STAUNCH / Stiles Stilinski

Capítulo 14

NARRA SCOTT

Escuché a alguien llamar a la puerta de mi habitación.
Me levanté de mala gana y la abrí.
- Scott - dijo Malia desde el pasillo.
- ¿Qué haces aquí? - pregunté.
- ¿Quieres hablar?
- Estoy bien - respondí.
- Por eso llevas aquí desde que Madison y Stiles han desaparecido, ¿no? - contestó cruzándose de brazos.
Bufé.
- Pasa - dije y después cerré la puerta detrás suyo.
Ella sonrió y se sentó en mi cama.
- Tengo miedo - confesé poniéndome a su lado - Tengo miedo de que les haya pasado algo.
- Estarán bien, además, sólo llevan desaparecidos un día, igual querían pasar tiempo juntos... - puso un mechón de pelo detrás de su oreja.
- Me habrían avisado y cogerían el teléfono.
- Scott, tranquilo, si les ha ocurrido algo conseguiremos dar con ellos.
Lentamente, acercó su mano a la mía la cogió.
- Eso espero... No puedo perder a mi hermana y a mi mejor amigo - entrelacé nuestros dedos.
- No vas a perderlos, estoy segura.
Me quedé mirándola fijamente y no pude evitar que mis ojos se desviasen a sus labios.
Tenía ganas de besarla...
Así que dejé de darle vueltas y lo hice.
Cogí su rostro con las manos y junté sus labios con los míos.
Sentí como sonreía ligeramente lo que provocó que yo lo hiciera también.
Se separó lo suficiente como para poder mirarme a los ojos.
- Sabes que no te veo sólo como un amigo, ¿verdad? - dijo y se mordió el labio inferior.
- Yo tampoco - respondí.
Puso su mano en mi nuca y tiró de mí para volver a besarme.
Coloqué mi mano en su cintura, acercándola a mi e intensificando el beso.
Sabía cómo era Malia, le gustaba hacer lo primero que pasaba por su cabeza así que no me sorprendí cuando pasó una pierna por encima de mí y se sentó en mi regazo.
Coloqué las manos más abajo, atreviéndome a tocar su trasero. Y pareció gustarle porque sonrió.
Llevó sus manos a mi cuello y las subió para enredar los dedos en mi pelo.
Cogió el borde de mi camiseta y tiró hacia arriba para que me la quitase.
Después de hacerlo me empujó hacia atrás tumbándome en la cama y se puso encima.
- Chicos... - dijo alguien abriendo la puerta pero se calló al instante.
- Mierda - maldijo Malia quitándose de encima mío.
- ¿Liam? ¿Qué haces aquí? - pregunté poniéndome la camiseta.
- Creo que hemos encontrado un lugar en el que podrían estar Madison y Stiles.
- Podrías haber llamado... - añadí en un tono seco, todavía no le perdonaba lo que le había hecho a mi hermana.
- Lo siento, pensé que... No sé. Pensé que estabas solo - respondió rascándose la nuca - Os... Os espero abajo.
Y salió de la habitación atropelladamente.
- Sé que quieres aclarar todo esto pero necesito encontrarles - dije mirándola.
- Lo entiendo. Vamos - contestó cogiéndome la mano.