Capitulo 13

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09:27 pm

Tres minutos le restaban para estar en su habitación. El frío de la noche se apoderaba del cuerpo de la joven. Ella, como era de esperarse, estaba sola caminando por entre los ya oscuros pasillos. A penas y se veía donde pisaba. Sin embargo, el miedo ya no estaba dentro de su ser. Caminaba tranquila como si lo hubiera estado haciendo en pleno día. Con cada paso que daba remembraba las palabras de James tan vivamente que aún podía escucharlas susurrar en sus oídos. 

-Ya deberías estar en tu habitación- pronunció Ciara mientras aparecía.

-Hola. Estoy dirigiéndome hacia allá- dijo sin detenerse pero disminuyendo aún más su paso.

-Lo sé. Debes ser más cauta… y rápida, claro- mencionó la pequeña a la vez que jugaba con sus manos.

-Lo tendré en mente. Gracias por el consejo linda- Ally sonrió- Pero tú, ¿Por qué siempre estás por aquí? ¿No se supone que debes descansar también?- la muchacha le recordó.

- Pues, sí. Estoy en eso. Por cierto… - la niña pareció pensar- Papá está cerca. Vete por el camino de la derecha- Ciara le señaló. 

-¿Por qué?- Ally siguió con la mirada el oscuro pasillo mientras se agachaba para estar a la altura de la chicuela - ¿No podrías presentármelo mejor?- puso su mano sobre el hombro de la niña echándole un vistazo a sus ojos. Ella pensaba ya haberse ganado la confianza de la infanta que se atrevió a invadir su espacio personal. Sin duda era una noche muy extraña.

La pequeña miró detenidamente la mano de Ally como si hubiera sido un completo error la acción de la moza.

Ciara dio dos pasos hacia atrás alejándose de la fémina y aún con la misma expresión pronunció suavemente – Ya lo conoces- dicho esto se marchó dejando confundida y pensativa a la pobre receptora. 

Al fin, se puso completamente de pie y transitó por el camino que le habían indicado. Una pequeña luz le indicaba por donde había que seguir, pero no era necesariamente la lámpara del mismo pasillo. Sino la de una habitación. Al igual que la vez que encontró la biblioteca abierta, empujó la puerta con sigilo y trató de mirar. Pero la pequeña luz de candil no era tan fuerte como para divisar con claridad. 

-Son cerca de las diez de la noche- escuchó por detrás.

-¿Quieres dejar de hacer eso?- Ally volteó. –Algún día me vas a matar del susto. Preséntate por delante de mí al menos- Puso su mano sobre el pecho.

James volteó los ojos como ignorando el comentario de su compañera.

-Te escoltaré a tu habitación- dijo él.

-Aún no. ¿Qué es este lugar?- Ally caminó hasta lo que le pareció ser un interruptor. James deseó detenerla y de hecho lo intentó pero se detuvo cuando la luz estuvo encendida por completo. 

-¡Grandioso!- dijo ella mirando alrededor. 

Obviamente el estilo del lugar se acentuaba en ese sitio. Estatuas de leones sobresalían de las paredes. Las columnas tenían la típica sazón romana. Varios candelabros se asomaban entre el techo. Las mesas de los escritorios estaban pulidas por completo. Aquel piano negro de un costado brillaba contra la luz. Las flores lucían extremadamente vivas. Y… detrás del escritorio mayor un enorme cuadro. ¡Espléndida pintura! 

Ally miraba sorprendida aquel lugar; parecía examinarlo de arriba abajo cada vez abriendo más la boca en señal de admiración y belleza manifestada. James solo la miraba recargado desde la pared manteniéndose con los brazos cruzados.

-Es precioso- dijo al fin- ¿Quién ocupa este sitio?-

-Ben-

-Tiene un gusto realmente exquisito- recalcó perdiéndose nuevamente entre el esplendor de la habitación.

Una Gota de vida (James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora