○Recuerdos: 2○

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[...]

Yoongi cerró sus ojos y atrajo al menor para abrazarle de nuevo. Al fin y al cabo, seguía siendo el pequeño que buscaba el amor de todos. Pero quizás, no fuese ya el pequeño inocente que Yoongi había conocido y dejado atrás el día de su partida. Jungkook dejó escapar un gemido cuando Yoogi lo abrazó, y cuando éste se separó, pudo observar el rojo rostro avergonzado de Jungkook, que cubría su erección con sus manos a través del bóxer.

Yoongi no podía creerlo. Realmente Kook era ya un adolescente con necesidades.

Yoongi no pudo evitar bajar su mirada a ese punto y morder sus labios.

A la mierda la ley. -dijo antes de abalanzarse para besar con desespero al menor y tumbarlo sobre la cama.

• • •

Aquella noche, Yoongi cometió el mayor error de su vida.
Con 24 años, había tenido sexo con el que consideraba su hermano menor, de tan sólo 15 años. ¡Ni siquiera tenía 16 para poder decir esa estúpida e igual de incorrecta frase de "Con 16, si es consentido, no es violación* "!

Por el amor de dios, él tampoco había violado a Jungkook, había sido él quien prácticamente se lo había rogado, pero eso no cambiaba el hecho de que fuese un menor, y de que lo que acababan de hacer, estaba mal en tantos sentidos...

Sentado sobre el borde de la cama y a punto de encenderse un cigarro, Yoongi tapó con la sábana a un dormido y desnudo Jungkook bajo ella.
Su angelito, su niño bonito.
Las adorables e inocentes risas que solían acudir a su mente al pensar en él, se habían intercambiado ahora por sus fuertes gemidos.

Yoongi puso las manos en su frente con el cigarrillo sin estrenar entre sus dedos, y cerró los ojos por un momento.

Sobre dos minutos después, los abrió y volvió a mirar a Jungkook. Un nudo en su garganta llevaba toda la noche tras el error ahogándolo.
Se puso en pie casi de un salto y salió del cuarto. Caminó deprisa bajo la oscuridad del pasillo hasta una ventana y la abrió para poder asomarse a fumar.

El viento frío le golpeó la cara nada más permitir su entrada al interior del edificio a través del cristal.

Sacó su brillante mechero Zippo* del bolsillo trasero de sus vaqueros negros y lo prendió, quedándose unos segundos absorto en la hipnótica flama azulada antes de acercar el cigarro ya en su boca y encenderlo para llenar sus pulmones del humo que desprendía.
Tomó una calada larga, todo lo que su respiración le permitió, mientras observaba con cierta melancolía la luna.
Una risa seca con restos de humo se le escapó cuando su mente decidió que era oportuno recordar en esta situación el "Claro de Luna" de Beethoven.

La había tocado cientos, puede que miles de veces, sus dedos conocían de memoria aquella melodía.
Y Jungkook conocía de memoria los pasos.

No, no era una obra compuesta para ser bailada, pero la admiración de Jungkook por Yoongi le había llevado en más de una ocasión a inventar coreografías imposibles sólo por poder bailarlas frente a él mientras le acompañaba al piano.

Jungkook, Jungkook...

Yoongi golpeó con su dedo índice suavemente el cigarro y dejó caer las cenizas a la oscuridad de la noche.

Y mientras dejaba que el cigarrillo se consumiese entre sus dedos sin ser inhalado, se puso a recordar. Recordaba las veces que había elevado en los aires al pequeño Jungkook y le había dado vueltas mientras reía. Recordaba las veces que lo había abrazado de forma protectora cuando tenía miedo, o simplemente abrazarlo porque le quería como a un hermano.
También recordaba cuando Jungkook le mostraba orgulloso algún movimiento recién aprendido de ballet.

Worthless《Ym; jk; yk》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora