Siempre he creído en el amor, acerca de como tu estómago se remueve cada vez que miras a ésa persona y como tu piel se eriza ante su contacto.
Para una chica de 17 años, es normal creer en el amor y querer enamorarse. Pero para mí no, en mi familia el amor no es real, no existe, no es real en lo absoluto.
Mis padres se casaron por medio de un acuerdo entre familias cuando eran jóvenes. Muchas veces ellos me dijeron que se querían, pero nunca me dijeron que se amaban, nunca tenían ése contacto físico característico de los esposos, sólo se tomaban de las manos en público, pero nunca se besaban. Siempre se hablaban con frialdad y distancia, como cuando le hablas al vecino de la acera de enfrente.
Una noche, sentados en la mesa del comedor, comenzando a comer la cena, surgió el fatídico tema.
Mamá tomó un pedazo de pan y después miró a papá significativamente. Miré a mi plato de comida como si fuera la cosa más importante, tratando de no pensar en lo que creía que pasaría.
-Valedithya.- dijo papá, ordenándome indirectamente que levantara la vista hacia él.
Lo hice, muy a mi pesar.
-Tú sabes que estamos en crisis y necesitamos que llegue una gran inversión para recuperarla y seguir adelante...
Oh, no, no.
-..Y como nuestra única hija, queremos que tú, como nosotros, te emparejes con alguien y nos ayudes a salir adelante.
Respiré hondo.
-¿Me están preguntando si quiero que me emparenten con alguien?
Papá medio sonrió.
-Por supuesto que no. Te estamos avisando...- miró a mamá.- Meredith, cuéntale nuestros planes.
-He programado varias citas con muchachos de diferentes familias, te casarás con el joven que decida quedarse contigo, así que debes de estar muy bonita cuando vayas a ésas citas.. Por supuesto yo me encargaré de éso, no te preocupes.
Traté de ocultar mi cara de sorpresa ante lo que mamá estaba diciendo.
No podía creer que me hicieran ésa clase de cosa. Prácticamente me estaban arrojando a los brazos de hombres que yo ni siquiera conocía sólo para que ellos pudieran volver a vivir como reyes. ¿Qué clase de atrocidad machista era éso de "te casarás con el joven que decida quedarse contigo"?
-¿Cuándo empiezan ésas citas?- pregunté sin realmente querer saber la respuesta.
-Mañana, obviamente.
Si hubiera estado comiendo algo, seguramente me hubiera atragantado con algo. Sin embargo, sólo suspiré y asentí. Moví mi plato de comida hacia el frente y me levanté de la mesa.
-Valedithya, siéntate.- dijo papá con ése tono autoritario que tanto lo caracterizaba.
-Me duele el estómago y tengo muchas náuseas, si me disculpan.
-Valedi...
-Déjala, Drew.
Corrí hacia mi cuarto y cerré la puerta detrás de mí. Llegué a mi cama ya con mis ojos llenos de lágrimas.
No quería terminar como mis papás, sin amor. Tenía le esperanza de que no se les ocurriera el matrimonio mediante acuerdo, sin embargo eran demasiado frívolos e inteligentes cuando se trataba de dinero.
Los pasos de papá crujiendo sobre la madera me despertaron como lo hacían todas las mañanas.
Cinco minutos después de que papá se fue a trabajar, mamá abrió la puerta de mi cuarto como habitualmente lo hacía, sin tocar. Puse los ojos en blanco sin que ella me viera, estaba acostumbrado a ello, pero me fastidiaba no poder tener un poco de privacidad.
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It's complicated
Teen Fiction―Ésta no era la manera en la que quería ponerte un anillo...―dijo mientras lo deslizaba en mi dedo anular.