The Vampire Diaries Gay

la familia original

Narra Elían

Bajamos rápido y cuando mire en la puerta vi a Stefan parado en la puerta.

-Te buscan Elían.- dijo Jena burlona mirándome.

-Gracias, Stefan ¿que haces aqui?.- pregunte confundido.

Jena me miro incomoda y camino hacia la conina.

-No puedes ir al baile.- dijo con firmeza.

-Si Stefan, eso no lo decides tu.- dije un poco molesto.

- Am... Yo... Yo voy a ir con, ya saben yo... Voy a la conina.- dijo Lidia retirándose.

Narra Lidia

Elían estaba en un momento incomodo, fui a la cocina pero seguía escuchando su conversación.

-Elían, klaus estará en el baile, no podemos arriesgarnos .- dijo preocupado.

-Escucha, Stefan no detendré mi vida para siempre, que pase lo que tenga que pasar.- contesto Elían molesto.

-Solo escucha ¿si?, no puedes ir es arriesgado, tienes que quedarte en casa.- dijo aun firme.

-Lidia, vámonos.- grito Elían.

Salí de la cocina, tome mi bolso y me pare frente a ellos.

-Estoy lista.- dije sonriendo.

Elían me tomo de la mano sacamdome de casa.

-Sube yo conduzco.- dijo abriendo mi puerta y dio la vuelta al auto.

Mire a Stefan y el estaba serio, como si estuviera enojado, estaba mirándonos mientras Elían encendió el auto y arranco.
Condujo a la gran mansión y estaciono el auto.

-Llegamos.- dijo apagando el auto.

Bajamos de el auto y puso la alarma de robo con sus llaves.
Entramos a la gran mancion y vimos a un apuesto chico parado prente a la puerta.

-Bienvenidos a nuestro hogar.- dijo el apuesto hombre.- Soy Klaus, Klaus Mikaelson.-dijo sonriendo.

-Lidia, tenemos que irnos.- dijo Elían nervioso.

Yo estaba confundido pero no dije nada, el tenia sus razones posiblemente, nos dimos la vuelta y ya estaba frente a nosotros aquel rubio vampiro.

-Tu debes ser Elian, ¿verdas?.- dijo viendo a Elían con una sonrisa macabra.

Narra Elían

Stefan tenia razón, no debimos venir, me sentía en peligro, había un vampiro poderoso y con cientos de años que quería matarme para un extraño sacrificio.

Klaus me tomo de la mano para que después lo siguiera cuando de repente comenzó a gritar de dolor y a tirarse lentamente en el piso.

-Ya basta has que pare.- grito con dolor.

Me di la vuelta y vi a Bonnie parada a un lado de Lidia diciendo unas cosas en un extraño idioma.

-Entren.- dijo Bonnie señalando la fiesta.- El no los molestara.

Entramos a la fiesta y nos páramos a un lado de la entrada para esperar a Bonnie o ayudarla en caso de escuchar algún grito.

-Estas bien.- le pregunte a Lidia preocupado.