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Por la mañana, me quedo en mi cuarto levantando todo el desorden que hice en la noche. Me quedo toda la mañana en mi habitación, aprovecho para sacar cosas viejas que ya ni siquiera toco. Mi corazón se quiebra un poco más, cuando encuentro un bate de béisbol que me regalo mi padre. Fue cuando cumplí diez años, nos llevó a owen y a mí toda la tarde del domingo, recuerdo que la cancha se veía tan grande, en aquel momento pensé que tardaría un día en recorrerla completa. Owen apenas podía sostener el guante en su pequeña mano. Miro el bate ahora pequeño en mis manos y lo arrojo de nuevo a mi closet, aun no me siento listo para deshacerme de él.

Mamá intenta hablar conmigo, pero no le cuento nada, muy dentro de mí tengo la esperanza de volver con Lara jean, y no quiero que mamá le tenga aversión. Y me siento peor cuando se va al trabajo con la expresión preocupada.

Gen me envía un mensaje:

¿Estás bien? Siento que terminara así.

No respondo, sé que en el fondo le alegra, lo vi en su expresión, se sentía satisfecha de tener la razón. Sé que lara jean no es una mala persona, pero mi parte mezquina, me dice a gritos que me voto por McClaren. Se escribían cartas y la cosa de la fiesta fue evidente no solo para mí, si gen lo percibió. He pensado en hablarle a Trevor para preguntarle, si fue obvio para el también, pero no lo hago; sería demasiado patético y desesperado.

Owen está sentado en la isla de la cocina con Mike, cuando entro en la cocina.

—Te vez como la mierda. —Dice owen.

—Vaya, gracias. —Ironizo.

Me sirvo jugo de naranja en un vaso y miro a los chicos. Ambos me observan sin decir nada. —¿En que andan hoy?

Owen niega con la cabeza. —Nada.

—Oh vamos, no creo que solo estén viéndose las caras.

Mike sonríe. Owen es muy parecido a mí, en realidad a mi padre. Ambos tenemos la mandíbula firme, y un buen aspecto. Pero Owen es más desenfadado, siempre lleva una camisa o sudadera sobre la playera y pantalones más grandes de su talla. Su cabello le cae sobre los ojos casi todo el tiempo, pienso que debe ser molesto, pero él tiene un ademan muy suyo, para retirar su cabello de la cara.

—¿Hay alguna chica que les guste? —Provoco. Owen queda rojo y desvía su mirada lejos de mí. Mike esta igual de avergonzado. —¿O chico? —Pregunto.

Ambos abren los ojos como platos. Mike dice: —Owen está enamorado de Regan. —Suelta.

—¿Qué demonios? —Espeta Owen dándole un manotazo en el brazo.

Mike se encoje de hombros. Yo sonrió y les digo. —Tranquilos, no tienen por qué avergonzarse, yo a su edad ya tenía novia.

—Lo sorprendente es que no esté embarazada. —Dice Owen riendo.

—Todas esas tarde en tu habitación, rechinando el colchón. —Se burla Mike.

Sonrió, aclaro mi garganta y digo. —Solo estudiábamos.

Ambos me dan una mirada como de "Si claro" Cosa que me hace reír. —Pero no estamos hablando de eso. ¿A qué base han llegado?

—Segunda base. —Dice Mike, muy orgulloso.

Owen se queda callado. —¿Y tú? —Le pregunto.

—Sabes, es raro hablar de esto contigo.

Asiento. —Bueno puede serlo. —Admito. —Pero no debería, así que si necesitan un consejo, pueden venir y preguntar.

Mike asiente y Owen dice: —si, como sea.

Pd. aun te amo - Peter kavinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora