Veía a través de la ventana, como el día se iba oscureciendo de a poco
Recordé el sueño una y otra vez, revisé mi cuello con una linterna, todo. Y bueno, al final.. Solamente me tocó revisar algo particular.Tomé mi bolsa, busqué y busqué, con cuidado de no tratar de despertar a Paul, hasta que lo encontré.. Los documentos en el folder pistache. De inmediato me quería dar un ataque de no poder respirar.
Tomé uno de mis inhaldores, presioné y aparentemente parecía que se había acabado. ¿Cómo? Ni idea.
Tenía el mp3 con música. Se estaba reproduciendo "Zombie" de The Cranberries, sin embargo en muy pocos segundos, comenzó a reproducirse al revés. Algo malo estaba sucediendo.
Saqué mi libreta de nuevo, junto con la pluma consigo. Escribía una posible teoría de lo que estaba sucediendo, y tenía que solucionarla en ese mismo instante.
Mi idea "descabellada" era ir al baño, de nuevo. Seguramente aparecería como la otra vez, y más si había dormido anteriormente. De hecho, eso podría asegurar que los sueños son los verdaderos sucesos en este caso.
Me levanté, sin despertar a Paul. Saqué de la parte de abajo del asiento una cobija, la cual se la coloqué encima. Seguido, avancé muy pero muy lento, el autobús estaba adueñado del silencio más profundo del universo. Un punto a favor de que esto no iba a resultar bien.
Abrí la puerta del mismo, y este se encontraba demasiado reducido. Cerré la puerta con cuidado de no azotarse. Busqué y busqué. Incluso tuve que subirme encima de la taza del baño para ver si había una puerta escondida en el techo o en las paredes.
Después la misma canción también seguía en reversa, se había subido el volumen de repente, esto tenía que tener una explicación lógica.
Tomé un pedazo de metal de mi cabello, abriendo cualquier endidura que hubiera. Hasta que, cuando accidentalmente pisé el botón para desechar. En automático se había abierto la puerta, el autobús se había ido de lado y golpeando con algo que estaba en el suelo. Provocando que todo se agitada dentro. Seguía forcejeando en una esquina que parecía ser un pequeño conducto. Y cuando la puerta del baño se había cerrado por fin, logré abrir lo que parecía ser un conducto de ventilación, muy amplio.
Me apoyé de varias esquinas, de donde se pone el papel y con mucha dificultad, logré entrar, a lo que era un conducto hacia abajo, y cuando me di cuenta, estaba a punto de resbalar y caer. Pero otra vez el autobús se había movido bruscamente, mi zapatilla se calló junto con mi dignidad y mi cuerpo. Me había golpeado en la espalda, tanto que me dolía hasta morir y eso me preocupaba.
Había llegado al piso de abajo, donde se encontraban todas las maletas, mochilas y cosas. Tenía que ir a gatas y aparte alumbrar por que obviamente estaba oscuro. En ese momento, un celular comenzó a sonar. En una de las mochilas, de color café que alumbraba a través del material.
Cuando abrí la maleta, estaban objetos demasiado extraños; Vestimentas rosas, cadenas, esposas y una que otra arma de tortura. En cuanto saqué el celular, el código de país correspondía a Europa. De inmediato correspondí la llamada, escuchando con atención.
Eran ruidos fuera de lo común, así tipo película de terror, cuando comenzó un sonido bastante agudo lo suficiente para hacerme tapar los oídos. — Te he estado buscando, ¿Dónde estás? — Esa voz.. ¡Esa voz!
— No.. Me.. Chingues... — Comencé a temblar.
— ¿Mathilda? ¿Mathilda, me escuchas? — Era George, pero, ¿Cómo había conseguido contacto acá?
— ¿Cómo sabes que yo soy Mathilda? — Susurré.
— Tu voz te delata, no inventes. — Río. — Ahora, escuchame bien.
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Una Joven Fanática © »Paul McCartney « [EDITANDO]
Novela JuvenilLeyenda: Esta Historia contiene referencias a mi querido país, México, ya que la protagonista es Mexicana, si no entiendes con facilidad algunos conceptos como nombres de canciones o dulces típicos, puedes preguntarme libremente en los comentarios...