada de una carcajada.

Rodé los ojos y marqué otra vez. -Es muy extraño que no conteste.

- ¿Preocupado? Dejalo, a lo mejor no escuchó el teléfono. - Decía George mientras limpiaba los trastes de su guitarra.

- Pero si tiene orejas de elefante, como no va a escuchar el teléfono.

- Y tú tienes una nariz tan grande que con cada tontería que dices te crece más. - me levante, y es que por alguna extraña razón, sentía que algo no andaba bien.

- Tal vez y sabe que hoy recibiríamos la noticia, tal vez y ya viene en camino.

- Buen punto, pero aún no deja de preocuparme.

- ¿Por qué tan estresado?

Moví mi cabeza para quitar esas ideas. - Nada, ya vamos a continuar... - Pasamos un buen rato, eran apenas las nueve de la noche, cuando el timbre había sonado.

- ¡Yo abro! - Dijo George, quién saltó el sofá, corriendo con gran rapidez, casi chocando con la puerta, la cual después abrió. - Ah, pasa Paul, alguien estaba muy pero muy preocupado por ti. - Había algo diferente en él... Mi alegría se desvaneció cuando vi su reacción.

Entró con una leve sonrisa en su rostro. - ¿Me necesitaban? - Hay algo mal aquí..

- ¿Dejaste a Mathilda en tu casa?

Tardó en responder, rodando los ojos hacia el lado izquierdo, con la misma sonrisa. - Sí, Sí, está ahí...

- ¿Por qué no vino contigo? Sería mas interesante si se enterara sobre la noticia. - George sonrió, el mirar de Paul era distinto.

- No quiso venir, estaba muy cansada. - dio una bocanada de aire, a la vez que se balanceaba de adelante hacia atrás levemente. - Aparte que pasó un percante con la Canela. - Ringo trató de no reírse.

Le fulmine con la mirada, analizandolo cuidadosamente, cada detalle de él, lo único diferente era esa sonrisa, su tono de voz..

- Entonces Johnny, ¿Por qué te preocupe tanto? - Palidecí, cuando se comportaba así, debería correr, ya que no era bueno.

- No contestabas el teléfono. - Suspire. - iba a decirte que vinieras para una canción.

- Oh... Bueno, me invocaste, Ah trabajar, ¿No? - se acercó a mí, sacudiéndome el cabello, igual con la misma sonrisa.

- Tiene razón, tenemos muy poco tiempo ahora. - Paul sacó una guitarra acústica, sentándose en el sofá.

Algo que me sorprendió un poco, fue que en ese momento no manejaba la misma con la izquierda, si no con la derecha. - ¿Pasa algo, Johnny? - le ignoré, tomando mi guitarra y sacando una hoja de acordes.

 Una Joven Fanática © »Paul McCartney « [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora