capitulo 23

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-Accidente de tránsito tres millas cerca de la escuela- entró Ben.

-¿Qué has dicho?-

Ally guardó silencio. No entendía bien. ¿Accidente? 

-Todo parece ser que los padres de Carlos manejaban el coche cuando venían a recogerlo- continuó el director – Y no creo que necesariamente haya sido un… accidente- disminuyó la voz al mencionar la última palabra para darle más importancia.

-Un minuto… - Ally habló despacio- ¿Quieres decir que… lo hizo Kevin, entonces?-

-Es probable. Mucho- se sentó pensativo.

Ally soltó el poco aliento que aún guardaba mientras escuchaba las próximas palabras.

-…Murieron al instante-

La mandíbula de James se tensó al mismo tiempo que la de la joven. Sin embargo, ella fue la primera en hablar.

-Muy bien… ¿Me quiere a mí, no? Iré hacia él y ustedes lo acabarán. Formulemos un plan-

-No es tan simple Sophie- su padre, habló. A ella pareció caerle un balde de agua fría cuando se le mencionó con otro nombre. Bajó la mirada.

**

Ally decidió tomar una ducha para intentar relajarse justo al caer la noche. Había comido apenas un sándwich con café que se lo preparó ella misma ya que nadie más podía hacerlo. 

Las gotas de agua que aún le caían del cabello, iban a compás con las de sus ojos. ¡Debía ser fuerte, Maldición! ¡Aún continuaba llorando como una niña!

Mordió sus labios con rabia. Se secó con rapidez y se puso el pijama. Nada más cómodo que eso. 

Se arropó con las cobijas nuevamente encontrándose sola en la habitación. Su mente no dejaba de maquinar acerca de lo que le estuviera pasando a Carlos… si es que aún seguía vivo. Su estómago se le encogía con fuerza cada vez que pensaba en el “si es que aún…” 

James entró y le dirigió una mirada de tristeza. Sus ojos se encontraron pero ninguno dijo nada hasta que él se recostó a su lado. Ally solo se acurrucó como un pollito debajo de las alas de su madre. Cerró los ojos…

-Dime que pronto terminará todo esto…- 

-No sé cuando ter…-

-Solo dímelo- le interrumpió -Necesito al menos pensar que no durará mucho. Quizá ayude en algo-

James respiró –También espero eso- “Aunque ya he esperado lo suficiente para poder acabarlo” –pensó. Sin embargo, no lo dio a mostrar. No quería preocupar más a la muchacha. Ya tenía suficiente. 

Pasaron varios minutos en silencio. James acariciaba el cabello recién secado de Ally mientras esta hacía pequeños círculos sobre su pecho. Se abría sentido tan bien de no ser por las circunstancias. Si tan solo fuera capaz de afirmar que todo estaría bien… que ella estaría bien, a puesto a que desearía estar así para siempre. Sonrió de costado cuando la miró, al menos ahora, ella estaba más tranquila. 

-Conviérteme James- pidió en susurro.

-¿Qu...é?- James habló muy lento. 

Ally le miró directo a los ojos casi suplicándolo. 

-He dicho que…-

-Te he oído bien-

-Entonces hazlo- casi aludible, musitó.

James la miró de forma extravagante, como si ella hubiera dicho alguna tontería ¡Y claro que lo era! Sin duda, Ally no tenía ni la más mínima noción de lo que era ser así. De lo que era no poder salir con los amigos al cine y atragantarse con las palomitas al mirar una película cómica; o hacer un día de campo con la familia en un día caluroso, sentirse vivo… SENTIR. No tenía idea.

Una Gota de vida (James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora