Capítulo 15. "I detest you. Or maybe not at all..."

191 21 11
                                    

 - ¿Ali? - repite de nuevo, sacudo la cabeza y miro a Peter esta vez para atenderle.

- Sí, sí, dime. ¿Cómo fue? - digo estableciendo contacto visual con sus ojos color miel.

- Ya te lo he dicho boba, ¡estoy dentro! - dice feliz en lo que yo le doy un fuerte abrazo intentando que mi mirada que vuelve a estar sobre le hombro de Peter no se cruce con la del idiota que no ha dejado de mirarme en todo momento.

- ¡Eso es genial Peter! ¡Me alegro muchísimo! - finjo entusiasmo, ¿Por qué finjo? Debería estar feliz por lo que Peter ha conseguido.

- Ven, te presentaré a algunos de los chicos - dice mientras tira de mi mano, genial, no hacía falta Peter.

Arrastro los pies de mala gana, no quiero conocerles, no quiero estar cerca de Louis, eso se acabó, no quiero saber nada de él, ni siquiera por qué está aquí, nada, me da igual todo lo que tenga que ver con él. Estoy delante de todos ellos, mi mirada pasa de unos a otros evitando a Louis en todo momento quien con su mirada aunque no la vea me intimida.

- Mira Ali estos son Jason, Mark, Robert, Steve y el capitán del equipo, Louis.

Dejo caer mi mirada sobe ellos intentando devolver las sonrisas que me dedica cada uno de los chicos allí presentes, exceptuando al imbécil de Louis, al que si existiera una mirada más asquerosa de la que le dedico habría sido para él en ese preciso instante.

- Chicos, ella es Ali, una compañera de clase y una gran amiga - Peter me mira dedicándome una sonrisa.

- O quizás solo calentará tu cama un par de noches y luego desaparecerá como hace con todos - las palabras saliendo de la boca de Louis acaban de rasgar mi corazón. Imbécil.

Trago saliva antes de contestar sus ofensivas palabras, deberían de darme igual, pero no lo hacen, me duelen, me duelen mucho, eso no ha estado bien por su parte. Todos me miran, expectantes, supongo que esperando algún tipo de respuesta por mi parte y ahí sigue él, con una sonrisa estúpida y mediocre dibujada en la cara, no debo darle el gusto de verme así, débil e indefensa, no otra vez.

- Quizás tienes envidia porque tú nunca lo conseguiste, no eres lo suficientemente hombre como vas haciendo creer a todos, capullo - escupo esas palabras con el mayor de los desprecios observando su mandíbula desencajarse, imagino que no se esperaba la más mínima de las respuestas por mí parte.

- Maldita zorra - aprieta la mandíbula con fuerza al igual que hace son sus puños colocados a cada uno de los lados de su cuerpo.

Le dedico la sonrisa más amplia que soy capaz de dibujar en mi rostro y me doy media vuelta para irme de aquel repugnante campo de fútbol. Camino hasta llegar a la salida de los vestuarios dónde me imagino que habrán ido los chicos a cambiarse. Me siento en un banco a esperar a qué salgan, bueno, técnicamente solo quiero esperar a Peter, le debo una disculpa y una explicación por el numerito que acabo de montar. Rebusco en mi bolso hasta encontrar los auriculares, los enchufo en mi móvil y pierdo la mirada en la pantalla de este a esperas de que salga intentando pasar lo más desapercibida posible.

- ¡Eh tú! - no, otra vez su estúpida voz no - le ignoro, no quiero tener nada que ver con él, es más, con lo de antes tuve bastante - ¡¿A caso estás sorda?! - tira con fuerza de los auriculares causando cierto dolor en mis oídos.

- ¡¿Se puede saber qué haces imbécil?! - me levanto del banco de un salto y le encaro, estoy harta de sus estupideces.

- ¡¿Qué mierdas ha sido lo de antes?! - está realmente enfadado, pero me da igual, no le voy a dar el gusto de ver como me acobardo ante sus gritos.

STRONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora