Capitulo 6

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Ally se cuestionaba así misma cómo se atrevió a salir de su habitación en ese momento, su presencia en ese lugar; y la compañía de aquella pequeña, sin embargo había otra gran pregunta dentro de sí. ¿Cómo es que ella le conocía? ¡Nunca antes le había visto! ….Sin más, y tratando de recobrar el aliento decidió preguntar.

-¿Có..Cómo es que me conoces?-

-Me han hablado de ti- 

-¿Quién?- más segura, inquirió.

-No sé si deba responderte eso-

Ally guardó silencio.

-¿Estudias aquí Ciara?- cuestionó segundos después.

-Es una institución para jóvenes. Yo soy una niña- respondió tranquila y con la misma actitud de hace un momento.

-¿Entonces por qué estás aquí?-

Ciara le miró directamente a los ojos y colocó ambas manos sobre el gran libro.

-Temo que no tengo permitido darte esa información- le respondió para finalmente darle una corta sonrisa que parecía casi desvanecerse.

-¿Estás jugando o algo así?- 

-Ahora no. Y tú no deberías estar aquí- la niña ojeó el libro una vez más y cambió la página. ¿En serio había ya leído cada palabra? -No. Seguro que no. Apenas debió haber visto los gráficos- se rectificó Ally.

-Se me ha pasado la hora. No busco problemas en realidad- dijo.

-¿Qué es lo que buscas?- tiernamente, Ciara cuestionó sin mirarle.

-Trataba de conseguir un buen libro para leer-

-¿Te recomiendo alguno?- 

Ally vaciló por un instante. No estaba segura si recibir el consejo de una niña en cuanto a un libro. Tal vez ella le daría un cuento o alguna fábula, de esos libros pequeños en los cuales los dibujos aparecen a cada instante. Quería algo serio, pero juvenil y entretenido.

-¿Has leído “Los Miserables” de Víctor Hugo?- cuestionó la pequeña.

¿Cómo era posible? Ese no era un libro que cualquier niño disfrutaría. Pertenecía a las grandes novelas. ¡Clásicos! 

Ally conocía la historia; pero el libro en sí, no lo había leído. 

-¿Podrías dármelo?- cuestionó Ally.

-No. Tómalo tú misma. Está en la tercera fila, al final. Un libro grande y de pasta roja. Procura devolverlo mañana en la mañana-

Ally no pronunció nada. ¿Es que Ciara pretendía que Ally leyera el libro tan rápido? 

De igual forma a como entró, iluminando con su celular, caminó por entre los pasillos. Cuando ella lo tomó, sintió que tal vez lo terminaría de leer en una semana. Y eso, si era rápida y no tenía tareas ni lecciones pendientes. ¡Locura de la niñez! Claro estaba.

-Pues aquí está- le mostró el libro.

-Lo veo- Ciara volteó una hoja del aquel enorme libro. ¡Parecía de aquellos tan grandes que solo las brujas poseían para guardar sus encantamientos! Pero no mencionó absolutamente nada.

-Y… ¿Vienes aquí todas las noches a leer?- cuestionó Ally.

-A veces. Cuando lo tengo permitido-

-¿Quién te lo permite?-

La niña guardó silencio. Segundos después, abrió la boca -Ally ¿Podrías hacerme un favor?- Ciara ignoró la pregunta de la visitante.

-Cla.. claro- ella tartamudeó un poco.

-No te metas en problemas. Pero sobretodo, no le digas a nadie que me has visto ¡Podrían regañarme! – señaló casi en susurro.

-¡Oh! Está bien- respondió – Tengo que irme antes de que me descubran así que… ¿Te acompaño hasta tu habitación? Digo, para que no vayas sola- intentó explicar.

-Adiós dulce señorita- respondió cambiando de página, nuevamente. Y sin decir otra cosa, negaba su invitación.

Ally, con el libro en la mano, se alejaba de ella y cada vez le contemplaba más remotamente. Ciara seguía sola leyendo con cierta oscuridad que a cualquier niño podría causarle temor. ¿Pero que decía? ¡A ella misma le causaba terror! Salió de la biblioteca dejando nuevamente solitario a aquel extraño personaje. 

No supo que hacer. Inconscientemente había estado caminando por los pasillos, de regreso a su alcoba. Creyó haber escuchado a un búho cerca y eso le sacó de sus pensamientos. Comenzó a caminar más rápido, pero con el mismo sigilo. 

¡Había llegado a su cuarto sin ser vista! ¡Un logro personal!

Sin embargo, ni siquiera abrió el libro conseguido. Lo dejó a un lado y se recostó, pensando una vez más en el misterioso caso de aquella niña. ¿Habrá sido un fantasma? Bueno, al menos no le había hecho daño, ni le había causado problemas. Dándole tantas vueltas al asunto, Morfeo al fin decidió visitarle.

**

-Lindo día, ¿no Ally?- Carlos tocó su hombro por detrás. 

Ally se asustó sobresaltando y regando dos gotas de jugo sobre la mesa.

-¡Trato de almorzar! ¡Me has dado un susto!- ella colocó su mano derecha sobre el pecho.

-Perdona, solo quería saludarte… ¿Te encuentras bien?- él se sentó en la silla de enfrente.

-Si, lo estoy. Bueno, solo un poco… neurasténica- respondió casi en susurro.

-Lo noté. En clase de francés no estabas lo que se llama “atendiendo”. ¿Has dormido bien?-

-Si, Carlos… es solo…- Ally guardó silencio. Miró hacia sus ojos cuyas pupilas se mantenían alerta para discernir lo que estaba a punto de escuchar. Mas, recordó lo que Ciara le había pedido. No debía decirle a nadie de su encuentro nocturno. Pero de alguna manera tenía que completar el vacío de la mención.

-¿Has visto cosas extrañas?- preguntó ella.

-¿Quieres que te diga la verdad?- Carlos se acercó a su rostro y bajó aún más la voz.

-Pues… claro- respondió ella, lista para oír su historia.

-Ayer estaba arreglando mi habitación. Descubrí un cajón a un lado del buró. ¿Y qué crees que encontré?-

Ally abrió los ojos esperando por un jugoso comentario que quizá podría explicar la rareza del lugar.

-¿Qué había dentro?- curiosa, decidió indagar más. 

-Nada- él sonrió.

-¿Qué? ¿Nada?- 

Carlos rió – Hubieras visto tu cara, ¿qué pensabas que iba a encontrar?, ¿Huesos de muerto a caso?-

-¡Gracias Carlos! Me has servido de mucha ayuda- sarcásticamente, sonrió.

-Vale, ¿qué es lo que quieres saber? ¿Por qué preguntas eso?-

Ally no deseaba responder pero su mente le dijo – improvisa- Eso hizo.

-Mis compañeras me están jugando una broma de mal gusto y creo que me están volviendo loca. Me han hablado sobre un supuesto misterio de este lugar-

-¡Oh! Eso... Pues sí, es verdad. No son chismes-

-¿Cómo es que lo sabes?-

-Creo que es mejor hablar de esto… en privado-

Una Gota de vida (James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora