Sucrette POV
De ninguna manera dejaría que esto pase. Lo sabía, pero una pequeña parte de mí, temía por mi relación con Castiel.
Aunque él me ama, o eso creo, no estoy segura si Debrah logrará meterle su mierda en la cabeza.
Aún así, él ya debería saber lo mentirosa que es esa perra. Él lo ha vivido en carne propia.
Empecé a caminar hacia la sala de delegados.
Aún no puedo ni siquiera imaginarme que Castiel y Nath fueron alguna vez mejores amigos.
Al llegar, toqué suavemente la puerta.
-¿Nath? Necesito hablar contigo.- traté de decir con la voz más serena que pude.
-Pasa.- respondió rápidamente, tan rápido, que casi no pude escuchar lo que dijo.
Abrí la puerta completamente.
-Hola, yo...-
-Habla, tengo mucho trabajo que hacer.- ni siquiera alzó la vista de los papeles que acomodaba.
-No le puedes creer a Debrah, sea lo que sea, ella miente.-
-¿Qué te hace pensar que le creería?-
-Yo, no lo sé, pero no lo hagas. Todo lo que sale de su boca son mentiras sucias.-
-¿Cómo sabes tanto hacerca de ella? Ni siquiera la conocías hace cinco minutos.- seguía concentrado en organizar.
-Ella me contó lo que pasó.- bajé la cabeza. Odiaba meterme en asuntos ajenos, pero, esta vez no tengo elección.
-¿A qué te refieres?-
-A lo que pasó entre ella, Castiel y tú.- sentí como levantó la vista velozmente, y la posó en mí.
-Bueno, ya sabes qué clase de persona es tu chico.- alzé mi mirada y él sonrió.
-¡No! De eso hablo. Lo que pasó no fue lo que tú crees que pasó.- me acerqué un poco.
-No trates de defender a tu noviecito, los ví besarse con mis propios ojos.- bajó la vista de nuevo.
-Solo déjame hab...- me interrumpió.
-Si vienes aquí a inventar escusas para que tu chico y yo nos reconciliemos, pierdes el tiempo.- cargó un pila de papeles y caminó pasando por mi lado hacia unos cajones.
-Lo único que pido es que me escuches.- suspiró.
-Tienes tres segundos antes de que cambie de opinión.- rodeé los ojos.
Le expliqué todo, con cada uno de los detalles.
-¿Vas a esperar que crea esto?- levantó su ceja izquierda.
-Sí.- lo miré seriamente.
-Adios, Sucrette.- me empujaba fuera del aula.
-No, espera, tienes que cre...- cerró la puerta en mi cara.
A veces dan ganas de tomarlo de la cabeza y.... ¡AAAHHGGRR!
Subí con pasó pesado a la segunda planta, tocaba clase de artes. Al menos, me distraeré un poco.
La campana sonó justamente cuando pisaba el último escalón.
Entré rápidamente al aula y me senté al fondo, al fin puedo elegir un sitio por mí misma.
No más de dos minutos después, casi todos estaban sentados en sus respectivos lugares en el aula. Todos, menos Castiel.
-Hola de nuevo chicos.- el profesor Patrick entró en el aula.- Hoy trabajaremos duro, debido a que en la clase tuvimos algunos percances...-
Es cierto, con todo este lío de Lysandro, se me había olvidado por completo lo que pasó la última vez que nos tocó esta clase.
Y, por cierto, aún no han dado la razón por la cual tuvimos que irnos al gimnasio.
-Y también quiero darles una noticia. Una nueva alumna de nos unirá hoy.- sonrió.
No, por favor, Santa Ramona, Gokú, Alá, Dios mío, que no sea quien pienso.
-Les presentó a Delia.- Oh, siento como si hubiera bajado un kilo de peso.
-O-oh, lo siento, les presento a la señorita Debrah.- no, No, NO.
La perra entró al aula.
-Ya ustedes me conocen. Y a los que no, mucho gusto, mi nombre es Debrah, espero que podamos llevarnos bien.- sonrió la muy puta.
-Señorita, ¿dónde desea sentarse?- Patrick, por Dios, no pudiste haberle asignado un puto asiento.
-Ahí, junto a esa chica de cabello café.- me señaló con su índice.
-¿Está de acuerdo, señorita Sucrette?- Patrick preguntó.
-Claro, no hay problema.- sonreí. Malparida de mierda.
Se sentó junto a mí.
-Hola, querida.- sonrió.
Decidí ignorarla, no iba a perder tiempo en esta idiota.
-Bien, ya que estamos listos, empezaré con la clase. Hoy trabajaremos con las sombras y luces. Lo primero que deberán hacer es...-
-¿Todo bien? ¿Haz aguantado nuestro pequeño secreto?- ¿por qué no puedo tener solo un segundo de tranquilidad en mi vida? Es mucho pedir.
-Espero que no sea mucha presión para tí, linda. No quiero que sufras.- hizo un falso puchero.- Y tú tampoco quieres que tu Castielito lo haga, ¿verdad?- cuenta hasta diez, el asesinato es ilegal.
-Ahora que lo pienso, no eres tan idiota como pareces...- uno, dos, tres...- el idiota si que sabe cómo besar.- hasta aquí llegó, la ignorancia se fue al carajo.
Me levanté de la silla y le pegué un puñetazo a la cara.
-¡DILO DE NUEVO, HIJA DE PUTA!- lanzé otro puño.
-¡AYUDA! ¡ME VA A MATAR!- se hacía la víctima, de nuevo.
Rápidamente Armin me agarró de la cintura y me aparto, alzándome.
-¡SUCRETTE, DEBRAH! AL DESPACHO DE LA DIRECTORA LAS DOS. ¡AHORA!- jamás había visto a Patrick en ese estado.
-P-pero ella fue la que me gol...- lágrimas de cocodrilo salían de sus estúpidos ojos azules.
-¡AHORA DIJE!- volvió a gritar Patrick.
La perra saltó del susto. No pude hacer más nada que reír.
-¡VÁYANSE!- las dos salimos como torpedos sin chistear.
Joder, bien hecho, Sucrette. No sales de un problema para entrar en otro.
Nathaniel POV
Cuando salieron las dos, rápidamente levanté mi mano.
-Profesor, perdone la interrupción pero, ¿puedo usar el baño?- Patrick dejó de dibujar y me miró.
-¿Es una emergencia?- asentí- Que sea rápido, ya bastante atrasados estamos.- volvió a lo suyo.
Mierda, Sucrette, ¿qué cojones hiciste ahora?
Bajé las escaleras hacia el despacho de la directora.
Bien, ahora, ¿qué hago para librarte de esta?
Toqué la puerta dos veces.
-Adelante.- la voz de la directora sonó.
Pasé rápidamente.
-Muy buenos días, señora Directora. Desearía aportar mi criterio para el problema que usted está resolviendo ahora mismo.-
-Oh, Nathaniel, por favor, ilumíneme.- juntó sus manos y las puso debajo de su quijada.
-El problema en esta situación es que la señorita Sucrette, aquí presente, solo estaba intentando ayudarme.-
-¿Ayudarte? ¿De qué manera?-
-Pues, verá, yo, tuve un pequeño problema de, pues...- mierda Nathaniel, piensa algo, rápido- tuve un pequeño problema de, de, estreñimiento...-
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Mundo Paralelo {Corazón de Melón}
FanficConoces Corazón de Melón ¿cierto? Pero, ¿y si te digo que este mundo las cosas no son como imaginabas?