Capítulo 1

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Esperábamos a mi hermano Scott sentadas en las incómodas sillas del hospital, cuando un chico se paró delante nuestro.
- Hola, ¿sabéis dónde está la recepción? - nos preguntó.
Antes de contestar, mi mejor amiga me dedicó una mirada divertida.
- Por allí a la derecha - respondió Lydia señalando un pasillo.
Me quedé observándole durante unos segundos, era castaño, casi rubio y tenía unos ojos azules impresionantes.
- Gracias - sonrió y se fue por donde le había indicado.
- Vaya ojos... - dijo mi mejor amiga.
- Y que sonrisa - añadí.
- Vamos a hablar con él - anunció ella levantándose.
- ¿Qué?
- ¡Venga! - exclamó cogiéndome de ambas manos para después tirar de mí y levantarme.
- Lydia no creo que sea buena idea... - dije mientras andábamos por el hospital.
- ¡Ahí está! - chilló señalando al chico de antes.
Estaba apoyado de espaldas en el mostrador de la recepción.
- ¡Genial! Ya puedes hablar con él - contesté dándome la vuelta para volver a los asientos.
- ¿Qué? No, vamos a ir las dos - sentenció tirando de mí otra vez.
Puse los ojos en blanco sabiendo que no iba a librarme.
- ¡Hola! - saludó al chico.
- Hola - dijo dándose la vuelta y luego sonrió.
- ¿Eres nuevo? - preguntó mi mejor amiga apoyándose en el mostrador a su lado.
- Sí, soy Liam Dunbar, me he cambiado de instituto, ahora voy al Beacon Hills - respondió.
- ¡Nosotras también vamos a ese! - exclamó emocionada - Yo soy Lydia y ella Madison.
- ¡Hola! - gritó alguien mientras me abrazaba por detrás.
Por el olor supe que era Scott.
- Llegas tarde - contesté a mi hermano.
- Lo sé, lo siento, Stiles me entretuvo... - respondió soltándome.
- Mamá te está esperando, yo voy a casa de Lydia, me quedo a dormir - me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla.
Scott asintió y miró al chico de los ojos azules.
- ¿Y tú eres...? - preguntó.
- Liam - respondió él y volvió a sonreír.
Tiré del brazo de mi mejor amiga sacándola de allí.
- Vamos - dije mientras decía adiós a los dos chicos con la mano.
- ¡Adiós Liam! ¡Espero que nos veamos en el instituto! - gritó Lydia pasando por la puerta provocando que varias personas nos mirasen.
- Creo que le has asustado - dije riéndome una vez fuera del hospital.
- Y yo creo que le has gustado - respondió ella - No te ha dejado de mirar ni un momento.
- Un chico como él nunca se fijaría en mí.
Estaba acostumbrada a eso, todos iban detrás de Lydia, la bonita chica pelirroja con ojos claros.
- Bueno... Mientras hablabas con Scott he descubierto que va al mismo curso que tú. Es un año más pequeño que nosotros. Igual podéis ser amigos... - dijo sonriendo.
- No quiero que seamos amigos - contesté.
- ¿Por qué?
- Porque siempre estoy envuelta en sucesos sobrenaturales, igual que vosotros, y al final se enteraría y acabaría perjudicándole.
- Ya veremos - dijo ella encogiéndose de hombros.

                      

                                         
- Saluda a Liam de mi parte - se burló Lydia mientras caminábamos por los pasillos del instituto.
Iba a responder pero alguien chocó contra mí y todos mis libros cayeron al suelo.
- Mierda... - murmuré agachándome.
- ¿Liam? - dijo mi mejor amiga.
Levanté la vista y ahí estaba, había chocado con el chico rubio de ojos azules del que no habíamos parado de hablar desde el día anterior.
- ¿Estás bien? - pregunté levantándome.
Miró al suelo y negó con la cabeza.
Le cogí la barbilla con los dedos para verle.
- ¿Pero qué...? - dijo Lydia.
Liam tenía los ojos amarillos y no paraba de temblar, ¿era un hombre lobo?
En ese momento sonó el timbre que indicaba que la siguiente clase iba a empezar.
- Ven - añadí cogiéndole del brazo.
- Quiero ir con vosotros... Pero tengo examen de física ahora y no puedo perdérmelo - dijo Lydia.
- No pasa nada, luego nos vemos - respondí.
Conduje a Liam hasta el primer lugar que encontré, el vestuario de los chicos, y nos metimos dentro.
- ¿Eres un hombre lobo? - exclamé nada más entrar.
- Tú hermano me hizo esto... - contestó sentándose en un banco.
- ¿Qué? ¿Mi hermano? - pregunté incrédula.
- Ayer en el hospital...
- Calla - le interrumpí levantando la mano.
- ¿Qué pasa?
- Vienen del entrenamiento de Lacrosse, ¡rápido! - dije mientras me escondía en una de las taquillas - ¡No pueden ver que estamos aquí!
Observé a Liam meterse en la taquilla que estaba a mi lado y cerré la puerta.
Pronto el vestuario se comenzó a llenar de chicos sudorosos que se cambiaban de ropa y se duchaban.
De repente la puerta de la taquilla en la que estaba se abrió dejando ver a Scott un poco confundido.
Me llevé un dedo a los labios indicando que no dijera nada y él asintió.
Luego escuché la taquilla de Liam abrirse.
- ¡Joder! - gritó Stiles, mi mejor amigo. Un chico alto y delgado, lleno de lunares, moreno con ojos color avellana.
- Sh - dijo Scott mirándole y después me señaló.
- ¿Madison? - preguntó él.
Asentí y cerré la puerta de la taquilla.
Un rato más tarde cuando el vestuario estuvo vacío salimos.
- ¿Nuevo beta? - pregunté a mi hermano cruzándome de brazos.
- ¿Qué? - dijo Liam.
- Te lo pensaba decir pero... - comenzó Scott.
- ¿Pero qué? ¿Cuánto pensabas esperar? - respondí.
- Hasta que Liam aprendiera a controlarse.
- ¿Y qué creías? ¿Que no me enteraría? Es nuestro beta, lo iba a descubrir.
- Lo sé, pero sabes que hasta que se controle él es muy peligroso - dijo señalando al chico de los ojos azules.
- ¿Y qué?
- Que no quiero que te pase nada - respondió.
- Scott no tengo nueve años.
- Ya pero soy el mayor y creo que lo mejor para tí era no saberlo.
- Pues...
- ¿Podéis dejar de discutir y explicarme cómo controlarlo? - interrumpió Liam levantando la voz.
- Tenemos que entrenarte - respondió mi hermano.
- ¿Quiénes?
- Ella y yo - dijo señalándome.
- ¿Ella?
- También es mujer lobo y tu Alfa - explicó.
- ¿Y tú?
- También soy tu Alfa, los dos lo somos - respondió sonriendo.
- ¿Cómo va eso?
- Nos mordieron a los dos la misma noche, la misma persona y ambos hemos conseguido ser Alfas verdaderos.
- ¿Cuándo lo haréis? - preguntó él.
- No lo sé, pero por ahora vete a clase - le aconsejó.
Liam asintió poco convencido y salió de allí.
- ¿Cómo? - dije sentándome en el banco.
- ¿Qué? - contestó Scott.
- ¿Cómo le convertiste?
- Estaba a punto de caer desde lo alto de la terraza del hospital y había otra criatura sobrenatural y yo no sabía que hacer... Le mordí el brazo para sujetarle y le convertí - explicó agachando la cabeza - Mad no lo quería hacer pero no podía dejar que muriera.
- Scott... Has hecho lo correcto. No pensaba que lo habías hecho para salvar su vida - dije tocándole el brazo y después de unos segundos en silencio añadí - ¿Y la criatura?
- Se cayó de la terraza - respondió Stiles hablando por primera vez.
- ¿Qué? - pregunté.
- No lo sé, pero estaba atacando a Liam - contestó mi hermano.
Ahí pensé en lo asustado y confuso que estaría Liam en ese momento, sin saber que era lo que le estaba intentado matar.
- Además el chico estaba muy asustado, tuvimos que llevarlo a casa y atarlo con cinta adhesiva en la bañera - dijo mi mejor amigo - Y creo que la única persona que le cae bien ahora mismo eres tú.

STAUNCH / Stiles Stilinski Donde viven las historias. Descúbrelo ahora