Capítulo 18

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—¿Quieres que nos sentemos juntos? —me pregunta Kiba de forma coqueta.

—Se sentará conmigo —le aclara de inmediato Sasuke, con molestia.

Aún ni llegábamos al restaurante y ya estaba harta, ¿es qué no podían estarse en paz un momento? No entendía la necesidad de estos dos por pelear.

—Nos sentaremos los cuatro juntos —informó Naruto, para que se callaran de una buena vez.

Algunos minutos después por fin llegamos al lugar, Naruto se estacionó y bajamos para entrar, escogimos una mesa y procedimos a sentarnos, segundos después un mesero se plantó en nuestra mesa para tomarnos la orden, después de hacerlo se marchó.

—Oye, Saku —me llamó Kiba.

—¿Qué pasa?

—Quiero preguntarte algo sobre, emm...

—¿Sobre qué? —levanté una ceja, confundida por su tono inseguro.

—Bueno, sobre tu relación con Sasori.

Sentí la mirada de Sasuke sobre mí, Naruto ni atención nos prestaba, mejor la dirigió a su celular, por lo visto ya no quería escuchar más líos, y de verdad que lo entendía.

—¿A qué te refieres? —sabía perfectamente a donde quería llegar, pero me hice la desentendida.

—Bueno —dudó, puso una mano sobre su nuca, dejándome notar su nerviosismo—, sé que son amigos, pero los he visto mucho más tiempo juntos, ¿están saliendo como pareja?

Lo miré detenidamente, ¿para qué me preguntaba eso justo ahora? Es decir, ¿qué le importaba? No tenía ningún derecho de preguntarme sobre que estaba pasando entre Sasori y yo.

—No tengo porque contestarte —dije molesta, no tenía porque darle explicaciones.

Sasuke y Kiba me miraron sorprendidos, ya estaba cansada de esta situación, a estas alturas ya no me importaba que llegaban a pensar, me levanté de golpe de la silla, los miré con notable molestia y luego me dirigí a Naruto.

—Pide mi comida para llevar, me voy a casa —él solo asintió sin decir nada, salí del restaurante escuchando como Sasuke me llamaba repetidas veces, al salir de éste, apenas crucé la puerta, sentí como tomaban uno de mis brazos y me giraban, Sasuke me había alcanzado.

—¿Por qué te vas? Recién acabamos de llegar —no podía descifrar que estaba pensando, ni que sentía en ese momento.

—Tú y Kiba me hartaron.

—Yo no hice nada.

Puse los ojos en blanco, ya no quería discutir, estábamos en medio de la calle, solo faltaba que Kiba se uniera a este teatro.

—Suéltame —él lo hizo, inmediatamente seguí caminando sin decir nada.

—No te comportes como una niña berrinchuda, Sakura, hablemos.

Paré mi caminar, regresé a donde estaba y lo miré seriamente, realmente no sé como había tenido paciencia, quería gritarle en ese momento.

—Ya no tenemos nada de que hablar, me cansé de esto, de tus cuestionamientos, de tus celos, de tus estupideces, de ti, ¡de todo!

Sasuke me miró sorprendido, pero no dijo nada.

—Creí que te había servido separarnos, pero no has cambiado nada, te di todo y tú solo me dañaste, y aunque te ame, ya no puedo con esto, apenas estamos intentando recuperar algo que, hasta ahora entiendo, fue una mentira, y lo estás echando a perder...

—Sé que soy un estúpido, he hecho las cosas mal contigo, pero en serio te quiero, Sakura, yo...

—No, Sasuke, en serio... en serio ya estoy cansada —lo miré adolorida, estábamos tan perdidos, caía en cuenta de que ambos nos hacíamos tanto daño estando juntos—, dejemos esto de una buena vez... —el azabache no tenía ninguna expresión en su rostro, no me transmitía nada, quizá pensaba lo mismo que yo, pero no estaba segura.

—Después de todo el tiempo que me amaste, ¿lo has dejado de hacer? —me miró a los ojos, no sabía exactamente lo que trataban de reflejar éstos, pero parecía que Sasuke estaba asustado por lo que podría contestarle.

—Siempre te amaré, Sasuke —le dije suavemente. Su rostro se veía roto y yo solo pude apretar mis labios para aguantarme el llanto, quería abrazarlo fuertemente y besarlo, pero mi voluntad por alejarme de él era más fuerte. Me giré y retomé mi camino para alejarme de ahí.

Quizá estaba siendo una cobarde, pero ya no podía seguir con esto. Esperé a que me llamara, corriera a mí y me detuviera, pero nunca lo escuché, ni siquiera sus pasos, nada, pude sentir como escurrían las lágrimas por mi cara, y no lo entendía, yo lo había dejado claro, se supone que eso quería, pero el dolor era inevitable, y apenas era el comienzo...

No quería llegar a casa, sabía que no me haría bien estár encerrada, porque me soltaría a llorar. Caminé alrededor de unos veinte minutos, hasta que llegué a una pequeña cafetería, tenía bastante hambre, ahora que lo pienso, al menos debí esperar a que mi comida estuviera lista y después irme, pero ya estaba muy irritada y molesta, pedí un té helado y un emparedado, tomé asiento en una de las pequeñas mesas que tenía el establecimiento y deguste la comida, no podía dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir, recién empezábamos a hablar nuevamente Sasuke y yo, y parecía que no había pasado. Quizá mañana volvamos a hablar, seguro él querrá hablar conmigo, y seguro yo estaré como siempre para él, esto es lo que realmente me molesta, que a pesar de que digamos que será la última vez, no lo es. Ya es tiempo de que las cosas cambien.

Volviendo a ti |SasuSaku [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora