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Faltaban doce minutos para la clase de la tarde y por suerte, el tobillo de Jimin parecía haber bajado su inflamación y ahora al menos podía mantenerse en pie sin pegar un alarido de dolor.

No había comido, pero con todo lo que había escuchado en aquel largo día, no le extrañaba en absoluto el haber perdido el apetito. Ya no sabía en que ni en quien creer.

Yoongi siempre le había provocado ese algo que no sabía exactamente que era, pero que le daba escalofríos, y Jungkook había llamado su atención desde que sus ojos posaron la vista en él, pero luego resultó no ser una persona tan admirable como él creía.

Jimin suspiró antes de calzarse las zapatillas de baile y abrir la puerta del cuarto. Cuando lo hizo, se encontró con Jungkook tras ella, con su mano alzada en posición de golpear.

Oh, hola, estaba a punto de llamarte para ir juntos al ensayo.

Jimin intentó sonreir y cerró la puerta tras de él.

Comenzó a caminar y Jungkook lo siguió dando antes un breve saltito, como si de un niño pequeño se tratase.

¿Qué tal tu tobillo? —preguntó curioso —Parece que ya estás mejor, ¿no?

Jimin giró tan sólo unos centímetros su cuello, los suficientes como para poder visualizar a Jungkook de reojo un segundo y luego volver a centrar su vista en el largo pasillo que debían recorrer.

Supongo. —se limitó a decir.

Jungkook se posicionó junto a Jimin con una zancada, pero no dijo nada, al menos hasta que estaban a punto de torcer en el pasillo, y Jungkook lo empujó contra una pared.

No vas a contarle nada sobre mi historia a Yoongi, ¿verdad?

No era advertencia lo que la voz del menor transmitía, ni enfado lo que sus ojos reflejaban, sino más bien preocupación y miedo.

Jimin lo miró fijamente mientras su pecho subía y bajaba rápidamente.

No...aunque creo que tú sí deberías hacerlo.

Jungkook soltó el agarre sobre la camiseta del mayor y negó con su cabeza varias veces.

Eso sólo empeoraría las cosas.

No lo creo. —Jimin volvió a posar sus pupilas sobre el bello rostro del contrario. —Si lo que dices es cierto, te mereces a alguien mejor que a Taehyung. Nadie se merece pasar por lo qué tu pasas.

Jungkook fijó su mirada en el suelo y mordió su labio.

Tan sólo...no digas nada, ¿de acuerdo? Pensaré sobre ello, pero ahora no es el momento adecuado.

Jimin suspiró y siguió caminando con Jungkook a su derecha.

En cuanto entraron a la sala de ensayo, la ausencia de Yoongi sobre la banqueta del piano de cola negro se hizo presente, y la pregunta se escapó por si misma de su boca.

¿Dónde está Yoongi? —cuestionó Jimin.

Soohye lo miró despreocupada.

Se ha ido.

Jimin frunció el ceño, aquello le daba una mala sensación, como un mal presentimiento.

¿A dónde?

La madre del nombrado enarcó una ceja.

Por ahí. ¿Acaso lo necesitas para algo? No es imprescindible para dar la clase, podemos trabajar exactamente igual sin él.

Worthless《Ym; jk; yk》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora