STAUNCH / Stiles Stilinski

Capítulo 3

Salí de allí tan rápido como mis piernas me lo permitieron y me metí en el baño del instituto mientras oía los tacones de Lydia y las zapatillas de Malia por el pasillo.
- Mad, ¿estás bien? - dijo Lydia al otro lado de la puerta que yo había cerrado.
- Quiero estar sola - respondí secamente.
- Solo queremos hablar... - añadió Malia.
- Quiero estar sola - repetí cerrando los ojos.
- Está bien... - dijo mi mejor amiga sabiendo que no iba a ceder y escuché atentamente como se iban de allí.
¿Stiles enserio había dicho eso?
No pensaba dejarlo pasar.
Si quería pelea la tendría.
- ¿Madison? - escuché su voz detrás de la puerta.
Decidí no contestar y fui silenciosamente hasta los lavabos.
- ¿Puedo pasar? - preguntó y volví a quedarme en silencio - Me tomaré eso como un sí...
Y abrió la puerta quedándose cara a cara conmigo.
- ¿Qué? - dije.
- No... No quería decir eso... - comenzó.
- Pero lo dijiste.
- Lo siento - se disculpó mirándome a los ojos.
- Déjame en paz - contesté y salí de los baños.
Caminé por los pasillos dispuesta a buscar a Scott para que me llevase a casa pero un brazo me detuvo.
- Espera - dijo Stiles de nuevo.
- Suéltame - respondí intentando no mirarle.
- No. Lo siento, no quise...
- ¡Suéltame! - repetí consiguiendo que lo hiciera.
- No quería decir eso.
- Pues lo dijiste. Dijiste que era mejor no ser amigos, ¿pues sabes qué? Ya no lo somos - finalicé apretando los puños saliendo por la puerta.
Busqué a mi hermano entre toda la gente que quedaba en el campo.
- ¿Mad? - le oí llamarme y me dirigí hasta él - ¿Qué pasa? - preguntó al verme.
- ¿Puedes llevarme a casa? - respondí y luego me fijé en que Stiles estaba detrás nuestro con cara de culpabilidad.
Scott se dió la vuelta al darse cuenta de que no le miraba a él y frunció el ceño.
- Ahora - le pedí.
Él asintió sin comprender y fuimos hasta el coche.
- ¿Qué ha pasado? - dijo cerrando la puerta.
- Nada - respondí secamente.
- Madison si Stiles ha hecho algo yo...
- ¡Solo hemos discutido! ¿Vale? No quiero hablar del tema.
Y sin decir ni una palabra más arrancó y fuimos a casa.

Al día siguiente, me levanté con miles de llamadas y mensajes de Stiles disculpándose pero decidí no hacerles caso.
Después de desayunar, salí de la ducha y me puse unos vaqueros negros y una sudadera unas cuantas tallas más grandes para estar cómoda. Me hice una coleta alta mientras me mentalizaba a mí misma diciéndome que iba a verle y aunque ya no fuese mi amigo seguía siendo el de Lydia, Scott, Malia e incluso Liam.
Llegué al instituto acompañada de Lyd a la que había informado de todo lo ocurrido el día anterior, al igual que Stiles a mi hermano seguramente.
- No vas a poder estar enfadada con el eternamente - dijo mi mejor amiga cerrando su taquilla.
- Le odio - respondí cruzándome de brazos.
- No es verdad...
- Ya - admití mirando al suelo - Pero no pienso ni mirarle a la cara.
Mi plan falló en cuanto nos acercamos al grupo y mi mirada se desvió hacia la de Stiles descubriendo que me estaba observando. Estaban todos hablando pero cuando llegué reinó el silencio, al parecer todos sabían lo que había ocurrido.
¿Por qué nadie entablaba un tema de conversación?
Mi mejor amigo, aunque ya no podía llamarle así, estaba apoyado en mi taquilla, justamente cuando yo tenía que sacar mis libros de ésta. Carraspeé un poco acercándome para indicarle que se quitase y él se apartó torpemente como si le hubiese asustado. Saqué lo que necesitaba y di gracias mentalmente cuando Liam se acercó al grupo inocentemente.
- ¡Hola! - saludó sonriente - ¿Vamos? - preguntó mirándome y pude oír a Stiles resoplar.
Asentí aliviada y miré a todos, menos a mi "ex mejor amigo" , despidiéndome para después ir con Liam hasta el aula de Química.
- ¿Qué ocurre? - dijo tomando asiento.
- ¿Qué? - respondí sin entender.
- A tí, estás rara.
- No es nada... - contesté sentándome.
- Sabes que puedes contarme​ - añadió mirándome fijamente.
Noté mi corazón acelerarse en ese momento, ¿por qué me sentía así cuando estaba con él?
- Stiles y yo discutimos ayer...
- Oh, ya veo por donde va la cosa.
- Dijo que era mejor que no fuesemos amigos y me cabreé muchísimo, de hecho, sigo cabreada. No entiendo por qué me molestó tanto...
- Supongo que porque es tu mejor amigo y te importa - respondió en voz baja al ver que el profesor había entrado en clase.
- Me importaba - le corregí sabiendo que era mentira.
- ¿En serio? ¿Te vas a poner así por lo que dijo? - preguntó él y supe que pensaba que era una imbécil.
- Me dolió, ¿vale? - dije intentando excusarme - Era mi mejor amigo...
- Lo dices como si hubiese muerto Mad. Además vais a acabar reconciliando lo quieras o no, dile que sientes haberte enfadado y ya, fácil.
- Creo que mi orgullo no va a permitírmelo... - admití.
- Dunbar, McCall, ¿queréis compartir vuestra charla con el resto de la clase? - dijo el estúpido señor Harris, el profesor de Química.
- Lo siento pero no - dije con arrogancia.
- ¿Prefiere ir a retención después de clase con su amiguito Dunbar? - respondió con el mismo tono.
- Prefiero seguir con la clase si no le importa.
- ¿No va a contarnos de que hablaban? - insistió.
- ¿No me ha oído antes? He dicho que no.
- Perfecto, los veo en retención, a usted y a Dunbar después de clase - dijo sonriendo con superioridad.
Le sonreí de la misma manera soltando un bufido y miré a Liam diciéndole "lo siento" con los ojos.
Retención después de clase, genial.

Liam y yo llegamos a la biblioteca, que estaba vacía a excepción del profesor Harris, que estaba en una mesa con un vasito de café en la mano sonriéndonos malignamente.
- Pónganse a colocar estos libros por favor - pidió señalando un montón de éstos en un carrito mientras se levantaba.
- ¿A dónde va? - pregunté al ver que había recogido todo.
- Eso no es de su incumbencia - respondió - Ah, y hasta que no acaben con todos los libros no podrán salir de aquí.
- ¿Es enserio? - dije cuando salió por la puerta.
- Eso parece - contestó mi amigo mientras miraba los libros embobado.
- Stilinski, llega tarde - oí decir a Harris en el pasillo
No podía ser... ¿Stiles también estaba castigado?
Intenté no pensar que tendría que estar en la misma sala que él y me puse seria en cuanto entró a la biblioteca.
- Hola... - saludó y escuché su pulso acelerarse al vernos.
- Hola, hay que colocar todo esto - respondió Liam.
Stiles asintió y me miró, pero yo aparté la vista rápidamente incómoda.
El rubio lo notó, porque me tocó el brazo para que fuese con él hasta el carrito.
- ¿Por qué ha venido? - dije en voz baja una vez que nos alejamos de Stiles.
- No lo sé, ¿tal vez porque a él también lo han castigado? - respondió Liam burlonamente.
- Me pone nerviosa - contesté poniendo un libro en la estantería.
- Actuáis como niños de diez años - dijo poniendo los ojos en blanco.
Negué con la cabeza y volví al carrito dejando a Liam colocando unos cuantos libros más. Cogí varios más y me di la vuelta encontrándome a Stiles cara a cara. Agaché la vista y fui hacia la sección de Historia sin decir ni una palabra.
- Mad... - me llamó pero no quise mirarle.
Me puse de puntillas para colocar un libro en la balda más alta de la estantería y estiré mi brazo pero aún así no llegaba.
Stiles se acercó a mí, me quitó el libro de las manos y lo colocó sin hacer ningún esfuerzo, odiaba que fuese tan alto.
- ¿No vas a decir nada? - preguntó poniéndose delante mío.
- ¿Qué quieres que diga? - respondí girando la cabeza hacia otro lado.
- Vamos, no seas cría... - dijo tomando mi barbilla con los dedos obligándome a mirarle a los ojos.
- Dijiste que era mejor no ser amigos, pues ya tienes lo que querías.
- Sabes que cuando me enfado digo cosas que en realidad no pienso... A demás no entiendo por qué te molestó tanto - respondió sin quitar su vista de la mía.
Ni yo misma lo sabía.
- ¡Pues me molestó y punto! Deja de...
- Escúchame - me pidió, aunque yo no estaba dispuesta.
- ¡No, no quiero que...!
No me dejó acabar porque había juntado sus labios con los míos.