Volviendo a ti |SasuSaku [#1]

Capítulo 10

—¿En verdad importa? —preguntó inquieta.

—Sí.

—Solamente hablamos, es todo lo que pasó.

—¿De qué hablaron?

—No es importante, Sasuke —le dí una sonrisa, pero él estaba muy serio, por lo que suspiré abrumada—. ¿No confías en mí?

—Claro que lo hago, es en él en quién no confío.

Medité un poco si debería decirle o no, si no le decía estaría molesto de igual manera, estúpido Kiba, se echó la soga al cuello solo, lo miré a los ojos y me decidí a hablar.

—Me dijo que solo querías utilizarme, que te habías aburrido de las chicas con las que habías salido anteriormente y por eso ahora estabas buscándome —paré de hablar para ver su primera reacción, su ceño estaba fruncido, ya denotaba su molestia—, pero solo estaba diciendo eso porque quería que dejara de salir contigo —traté de suavizar, pero no funcionó.

—Ese imbecil, siempre metiendo su nariz en asuntos que no le importan —bufó enojado.

—Tranquilo, Sasuke —tomé su mano para tranquilizarlo.

—Iré a verlo para que cierre la boca de una buena vez —dijo enojado, me miró nuevamente mientras relajaba su ceño y apretaba mi mano—. No le creas nada, Sakura, yo no sería capaz de utilizarte.

—Lo sé —sonreí, y me miró sorprendido—, tal vez en el pasado las cosas no hayan comenzado bien, pero ahora confío en ti, sé que no volverías a lastimarme.

—Gracias por confiar en mí.

Se acercó a mí, con obvias intenciones de besarme, me solté de su agarre y me deslicé por el sillón, alejándome un poco de él.

—¿De nuevo no vas a besarme? —preguntó divertido al ver que huía.

—Creo que fue obvio —solté una risita.

—Vamos, uno pequeño —dijo mientras se acercaba de nuevo a ella.

—No —puse ambas manos sobre su pecho, impidiéndole que se acercara.

—Hmp, antes seguro que rogabas por un beso mío, y ahora mírame, yo te estoy rogando.

—No te creas tanto —levantó una de sus cejas mientras sonreía altaneramente—, pero tienes razón, las cosas sí que han cambiado.

—Hmp, solo me dí cuenta de cuán especial eres, aunque en el fondo siempre lo supe, pero no quería admitirlo.

—¿Por qué? —preguntó sorprendida.

—No lo sé, era inmaduro e idiota, sabía que te merecías a alguien mejor que yo.

—Yo también lo sabía —Sasuke se tensó al escucharme decir eso—, pero puede que sea tan terca como para no querer alejarte de nuevo.

 —No dejaré que lo hagas —soltó de repente—, no esta vez, a pesar de no merecerte, no quiero que te alejes de mí.

—Eso depende de ti, si me quieres en tu vida, siempre estaré en ella, Sasuke —era verdad, sí me quería con él, yo estaría ahí, sin importar que pasara.

—Gracias —dijo inmediatamente—, por cierto —se aclaró la garganta—, en toda la noche no he podido decirte que te ves realmente preciosa.

Su repentino halago me sorprendió un poco, por lo que no pude evitar sonrojarme, él me miró y sonrió ladinamente, era increíble el efecto que él causaba en mí, con tal solo hagalarme yo ya estaba hecha un manojo de nervios.

—Creí que jamás lo dirías —bromeé mientras le sonreía ampliamente, claramente mi felicidad se notaba—, gracias.

Sus miradas se conectaron inmediatamente, y sintieron como el tiempo se detenía, ¿qué era eso?, sentía algo cálido en su interior cuando Sakura estaba cerca de él.

—Sasuke, ya regresé... —Itachi ingresó a la sala, al no recibir contestación lo buscó con la mirada, enseguida se encontró con la pareja, los miró con detenimiento y sonrió levemente—. Siento interrumpir.

Ambos voltearon a verlo, Sasuke lo miró con molestia, pues interrumpió un momento especial para él, mientras que Sakura le regaló una gran sonrisa.

—¡Itachi! —exclamó emocionada, se puso de pie y de inmediato se acercó a él, para abrazarlo fuertemente—. Que bueno verte.

—Hola Sakura, cuanto tiempo —le devolvió una sonrisa cálida.

—Lo sé —soltó una risita. Sasuke desde su lugar los observó resentido, toció un par de veces, logrando obtener la atención de ambos.

—No estés celoso, Sasuke —se burló el Uchiha mayor.

—No estoy celoso.

—Sí, como digas.

—¿Cómo está Izumi? —preguntó Sakura, ignorando la pequeña discusión entre los hermanos.

—Ella está muy bien.

—Me alegra, dale un saludo de mi parte, por favor.

—Por supuesto —contestó amable y le devolvió la sonrisa.

—Llevaré a Sakura a su casa, Itachi, en un rato vuelvo —avisó mientras se ponía de pie, se acercaba a ellos y tomaba de la mano a Sakura—. Vamos.

—Nos vemos después, Itachi, me dio mucho gusto verte —le sonrió tiernamente.

—Igualmente, nos vemos —se despidió agitando en el aire una de sus manos, mientras veía como salían por la puerta—. Espero que muy pronto seas mi cuñada —susurró feliz.

Ambos entraron al auto y enseguida Sasuke lo puso a andar, los primeros minutos los recorrieron en total silencio, hasta que el azabache se decidió a comenzar una conversación, o más bien un interrogatorio.

—¿Por qué abrazaste a Itachi? —preguntó, sin quitar la mirada del camino.

—¿Tiene algo de malo que haya abrazado a tu hermano? —le preguntó mientras alzaba una ceja, era ridículo que Sasuke le pidiera explicaciones por algo tan simple.

—Pues —dudó—, no sé.

—Por favor, Sasuke —posicionó una de sus manos en su frente, cansada—, no seas celoso, es tu hermano.

—Ya lo sé —dijo abrumado—, lo siento, es que en cuanto lo viste, fuiste a abrazarlo.

—Hace mucho que no lo veía, solo quería saludarlo, es todo —levantó los hombros, no tenía sentido discutir por eso.

Sasuke siguió conduciendo sin mediar palabra, ella tampoco se animó a iniciar otro tema de conversación. Luego de unos largos minutos llegaron a casa de la chica, él salió primero del auto y después ayudó a Sakura a bajar.

—Gracias.

Caminaron hasta la puerta y quedaron parados uno frente al otro, el silencio reinó entre ellos durante algunos segundos. Sasuke estaba por hablar, pero sorpresivamente Sakura lo abrazó fuertemente, dejándolo sorprendido, poco después correspondió.

—Gracias por la cena —besó su mejilla—, me encantó estár contigo hoy —sonrió dulcemente.

—Ah, yo... —balbuceo, Sakura rió ante lo confundido que se encontraba el azabache.

—Nos vemos, Sasuke —rápidamente entró, dejando al chico parado en el mismo lugar, él reaccionó poco después de escuchar el portazo de la puerta.

—¡Sigues siendo una tramposa! —sonrió inconscientemente y regresó a su auto.

Mientras conducía de regreso posicionó una de sus manos en la mejilla que Sakura había besado y sonrió como tonto al recordarlo.

—Lograré que me des un beso en los labios —sonrió ladinamente.