Unos días más tarde estaba de camino a casa de Liam, no le había avisado, sabía que lo estaba pasando mal por la luna llena y quería distraerle un rato.
Cogí la llave de detrás de la maceta, él me había dicho que estaba allí, y abrí intentando hacer el mínimo ruido.
Subí las escaleras centrándome más en estar en silencio que en escuchar lo que Liam estaba haciendo.
- He pensado que... - dije abriendo la puerta.
Pero no pude continuar.
Liam y Theo estaban en su cama con apenas ropa besándose. Theo y Liam. Besándose. Casi desnudos.
- ¡Madison! - exclamó el rubio y se levantó rápidamente.
Negué con la cabeza incapaz de hablar mientras veía como ambos me miraban sorprendidos a la vez que se vestían y salí por la puerta.
- Espera. Espera. Lo puedo explicar - dijo Liam.
- ¿Explicar el qué? ¿Que te acabo de encontrar engañándome? - pregunté en la calle.
- Madison, tranquila.
- ¿Tranquila? ¡¿Tranquila?! - respondí chillando esta vez.
- Deja que te explique todo - contestó levantando las manos. Su cara revelaba lo culpable que se sentía.
- No. No quiero - comencé a caminar pero él me sujetó el brazo.
- No quería que te enterases de esta forma...
- De está forma... - repetí sus palabras - ¿Qué te pasa? Hace más de tres semanas dijiste que te gustaba.
- Mentí...
- ¿Has estado mintiendo todo el tiempo? - pregunté sintiendo como el nudo de mi garganta se hacía cada vez más grande. Él asintió - ¿Por qué?
- Me gusta Theo, ¿vale? - esas palabras me atravesaron como puñales - No quería que nadie se enterase de que me atraen los chicos y quise salir contigo para disimularlo.
- Me has mentido... Me has engañado... ¿Y todo por tapar el que te gustan los chicos? - dije y sin darme cuenta estaba llorando.
- Lo siento, no quería hacerlo...
- ¡Y aún así lo has hecho! - exclamé.
- Lo siento, Madison, lo siento, perdóname.
- ¿Perdonarte? - respondí riendo amargamente - Me has perdido Liam.
Giré sobré mis talones y salí de allí con su mirada de culpabilidad grabada en la mente.Cerré con un portazo y subí las escaleras lo más rápido que pude.
- ¿Madison? - preguntó mi hermano cuando pase por delante de su habitación.
Por el olor supe que no se encontraba solo, Stiles estaba con él.
No respondí, si no que fui a mi cuarto y me encerré para después tirarme en la cama.
Intenté no llorar, lo intenté con todas mis fuerzas, pero no pude evitar acabar haciéndolo.
Liam Dunbar, el bueno de Liam Dunbar, me engañaba.
Enterré la cara en la almohada ignorando a Scott y Stiles hablándome desde la otra sala mientras pensaba en como olvidar todo lo que había pasado.
No entendía por qué no dejaban de salir lágrimas de mis ojos, no dolía tanto. Solamente me molestaba y tampoco lo entendía. ¿No se suponía que tenía que doler? Porque era de la persona que estaba enamorada, la persona a la que quería, ¿verdad? O igual no. Igual tampoco le quería tanto. Es decir, me gustaba, ¿pero tanto hasta el punto de estar enamorada? No lo sabía.
De repente alguien abrió la puerta de mi habitación y se sentó a un costado de la cama.
Stiles.
- Scott ha olido lo enfadada que estás y piensa que a mí me contarás el por qué - comentó revolviéndose incómodo a mi lado - Aunque creo que no, supongo que son problemas de chicas y yo no sé nada de chicas... - añadió hablando consigo mismo.
No dije nada, solo me quedé escuchándole atentamente.
- Se quería quedar en la cocina para oir si me decías algo pero le he obligado a irse - volvió a hablar.
Destapé mi rostro y me senté con las piernas cruzadas mientras me secaba los ojos.
- ¿Has estado...? Oh sí, has estado llorando - dijo mirándome - No sé como consolar a una persona que llora, nunca he sabido...
- Estoy bien - interrumpí cuando estuve segura.
Le miré a los ojos, esos ojos de color avellana que más de una vez me habían dejado hipnotizada sin saber por qué y todos esos incontables lunares repartidos por su rostro. Luego observé sus labios y me sorprendí a mi misma pensando en besarlos. Estaba segura de que no se daba cuenta ni de una cuarta parte de lo atractivo que era.
- ¿Seguro? Porque que llores no suele significar que estés bien - respondió girándose más para verme mejor.
Bajé la vista hacia las manos, que estaban en mi regazo sin saber que decir.
- ¿Quieres hablar? - preguntó al cabo de unos segundos.
- Liam y yo hemos terminado - solté sintiendo como me quitaba un gran peso de encima.
- ¿Que Liam y tú qué? - dijo abriendo mucho los ojos y la boca.
- Le pillé enrollándose con Theo - respondí.
- ¡¿Qué?! - gritó está vez.
- En casa de Liam - contesté y el abrió más la boca - En su cama.
- ¡¿Liam y Theo son gays?! - exclamó.
- Shhh - dije para que se callase - Se va a enterar todo el vecindario.
- Dios mío... - murmuró.
- Ya... - susurré volviendo a mirar mis manos.
No hacia falta que le dijese que era un secreto que quedaba entre nosotros, él ya lo sabía.
- Sé que ya lo has dicho pero... ¿Segura de que estás bien? - preguntó.
- Creo que sí. La verdad es que no me duele tanto como pensaba que iba a doler, es decir, es la persona que me gusta o me gustaba... Y me ha engañado, ¿no debería doler? - dije mirándole.
- Igual no era la persona correcta - murmuró aunque conseguí oírlo.
- No lo sé... Supongo que lo que ha hecho demuestra que no lo es - respondí poniéndome de pié y él me imitó.
Escuché su pulso acelerarse y en un segundo tenía sus brazos rodeando mi cuerpo suavemente. Lo abracé cerrando los ojos y escondí la cara en el hueco su cuello, aspirando su olor.
Pensé en la suerte que tenía de tener a Stiles a mi lado y en ese momento, me di cuenta de todo. De todo lo que sentía por él. De que había estado tapando el hecho de que me gustaba Stiles saliendo con Liam. Entendí por qué no me dolía lo que había hecho, porque quién de verdad me importaba era mi mejor amigo. Estaba enamorada de él, de ese chico flacucho y pálido, sarcástico y lleno de lunares. Pero le gustaba alguien y estaba más que segura que ese alguien no era yo.
Segundos más tarde me separé casi incapaz de darme cuenta de lo que pasaba y nos volvimos a quedar en silencio, no era incómodo, pero tampoco es que me agradase.
- Sé que no es el mejor momento pero necesito decirte quién es la chica que me gusta - dijo de repente.
- ¿Seguro? - pregunté preparándome para disimular la tristeza.
- Sí... - respondió y se quedó callado, como si estuviera esperando.
- ¿Qué?
- ¿Aún no te has dado cuenta?
- ¿De qué? - contesté.
- Eras tú desde el principio.
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STAUNCH / Stiles Stilinski
Fanfictionhistoria basada en Teen Wolf. está alterada cronológicamente respecto a la serie. no me pertenece ningún personaje, excepto la protagonista, pero puede que a lo largo de la novela surjan más. entera escrita por mí. ¡espero que les gus...