Capítulo 16

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Cuatro días. Habían pasado cuatro días en los que ni Scott ni yo nos habíamos movido de aquellos sillones.
Hacía unos veinte minutos que el doctor nos había dicho que Stiles había mejorado, aún no despertaba pero sus heridas se estaban curando y eso era buena señal.
- Chicos... - nos llamó el Sheriff - Id a casa.
- Lo siento pero no - respondí.
- Por lo menos daros una ducha - suplicó.
- Madison igual deberíamos... - dijo mi hermano - Una ducha no nos vendría mal.
Negué con la cabeza.
- Si pasa cualquier cosa os llamo - añadió el padre de Stiles.
No me quedó más remedio que acceder.

- Ni si quiera se si esto está bien - dije mirando a Scott.
- ¿Por qué?
- Nuestro mejor amigo está en el hospital y nosotros duchándonos en casa - respondí.
- Mad, no podemos hacer nada. Además olemos mal - bromeó.
- Tengo miedo - susurré.
- Yo también, pero es fuerte y saldrá de esta.
Estaba harta de escuchar esas palabras "es un chico fuerte" , "tranquila saldrá de esta, siempre lo hace". Llevaba cuatro días seguidos escuchándolas.
De pronto sentí sus brazos rodearme y apretarme contra su pecho con fuerza. No tardé en corresponderle.
- No sé qué haría si no te tuviera - dijo en voz baja contra mi pelo.
Lo abracé más fuerte.
Froté su espalda con suavidad durante unos segundos.
- Te dejo el baño primero - respondí cuando nos separamos.

- ¡Scott! ¡Vamos levanta! - chillé saliendo del baño con el pelo mojado.
- ¿Qué pasa? - preguntó.
- ¡Stiles ha despertado! - exclamé y él me miró con los ojos como platos - ¡Corre!
- ¡Ya voy! - dijo palpándose los bolsillos - Las llaves del coche... ¿¡Y las llaves del coche!?
- ¡No lo sé!
Fue hasta la entrada y rebuscó en su cazadora.
- ¡Las tengo! - gritó enseñándomelas victorioso.
- ¡Vamos! - volví a decir.
Abrimos la puerta y corrimos hasta el coche.
Scott arrancó y pusimos rumbo al hospital.

- Lo siento, pero hasta dentro de un par de horas sólo pueden verle los familiares - explicó el doctor.
El Sheriff nos miró por un momento y entró en la habitación de Stiles.
Estaban todos allí, Lydia, Malia, Theo, Liam, e incluso Mason, que ya había sido informado del mundo sobrenatural.
Caminé de un lado a otro mordiéndome las uñas.
Estaba nerviosa. Realmente nerviosa.
- ¿Mad?
Me giré y vi a Liam mirándome.
- ¿Podemos hablar? - preguntó.
- No lo sé - respondí mirando al suelo.
- Es importante - insistió.
Dirigió una mirada fugaz a Theo que asintió desde el sillón.
- Está bien - cedí.
Seguí al rubio por todo el hospital hasta que salimos a azotea.
- ¿Qué hacemos aquí? - dije.
- Siento todo lo que pasó entre nosotros - soltó y luego se sentó en el suelo apoyando la espalda contra la pared - Soy un imbécil por haberte engañado. Lo siento. De verdad.
- ¿Sabes? Pensé que iba a estar enfadada contigo toda la vida, pero la verdad es que siento que lo del otro día pasó hace mucho. Es como si casi ni lo recordase - respondí tomando asiento a su lado.
- ¿En serio? Sé que no sirve como justificación, pero me daba miedo que todos descubrieran lo que soy...
- ¿Lo que eres?
- Gay... - susurró tan bajo que casi no pude oírle.
- Liam, entiendo que estuvieras asustado por lo que los demás dijeran o pensaran, pero hablas como si ser gay fuera malo.
- Lo sé, pero es que me da vergüenza admitirlo...
- ¿Y a Theo le da vergüenza?
- Que va. Theo me besa en la calle, en el instituto e incluso delante de mi padre. Dice que está enamorado de mí y que le da igual lo que los demás piensen - explicó rascándose la nuca.
- ¿Y eso es malo?
- No. Pero él es valiente y no tiene complejos. A mí todo me da vergüenza. Aunque cuando estoy con Theo eso se me olvida. Él me hace olvidarlo - añadió.
Me encantaba como hablaba de él.
- Se nota que te gusta de verdad - dije mirándole.
- Sí - hizo una pausa - Oye si te incomoda hablar de esto yo...
- ¡No! No me incomoda. Me alegra - me observó frunciendo el ceño - Es decir, no me alegra que me engañaras y mintieras durante todo ese tiempo, pero me gusta que seas feliz.
- Gracias - murmuró - ¿Y tú?
- ¿Yo qué?
- ¿Estás bien?
Me tomé un tiempo para responder.
- Ahora mismo sinceramente no. Mi mejor amigo acaba de despertar de una especie de coma, he estado secuestrada con él dos días, así que creo que no estoy muy bien.
- Sabes que me tienes para lo que quieras - dijo.
En ese momento me sentí cómoda. Sabía que podía confiar en él.
- Stiles me gusta - confesé.
- ¿Y él lo sabe?
- Sí.
- ¿Y...?
- Y yo le gusto a él.
- ¿Entonces por qué no estáis juntos? - preguntó.
- Le dije que necesitaba tiempo para arreglar todo lo que pasó contigo... Así que supongo que tendré que decirle que quiero estar con él cuanto antes - respondí con el corazón en la garganta.
- ¿Eso significa que lo nuestro está arreglado?
- Sí.
Sonrió.
Nos quedamos unos segundos en silencio.
- Y pensar que aquí es donde tu hermano me convirtió en hombre lobo... - dijo mirando al cielo.
- Parece que ha sido hace años.
- Lo sé.
- Me alegro de que seas mi beta - añadí sonriendo mientras me levantaba.
- Y yo de que seas mi alfa - contestó imitando mi gesto.
Lo miré orgullosa.
Liam había sido mi amigo, incluso el chico que me gustó en su día... Pero lo que tenía muy claro es que era mi beta y eso lo unía a mí de una manera muy especial.

STAUNCH / Stiles Stilinski Donde viven las historias. Descúbrelo ahora