47

10.3K 318 47
                                    



Estoy con los chicos en el entrenamiento de lacrosse. Todos están detenidos, porque Steve golpeo a tom tan fuerte, que tiene la pierna rota.

El entrenador esta agachado a su lado, mientras que tom gime por el dolor. Creo que está a punto de llorar.

El entrenador termina la clase y nos pide que nos marchemos, cuando la ambulancia llega. Nos cambiamos en silencio y caminamos hacia nuestros autos, ya empieza a oscurecer.

—Cuando lo vi colapsar en el césped, de verdad me asuste. —Dice Gabe.

—Esto me hace valorar mis piernas. —dice darrell.

—Si me pasa algo como eso, tienen que prometer que seguirán a mi lado. —Digo haciendo un puchero.

Eso los hace sonreir. —Claro, sere tu tercera pierna. —Dice Gabe.

Darrell suelta una carcajada tan sonora, que suena el eco detrás. —Eso suena tan mal chicos, consíganse un cuarto. —Se burla.

Me acerco a el y le cruzo mi brazo por los hombros. —Tu también me amas, no te resistas.

Darrell hace una mueca de asco y me aleja de un empujón. Gabe está teniendo un ataque de risa. Mi teléfono me asusta cuando suena en mi bolsillo. Lo saco y miro la pantalla.

Lara jean.

¿Puedes venir a la casa del árbol?
Te esperare...

Me quedo inmóvil mirando la pantalla, mi corazón palpita como un loco de nuevo. Los chicos están a mi lado, mirando mi móvil.

—Estamos de vuelta en el juego. —Grita Gabe.

Se alejan de mí, y chocan sus manos, satisfechos. Y yo no podría estar más agradecido por tenerlos.

* * *

Voy directo hacia la casa de lara jean, la calle está a oscuras, y tengo escalofríos. Trato de no poner muchas esperanzas al estar aquí, covey bien podría querer dejar las cosas finalizadas.

—¿Covey? —Grito cuando estoy de pie mirando la casa del árbol.

—Estoy aquí. —Grita.

Subo la escalera deprisa, y camino inclinado para no golpearme la cabeza. Me siento enfrente de ella, lo suficientemente lejos para no invadir su espacio, y a una distancia en la que pueda salir rápido, si esto sale mal.

—Mañana derribarán la casa —Dice.

—¿Ah, sí?

—Sí. Van a construir una glorieta. Ya sabes, como en Sonrisas y lágrimas. —Divaga.

—¿Por qué me has pedido que venga, Lara Jean? Sé que no era para hablar de Sonrisas y lágrimas.

—Sé lo de Genevieve. Su secreto.

Era eso, quiere hablar de ello. Echo la cabeza hacia atrás y dejo descansarla en la madera. —Su padre es un cabrón. Ya había engañado a su madre, pero nunca con alguien tan joven. Cuando las cosas se ponían muy feas con sus padres, Gen encontraba maneras de

Hacerse daño. Yo era el que debía protegerla. Era mi trabajo. A veces me asustaba, pero me gustaba... no sé... sentir que me necesitaban. Sé lo manipuladora que puede ser, siempre lo he sabido. En cierto modo, me resultaba más sencillo regresar hacia un terreno conocido. Creo que tal vez estaba asustado —digo, dejando salir el aire de mi pecho.

—¿De qué? —susurra.

—De decepcionarte. —Aparto mi mirada de ella. Mirarla duele, exponerme ante ella es estar completamente vulnerable: —Sé que el sexo es algo importante para ti. No quería echarlo a perder. Eres tan inocente, Lara Jean... Y hay tanta mierda en mi pasado...

Lara jean se queda mirando en la nada, pensativa. Su semblante esta relajado, se ve tan dulce como realmente es.

—¿Qué es lo que deseas, Lara Jean? Ahora que has ganado. Felicidades, por cierto. Lo has conseguido.

Lara jean me mira, con brillo en los ojos. —Deseo que las cosas pudieran volver a ser como eran entre nosotros. Que tú pudieras ser tú, y que yo pudiera ser yo, y que nos divirtiéramos juntos, y que fuera un primer amor tierno que recordara toda la vida.

—No hables como si estuviésemos condenados al fracaso. —susurro.

—No es mi intención. El primer amor no tiene por qué ser el último, pero siempre será el primero, y eso es especial. Los primeros son especiales.

—Tú no eres la primera. Pero eres la más especial para mí porque eres la chica a la que quiero, Lara Jean — Digo, firmemente. —Estoy loco por ti —continúo, mis mejillas arden y tengo una presión de emoción en el pecho. —¿No podemos...?

—¿Estás diciendo que yo también te vuelvo loco? —interrumpe.

—Estoy diciendo que me vuelves más loco que ninguna otra chica a la que haya conocido — Gruño.

Lara jean gate hacia mi, estira el brazo y pasa la yema de sus dedos por mi ceja, para quitarme el ceño fruncido. —En el contrato dijimos que no nos romperíamos el corazón. ¿Qué pasa si lo volvemos a hacer? —Pregunta.

—¿Y qué si lo hacemos? Si somos tan cautelosos, no pasará nada. Hagámoslo en serio de una puta vez, Lara Jean. Vayamos a por todas. Basta de redes de seguridad. Puedes romperme el corazón. Haz lo que quieras con él —digo con ferocidad. Mirando su rostro, estamos tan cerca que puedo verlo detalladamente. Pone su mano en mi pecho, sintiendo los latidos de mi corazón, que bombea como loco.
Despues toma mi mano y la pone sobre su corazón. —Cuídalo bien porque es tuyo.

Sus ojos están fijos en los míos, me mira con ternura. Es ese momento, es estar con ella, que me hace sentir y valorar todo lo afortunado que soy. Sujeto sus mejillas, la beso, y con ello me prometo ser mejor, hacer lo correcto para los dos. Estar siempre para ella, porque no será mi primer amor, pero quiero que sea el único...


Pd. aun te amo - Peter kavinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora