Mundo Paralelo {Corazón de Melón}

Capítulo 23: Me quiero más a mí

Rosalya no quitaba la cara de sorpresa.

Los vómitos ya habían cesado, por fin.

-Rosa, tenemos que volver a clase.- la sacudí un poco.

-E-eh, si, vamos, vamos.- me ayudó a levantarme para lavarme la cara y  enjuagar mi boca. Después de eso, fuimos a clase.

Rosalya se sentaba en frente mío, y solo bastó una mirada asesina para que Karla saliera de mi lado y que ella pudiera ocupar su puesto.

-Tienes que decircelo a Castiel.- me miró seria.

-Lo sé.- suspiré- ¿Cómo crees que se lo tomará?- tenía miedo. Mucho miedo.

-Ese chico está loco por tí, Su. No me extrañaría que llorara de alegría cuando se lo digas.- tomó mi mano y la apretó un poco.

-Gracias.- le sonreí.

Hora y media después, la clase acabó. Ya podíamos ir a casa.

-Recuerda decircelo. Cuanto antes, mejor.-se despidió con un beso en la mejilla y se fue a paso rápido.

Yo aún estaba ocupada recogiendo mis cosas.

-¿Decirle qué a quién?- Castiel susurraba a mi oído.

-Justamente a tí, jajaja.- me dí la vuelta quedando frente a él y rasqué mi nuca. Incómodo.

-Ah, ¿si?- me miró extrañado.

-Vamos a mi casa. Ahí te lo contaré todo.- sonreí.

Luna POV

Aunque no lo demostrara mucho, me dolía cuando Kentin me hablaba así.

Siempre fuimos muy unidos, pero desde que se mudó a esta cuidad, cambió demasiado.

Quise darle una sorpresa cuando vine a visitarlo, pero ahora estoy aquí, empacando de nuevo mis cosas.

-¿Qué crees que haces?- sequé rápidamente la pequeña lágrima que escapó de mis ojos.

-Renté un departamento cerca de aquí. Podrás visitarme cuando quieras.- sonreí- Aunque no creo que quieras, lo dejaste bien claro.- cerré la cremallera de la maleta.

-¿Te vas?- Kentin, ¿eres tonto o eres tonto?

-Sip, gracias por dejarme quedarme estos días.- bajé la maleta de la cama y salí de la habitación dejándolo detrás de mí.

-¿Por qué tan pronto?- me seguía los pasos.

-Nada en especial, simplemente no quiero molestarte.- caminé hasta la sala, tratando de llegar a la salida.

-¿Hice algo mal?- me agarró de la muñeca.

No, sólo me dejaste hablando sola millones de veces, me contestaste mal, y me insultaste.

-No, Kentin. Es mi decisión.- sonreí y me safé de su agarre.

Logré llegar al pomo de la puerta y posteriormente, lo giré para abrirla.

-Luna, quédate un poco más.-

-Adiós, Kentin.- besé su mejilla y salí cerrando la puerta.

Lo quiero, pero me quiero más a mí.

Salí de allí con pasos seguros, con pasos confiados y me subí al taxi que ya me esperaba abajo.

Alfin podía hacer lo que quisiera sin que nadie me detuviera. Finalmente podía ser libre.

Y justamente libertad fue lo que sentí cuando abrí la puerta de mi nuevo departamento.

-Esto será divertido.-

Iris POV

Otra pesadilla.

Hoy me fuí que ir temprano a casa, el dolor de cabeza me mataba.

Los recuerdos son cada vez más fuertes, ella está tratando de salir de nuevo.

Lo siento mucho, Kim. No sabía que te harías esto.

No sabía que jamás te volvería a ver o a oír. Lo siento. Fuí una tonta, lo sé.

Las lágrimas caían desde mis ojos a mi pecho.

Quizás esa sea la señal. Quizás no debería vivir después de haberte hecho esto, querida.

Me levanté de la esquina donde estaba para dirigirme al baño.

Abrí la llave y llené la bañera. Tomé unas cuchillas del botiquín y me metí a la tina.

-Lo siento, no puedo más.- rasgué desde mi muñeca hasta la parte de dentro de mis codos.

Lo único que queda es esperar a que el dolor desaparezca poco a poco...

-¡Iris vamos a jugar!- río.

-Pero tú eres cool, yo no soy como tú. No podemos jugar juntas.- bajé mi mirada.

Ella se agachó para quedar a mi altura.

-Eres la persona más cool que conozco. Que nadie te diga lo contrario.- sonrió- Ahora, vamos a jugar.- tomó mi mano y me llevó al parque.

-¡Mírame Kim!- me columpiaba tan alto como podía.

-Cuidado con eso, enana.- río.

Me impulsé aún más y terminé por volar y caer de cara al suelo.

-¡IRIS DESPIERTA! ¡IRIS! ¡IRIS!-

Mis ojos se abrieron para ver las sangre y el agua mezcladas llenando la bañera.

Las lágrimas empapaban mi rostro. Mis antebrazos estaban expuestos totalmente.

¿Cómo puede sobrevivir a esto?

Fuí a la habitación a por hilo y aguja para cocer la herida.

Alzé mis manos para agarrar la pequeña caja donde los guardaba.

Mis heridas ya no estaban.
No habían ni siquiera cicatrices. No quedaban rastros de nada.

La pequeña caja de costura calló al suelo de la sorpresa.

¿Qué soy realmente?

Camila POV

Hace tres días estoy aquí.

Durmiendo en una banca de una parada de autobuses. Sin un techo. Sin comida, agua, o dinero.

Sólo llevaba conmigo esa carta. Esa carta donde está toda la verdad plasmada.

Al final me dí cuenta de que no es su culpa. Ella no tenía conciencia en aquel entonces.

Ella siempre fue dulce y cariñosa conmigo, aunque no lo recuerde.

Pero todo está en esa carta. En esa carta que dejé en tu portal, hermanita.

Espero que algún día perdones mi envidia y mis celos. Solo quería ser como tú.

-Te quiero, Sucrette. Siempre lo hice. Perdóname.- fueron mis últimas palabras antes de lanzarme al vacío desde aquel puente en la gran vía.

Espero que algún día me entiendas.

Almenos ahora, ya no soy una molestia.