Worthless《Ym; jk; yk》

27

Yoongi no estaba en la cama cuando Jimin despertó.

El bailarín se incorporó perezosamente y se restregó los ojos con las manos. Hacía tiempo que no dormía tan bien, se notaba tan descansado...

Pero Yoongi no estaba en la cama.

Jimin gruñó ligeramente y se levantó por completo de la cama. Se puso unas zapatillas y una sudadera por encima del pijama antes de salir de la habitación en busca del mayor.

En cuanto salió por la puerta, el sonido no muy lejano de un piano se hizo presente. Jimin sonrió y siguió el sonido, esperando que este le guiase hasta Yoongi, su particular flautista de Hamelin.

Y ahí lo vio al girar la esquina, a través de la cristalera de la gran sala de ensayo, tocando su querido piano. La melodía era fuerte, resultaba incluso amenazadora, pero había una cierta elegancia en toda aquella brusquedad, era una especie de furia contenida, y no había duda alguna de que el rubio tocaba todo esto de forma apasionada.

Jimin no pudo evitarlo, y comenzó a bailar, acercándose al pianista sin que este se percatase al principio.

Cuando el bailarín se posicionó justo frente al piano, el otro levantó su vista y sonrió. Jimin ponía caras exageradamente dramáticas, por lo que al final Yoongi comenzó a reir, y Jimin le siguió.

—¿Star Wars? — preguntó Jimin, aún sabiendo perfectamente de que obra se trataba.

Yoongi negó con la cabeza, aún sonriendo. 

—Es la danza de los caballeros del ballet Romeo y Julieta, de Prokofiev. Pero ya lo sabías, ¿no? Estabas bailando su coreografía.

Jimin se puso en jarras.

—¡Para nada! ¡Esto es lo que bailo siempre que veo Star Wars!

Ambos volvieron a reir alegremente. Jimin se acercó despacio a Yoongi y terminó por sentarse a su lado en la banqueta del piano, cabizbajo.

—Me asusté al no verte. — susurró.

Yoongi se giró hacia él y arrimó su cabeza a su pecho.

—No pienso alejarme de ti, ayer estuve a punto de perderte, pudiste irte a Rusia y no lo hiciste, así que no voy a permitirme seguir siendo un auténtico estúpido que no aprecia lo que tiene.

Jimin sonrió.

—Veo que te has levantado romántico hoy, ¿eh? — dijo burlón— Romeo y Julieta nada más despertar, ¿qué te ocurre Yoongi? ¿dónde están todas esa piezas oscuras de Beethoven?

Yoongi empujó a Jimin de broma, haciendo que este casi caiga de la banqueta, que realmente no estaba pensada para dos personas.

—Romeo y Julieta no es romántico.

—Oh, para nada.—respondió sarcástico.

—No lo es.

—Claro, como tú digas.

—¿Te parece romántico lo que acabo de tocar? ¿O tienes en mente la película en la que sale DiCaprio?

—Me parece romántica la suite completa, y además no has tocado la parte lenta de la danza de los caballeros porque has empezado a reírte, pero de todos modos...¿has visto esa película? Eso no me lo esperaba de alguien tan frío como tú. —dijo sonriendo, medio burlón de nuevo.

Yoongi resopló.

—No la he visto, pero es famosa, sé que sale él.

—Ya, claro.