Capítulo 28: Pasado

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~Diez años atrás~

Iris POV

-¡Ven a jugar!- Kim agarraba mi brazo.

-Pero yo no soy tan genial como tú. No debo jugar contigo.- bajé mi cabeza.

-Iris...- sostuvo mi mentón en alto- eres la persona más genial que conozco. No dejes que nadie jamás te diga que lo contrario.- me regaló una sonrisa- ¿Vamos a jugar?-

Asentí y juntas caminamos al parque.

~Cinco años después~

-...felíz cumpleaños, querida Iris. Felíz cumpleaños a tí.-

Soplé las catorce velas de colores que estaban encendidas sobre el pastel de vainilla.

-Psst ¡Iris!- Kim me hizo señales para que le siguiera.

Me llevó a mi habitación.

Cerró la puerta y apagó la luz.

Corrió las cortinas de las ventanas para que todo el lugar estuviera obscuro.

-Acércate.- dijo- Junta tus manos y cierra los ojos.-

Le obedecí y al momento sentí un cosquilleo en las palmas de mis manos.

-Puedes abrir tus ojos.-

-Whoa...-

La pequeña mariposa voló de mis manos.

Sus colores neones brillaban en la oscuridad. El aleteo de sus alas era hipnotizante, hermosamente mágico.

-Gracias, Kim.-

Ella río.- Eso no es todo.-

Sentí como se puso de pie y dió pasos, alejándose de mí.

Oí un crujido y miles de mariposas salieron volando, inundando mi habitación de luz.

Jamás nadie había hecho algo así por mí.

Mis ojos se humedecieron.

Me lanzé a abrazarla.

Ella hacía que el odio a mi misma se esfumara. Y ella era la única que era capaz de alegrarme.

Ella era la única que me entendía.

~De vuelta al presente~

Mi antigua agencia experimentaba con el cuerpo humano. Ellos creían que modificando ciertos genes, las capacidades de una persona eran infinitas.

Eso fue lo que le hicieron a Kim. Ella también "trabajaba" aquí.

Éramos niñas "especiales" según los tipos de batas blancas.

Descubrieron que insertando pequeños trozos de ADN de una persona al cuerpo de otra, estas se fusionaban.

Kim fue voluntaria para realizar los primeros estudios.

Y, bueno, no la podía dejar sola, así que también me entregué a ellos.

La transfusión fue un éxito. Todo iba bien hasta que pasaron unos días.

Kim se sentía horriblemente mal, su piel se estaba tornando de un azul verdoso. Su cabello se caía y se volvía blanco.

Estaba envejeciendo, mejor dicho, pudriéndose.

Todo fué culpa de mis genes.

Según los investigadores, tengo un tipo de ADN muy raro. Ese es el motivo por el cual tampoco puedo donar sangre.

Mundo Paralelo {Corazón de Melón}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora