Muy pocas veces me doy cuenta de cuando hago mal las cosas o cuando me equivoco al tomar una decisión. Siempre he tenido en mente la idea de si tomo una decisión es porque esa era la que tenía que tomar y no había manera en que fuera diferente.
Eso, al parecer, me hace creyente en el destino.
Me gusta pensar que el hecho de que Bailey haya aparecido en esa cafetería es porque así tenía que ser y si no me la topaba ahí sería en cualquier otro lugar.
La felicidad que sentía con ella era inigualable, tanta confianza y tanto cariño.
Sabía que el hecho de dar el gran paso de mudarnos juntos después de un año de relación era, quizá, algo precipitado, pero había llegado al punto de sólo seguir mi corazón. Aunque me sentía renuente a hacerlo ya que la última vez que lo había hecho no había salido nada bien. Pero al carajo.
-Me gusta este departamento, el techo es bastante alto por lo que me puedo imaginar lámparas colgantes y quizá las paredes pintadas de... Ummm... ¿Verde?- observó el lugar una vez más y asintió- Verde, totalmente.
Me reí y la abracé
-Todos los que hemos visto, te gustan... El último te encantaba.
-Uno puede cambiar de opinión
Apoyé mi cabeza en su hombro y olí la fragancia que emanaba su cabello.
-¿Podrías dejar de olerme? Es incóm...
Le mordí poquito la oreja. Ella rió.
-Es que me encanta como hueles.
-¿A pan de ajo y cerveza guinness?
En parte.
-Tu siempre hueles delicioso, ya sea a vinagre o a vainilla.
Se zafó de mi abrazo y me miró a los ojos con una sonrisa.
-Me encantas.
Y me besó.
Me sentía completo.
Al final nos habíamos quedado con el departamento de los ventanales, Bailey no podía dejar de hablar de la gran cantidad de luz que tendríamos todos lo días, y gratis. Además de la vista. Ella ya se imaginaba un sillón azul justo al frente de los ventanales de la sala para que los invitados, si algún día teníamos, apreciaran la vista del centro de negocios de la ciudad.
El apartamento era caro, bastante caro debería decir, pero ambos habíamos conseguido buenos trabajos y podíamos sustentar nuestra nueva vida, pero si alguien me preguntara... Bueno, yo preferiría irme a vivir al departamento que compartí con Nest varios años atrás.
Bailey entró al apartamento por tercera vez y observó todo, una vez más.
-Ese cuadro está chueco, Sebs...- dijo muy seria mientras veía el cuadro que yo acababa de colgar-. De hecho, no estoy segura si quiero que esté colgado, lo siento.
Suspiré como por décima vez en lo que llevaba la mañana.
-Hace 10 minutos estabas segurísima de que lo querías colgado justo ahí porque combina con la alfombra.
Ella miró hacia el piso y asintió.
-Tienes razón, perdón. Estoy muy cansada y yo sólo quiero que este lugar esté perfecto, mi amor.
Me bajé de la escalera y fui hacia donde ella estaba para abrazarla.
-Este lugar no es perfecto por la decoración, Bailey. Este lugar es perfecto por el simple hecho de que es nuestro.

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It's complicated
Teen Fiction―Ésta no era la manera en la que quería ponerte un anillo...―dijo mientras lo deslizaba en mi dedo anular.