Capítulo 18

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Exactamente veinticuatro horas más tarde, Stiles había salido del hospital.
Después de que se tumbase en mi cama y yo me pasase unos veinte minutos tocándole el pelo, conseguí que se durmiera.
Fui hasta el salón para ver al Sheriff.
- ¿Estás segura de que no te importa que se quede aquí hasta que se recupere del todo? - preguntó.
- Claro que no. Usted tiene que trabajar y no puede estar con Stiles todo el día. Además, a parte del secuestro, el kanima no ha vuelto a atacar desde hace casi dos semanas, osea que estamos tranquilos. Si llega a ocurrir algo Scott puede con ello - respondí sonriendo - No me importa quedarme con él y estar pendiente.
- Gracias, no se qué haría sin tu ayuda - contestó tocándome el hombro.
- No es nada.
- Cualquier cosa que necesites, estaré en la comisaría - dijo despidiéndose y salió por la puerta.
Después de darme una ducha fui hasta mi habitación con una toalla alrededor del cuerpo.
Me puse ropa interior y unos pantalones de pijama porque ya era de noche y no iba a salir.
- Oh... - escuché decir a Stiles justo cuando conseguí abrocharme el sujetador.
Me giré para mirarle.
- ¿Cuánto tiempo llevas despierto? - pregunté.
- Unos siete segundos - respondió estirándose - Creo que...
- Silencio - interrumpí levantando la mano cuando escuché un ruido.
- ¿Qué...?
- Alguien acaba de entrar y está subiendo las escaleras - dije intentando oír mejor.
Sin pensármelo dos veces saqué las garras y los colmillos.
- Espera, espera, ¿vas a ver quien es en sujetador? - preguntó.
- Si, no importa - respondí mirando fijamente a la puerta cerrada esperando a que se abriera.
- A mí sí me importa... - escuché susurrar a Stiles y no pude evitar sonrojarme.
- Y a mí me importa más evitar que te pase algo - contesté.
- Ya, pero...
- Silencio - volví a decir.
De pronto la puerta se abrió bruscamente dejando ver a un Liam furioso transformado en hombre lobo.
- ¿¡Liam!? - exclamé.
No respondió, si no que me cogió del cuello y me golpeó contra la pared.
- ¿¡Qué haces!? - gritó Stiles levantándose de un salto de la cama y luego se tambaleó.
- Oye... No puedo... Respirar... - exhalé.
Me estaba asfixiando.
- ¡Para! - añadió - ¡Vas a matarla!
- Liam... - dije poniendo mis ojos de color rojo.
Conseguí que aflojara el agarre de sus manos en mi cuello y no dudé en rugir lo más fuerte que pude para que se alejara.
Mi idea dio resultado, se apartó y cayó al suelo volviéndose humano de nuevo.
Fui a su lado y le cogí la cara entre las manos.
- Mírame, Liam, mírame - supliqué y él lo hizo - Respira. Respira.
Logró calmarse y nos observó asustado.
- Lo siento... Me cuesta... Me cuesta controlarlo - dijo.
- Es normal, hoy es luna llena. Tranquilo - respondí.
- Lo siento - repitió.
- Está bien, no pasa nada, relájate - contesté sonriendo ligeramente.
Me llevé las manos al cuello y noté como mis dedos se humedecían. Liam había encajado sus garras en este haciéndome sangrar.
- ¿Estás bien? - preguntó.
- Sí, no tardará en curar - dije.
Después de unos segundos de silencio añadió:
- Creo que mejor me voy...
- ¿Seguro? Queda poco para media noche.
- Sí, Theo me estará buscando, estaré bien.
Le acompañe a la puerta y me despedí de él.
Volví a la habitación y me encontré a Stiles tumbado de nuevo en la cama.
- ¿Seguro que estás bien? - preguntó.
- Sí, ¿y tú? No creo que ese salto que has dado haya sido muy bueno - respondí sentándome a su lado.
- Sólo me he mareado un poco.
Lo miré detenidamente hasta que intentó volverse a levantar.
- Espera - puse una mano en su pierna obligándolo a sentarse de nuevo - ¿A dónde vas?
- A por algo de comer - respondió como si nada.
- Los médicos dijeron reposo. Si quieres algo me lo dices y te lo traigo.
- Pero... - hizo una pausa - Estoy harto de eso y eso que llevo como dos horas aquí..
- ¿Qué?
- Madison, no me gusta sentirme inútil.
- No eres inútil.
- ¿Ah, no? No puedo ni levantarme sin que me den mareos, tengo que pedirte hasta que me traigas un vaso de agua, Liam casi te mata y no he podido hacer nada para evitarlo... - dijo mirándome a los ojos.
- Oye, no es tu culpa.
- Podría haber hecho algo.
- Stiles... - susurré cogiéndole la mano.
- No soy como tú, ni como Scott, Liam o Malia. No soy fuerte, ni puedo curarme en segundos o defenderme con garras y colmillos. Soy débil, hiperactivo y a veces me dan ataques de pánico. Ni si quiera soy valiente...
- ¿Qué no eres valiente? ¿Cuántas veces nos has salvado gracias a tu valentía?
- Pocas comparadas con todas las que me habéis salvado vosotros a mí. Eres una mujer lob...
- ¿Crees que he elegido serlo? - le interrumpí - ¿Crees que elegí que esa noche un Alfa me mordiera? Tener una parte de lobo tiene sus cosas buenas como correr más rápido o escuchar y oler cosas que los demás no pueden, pero también estás en constante peligro de que alguien te cace o quiera matarte.
- No, creo que hayas elegido nada, pero  lo que quiero decir es que me cuesta ayudaros siendo sólo un humano.
- Solo un humano... - repetí sus palabras - El simple hecho de que seas un humano nos ha salvado de muchas ¿No te acuerdas de esa vez en el instituto que envenenaron a todas las criaturas sobrenaturales e íbamos a morir? ¿Quién estaba allí para salvarnos? ¡Tú! Stiles, parece que odias ser humano, como si no tuvieras ninguna cualidad buena. Eres inteligente, muy inteligente, es más, eres el más inteligente de toda la manada y eso es más que suficiente. A parte de que tienes la capacidad de idear planes enseguida o piensas en cosas importantes de las que nadie se acuerda. Y eso me encanta, me atrae. Sé que piensas que no sirves para nada y que no te gusta como eres. Pero a mí sí, amo tu forma de ser, por dentro y por fuera. Pero odio que no te valores. Así que si no quieres que vuelva a repetirte todo esto, no vuelvas a decir que eres inútil, porque no lo eres.
Me miró fijamente y de un momento a otro tenía sus labios pegados a los míos.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo como todas las escasas veces que nos habíamos besado.
- ¿Sabes? Ha sido un poco raro hablar de esto contigo en sujetador - dijo cuando nos separamos.
Y ahí estaba el Stiles de siempre, el Stiles que me gustaba.
- Igual es mejor que me vista - respondí riendo.
Me levanté y cogí una camiseta para después ponérmela sin dejar de sentir su atenta mirada recorriendo mi cuerpo.

STAUNCH / Stiles Stilinski Donde viven las historias. Descúbrelo ahora