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El sábado me la paso encerrado en mi cuarto, tengo una tristeza aplastante. Me quedo acostado en mi cama, con los auriculares puestos. Escuchar música triste nunca ha sido lo mío, si algo me pone mal, lo dejo pasar; Le doy el mando al peter que todo lo puede y ya está. Pero poner atención en la letra de una canción, y saber que hay gente que se ha sentido de la misma manera o incluso se siente así, no es masoquismo; simplemente te ayuda a aliviar un poco de tus remordimientos. He estado pensando en los posibles desenlaces que hubiera tenido mi relación con covey, de haberme comportado correctamente. Pero el problema está en que no hay vuelta atrás.

Por la noche mamá toca la puerta de mi habitación, y no espera a que hable, solo se escurre entre la oscuridad. Cuando enciende la luz de mi lámpara me hundo debajo de mi cobija.

Mamá deja escapar una risita y se sienta a mi lado. —¿Que te ocurre cariño?

—Nada, solo quiero dormir. —Digo, aun tapado.

—Esconderte en tu habitación, no suena como nada. —Dice dulcemente y me destapa lentamente.

Parpadeo, la luz que da mi lámpara, bien podría parecer el mismo sol en este momento. Mamá me mira esperando a que hable.

—Lara jean termino conmigo.

Mamá asiente y por su rostro puedo saber que no le sorprende. —¿Por qué? —Pregunta.

—Me vio abrazando a gen. —Mamá frunce el ceño. —Estaba llorando, esta tarde su padre tomo sus cosas de su casa y se marchó.

Una mirada triste cruza por el rostro de mamá. Desvía su mirada de la mía, y quita una pelusa imaginaria de su falda. —Lo lamento por ellas. —Dice. —¿Lara jean no pudo entenderlo?

Niego con la cabeza. —Ella no sabe nada sobre el padre de gen.

—¿Por qué no?

—Gen no quiere que nadie se entere, y no es que lara jean vaya a contárselo a todo el mundo, lo sé. Apostaría por ella.

No se lo digo a mamá, para no abrir la herida de cuando papá se fue; pero lo que en realidad gen no quiere, son miradas de lastima. Ver a alguien y que sus ojos solo reflejen. "Oh pobre chico" Puede ser realmente demoledor, si no logras ignorarlo.

—Deberías decírselo y ahorrarte este mal trago peter. Apoyar a genevieve, no tiene que herirte. Mírate aquí en la oscuridad, sin comer y escuchando música triste. Ese no eres tú. —Dice acariciando mi mejilla.

Asiento y logro darle una sonrisa.

—Ahora baja y ven a cenar.

Lo hago, me siento en la mesa y aunque no estoy muy participativo, devoro todo.
Cuando regreso a mi habitación, compruebo mi móvil, que he estado ignorando todo el día.

Gen:
¿Estas ocupado?

Gen:
Estaba recordando, cuando salíamos a correr por las tardes en aquel campo lleno de flores de león. ¿Recuerdas como salían volando en el aire? Tomabas uno para mí, y me hacías pedir un deseo.

El último es de casi una hora.
Gen:
Sé que debes estar con lara jean. Es solo que me siento muy sola.

Dejo escapar un suspiro cansado, me quedo mirando mi teléfono sin saber que responderle. Lo último que quiero ahora es verla. Su tristeza y la mía juntas sería demasiado.
Mi teléfono se ilumina y comienza a sonar y vibrar. Es darrell.

—¿Que hay? —Digo al contestar.

—¿Dónde demonios estas? —Grita. Al fondo de su voz se escuchan gritos y música.

Pd. aun te amo - Peter kavinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora