El viernes de esa semana era el cumpleaños de Stiles, llevaba planeando una sorpresa desde hacía mucho tiempo y no sabía si iba a salir bien.
Había pensado en ir a su casa a despertarle, ya había pedido permiso al Sheriff y él había aceptado enseguida, no iríamos al instituto. Scott me llamaría diciendo que el kanima estaba atacando de nuevo y llevaría a Stiles hasta el lugar que mi hermano nos había dicho. Y allí la manada y yo tendríamos organizada una fiesta sorpresa para él.La semana pasó y llegó el día.
El despertador sonó a las seis y media de la mañana, media hora antes de lo normal.
Me levanté rápidamente y fui a darme una ducha.
Diez minutos más tarde estaba decidiendo que ponerme mientras cepillaba mi desordenado cabello.
Al final opté por unos vaqueros oscuros y la enorme sudadera de Lacrosse de Stiles porque sabía que le encantaba que me pusiera su ropa.
Después de hacerme una coleta alta y meter en mi mochila algunas cosas esenciales como las llaves o el móvil fui a la habitación de Scott y entré sin llamar.
Subí la persiana y vi como se revolvía haciendo sonidos extraños.
- Vamos, en poco más de una hora tienes que estar con todos los demás - dije acercándome a su cama y revolviéndole el pelo.
- ¿Qué hora es? - preguntó con la voz ronca.
- Las siete menos diez. Vamos, vamos, vamos - le presioné mientras daba pequeñas palmadas en el aire.
Salí de allí y fui hasta la cocina.
Abrí el frigorífico y saqué la cajita con el pequeño pastel que había comprado el día anterior.
Cogí una vela, un mechero y sus regalos para después meterlo todo en mi mochila cuidadosamente.
Cerré la puerta detrás de mí y fui hasta la casa de Stiles.Golpeé suavemente la ventana de la cocina con la intención de no hacer mucho ruido para no despertar a Stiles, aunque era difícil, porque solía dormir profundamente.
La puerta de su casa se abrió y el Sheriff salió a saludarme.
- Buenos días - dije sonriendo.
- Pasa - sonrió también y señaló las escaleras indicando que podía subir.
Entré y en cuanto puse el pie en el primer escalón el padre de Stiles dijo:
- Me alegra que mi hijo y tú por fin os hayáis declarado.
- ¿Qué? Espera... ¿Usted lo sabe? - pregunté girándome.
Se suponía que Stiles no iba a decirle nada e iba a dejar que se enterase por si solo ya que le daba demasiada vergüenza pero, ¿cómo se había enterado en una semana?
- Se os notaba mucho que los dos os queríais como algo más que amigos y ahora que pasáis mucho más tiempo juntos... Además he visto que el otro día os dabais un beso y llevas puesta su sudadera - respondió riendo.
- Oh...
- Tranquilízate Madison, estoy feliz porque vosotros dos también lo estáis.
- Gracias - sonreí.
- Y ya sabes que estoy aquí para cualquier cosa - contestó.
Asentí y volví a girarme para después comenzar a subir las escaleras. Pero a los pocos segundos me paré y me di la vuelta. El Sheriff seguía ahí, así que no pude evitar bajar corriendo y abrazarle.
Era como mi segundo padre, le quería igual que a uno.
- Ahora sube a despertarle y divertíos - dijo frotando mi espalda.
Me separé y fui hasta el cuarto de Stiles.
Abrí la puerta haciendo el menor ruido posible y la cerré una vez dentro de su habitación.
La persiana estaba subida y él estaba completamente dormido.
Saqué el pastelito de la caja, puse la vela y la encendí para después dejarlo en la mesilla.
Me senté a su lado, en la cama y le observé.
- Stiles... - murmuré acariciándole el rostro.
Él se dió la vuelta, quedando boca abajo.
- Stiles - repetí esta vez un poco más alto.
- Mmmm... Cinco minutos más... - dijo.
- No, vamos, despierta - respondí aguantando la risa que me provocaba.
- Estoy despierto...
- Pues levántate.
- Papá... Déjame... - murmuró.
- Soy Madison.
- ¿Madison? - medio gritó y se sentó en la cama mientras bostezaba - ¿Qué haces aquí?
- Feliz cumpleaños - dije sonriendo y me acerqué a él para después dejar un beso sobre sus labios.
Parece que se despertó del todo porque abrió mucho los ojos sorprendido.
Iba a responder pero no le dejé porque cogí el pastelito y se lo puse delante de la cara.
- Pide un deseo - añadí.
- ¿Por qué te molestas tanto? Sabes que no me gusta que lo hagas - dijo mirándome.
- Porque es tu cumpleaños, te lo mereces. Ahora, pide un deseo - insistí.
Él negó con la cabeza sonriendo y apagó la vela cerrando los ojos.
Dejé el pastel en la mesilla de nuevo y le miré.
Él abrió los brazos y puso morritos dándome a entender que quería mimos.
- Espera - dije y abrí mi mochila de nuevo. Saqué dos paquetes y un sobre - Toma.
- Madison...
- Stiles... - le imité.
- Ya te he dicho que no quiero que me compres nada, te lo digo todos los años.
- Y yo te digo que lo voy a seguir haciendo - le saqué la lengua.
- Tonta - bromeó sonriendo.
- Idiota - dije de la misma forma.
Él negó con la cabeza y abrió el primer paquete.
- ¿¡Una gorra de los Mets!? - exclamó.
- Una gorra de los Mets - repetí riendo.
- Te habrá costado demasiado...
- Eso es lo de menos, sabía que la querías desde hace mucho - contesté.
- Gracias, gracias, gracias - dijo mirando la gorra como si fuese un tesoro.
- Abre el siguiente.
Cogió el segundo paquete y rompió el envoltorio.
Miró el regalo y levantó la vista para mirarme sonriente.
Eran dos fundas, una para su móvil y otra para el mío, pero con el detalle de que cada una tenía una foto de los dos juntos.
Era mi foto favorita, de antes de que saliéramos, los chicos acababan de ganar el partido de Lacrosse final, lo que significaba que eran los campeones de la liga. Recuerdo que bajé de las gradas corriendo; llevaba una camiseta de Stiles en la que ponía su número y su apellido, y las mejillas pintadas con dos líneas granates como la equipación del Beacon Hills, fui hasta mi mejor amigo y rodeé su cuello con mis brazos.
Y justo cuando rompimos el abrazo y nos miramos a los ojos sonrientes, el Sheriff sacó la foto.
Se nos veía felices, como si en ese momento no recordáramos que Stiles dejó de ser poseído por el Nogitsune días atrás, como si no recordáramos que habíamos perdido a Allison, como si no recordáramos que no éramos adolescentes normales.
Cogió la funda y la colocó en su teléfono para después mirarla sonriente.
- ¿Te gusta? - pregunté.
- Me encanta, no la voy a quitar nunca - respondió.
Fue un alivio que dijera eso, porque no sabía muy bien lo que regalarle.
Por último cogió el sobre y lo abrió.
- Star Wars... - leyó en voz alta.
- Son dos entradas de cine - expliqué.
- ¡Gracias! - exclamó - ¡Es la última que han sacado!
Me encantaba cuando Stiles se emocionaba como un niño.
- Pensé que te gustaría ir a verla.
- Si, si, si, si - dijo sonriendo - Gracias por todo en serio, no tenias que haberlo hecho.
- Deja de decir eso, te lo mereces.
Nos quedamos un rato mirándonos.
- Ven aquí... - murmuró él dejando los regalos a un lado.
Hice lo que me decía y Stiles fundió nuestros labios en un beso lento.
- Gracias - repitió sin separarse.
De repente sonó mi móvil, interrumpiéndonos.
Lo cogí, era Scott.Siento actualizar cada 1000 años pero tenía escritos los dos siguientes capítulos y se me han borrado así que estoy intentando reescribirlos al igual que me ha pasado con este también :'v
Intentaré subir nueva parte pronto ♡
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STAUNCH / Stiles Stilinski
Fanfictionhistoria basada en Teen Wolf. está alterada cronológicamente respecto a la serie. no me pertenece ningún personaje, excepto la protagonista, pero puede que a lo largo de la novela surjan más. entera escrita por mí. ¡espero que les gus...