It's complicated

2.Percy y el anillo de zafiros

—¿Ha sido de un taxi del que te has bajado?—preguntó mamá escandalizada, con sus brazos cruzados arrugando su carísima blusa Chanel.

Asentí, diciéndole entre líneas lo obvio que era.

—Claro, madre. Kristoff no podía dejarme en casa porque sería un tanto sospechoso.

Mamá asintió y relajó un poco sus hombros tensos.

—Debo advertirte que no debes ilusionarte con ése muchacho, recuerda que hay mas chicos que presentarte. Ésto es como la ropa, no puedes quedarte con lo primero que miras por más lindo que esté.

Perfecto, ahora mi mamá estaba comparando todo ésto con la ropa.

Suspiré dramáticamente para mis adentros.

—Lo sé, sólo quisiera...—No hacer más esto, elegir por mi misma en lugar que me elijan mí. Mamá esperó que continuara y yo negué con la cabeza, cansada. No tenía sentido discutir, siempre lo había sabido.No podía huir de ésto, de todos modos.—Estoy cansada, ya he cenado. ¿Puedo irme a mi cuarto a descansar?

—Por supuesto, tienes que estar descansada. Mañana tienes un desayuno con Federicco D'Castille, después, a media mañana irás al club de golf con Percy Williams, comerás con Evan Adams y si tenemos suerte, alguno de ellos te llevará a cenar.—finalizó con una sonrisa.

Mientras tanto, yo intentaba recuperarme. Tragué y parpadeé dos veces.

—¿Percy? ¿Mi Percy?—pregunté estupefacta.

Percy Williams era el único amigo verdadero que yo tenía, quien sabía cada cosa de mí. Nos conocíamos desde que éramos pequeños. Ambos fingíamos que éramos primos cuando no era verdad. Teníamos una foto bañándonos juntos en la tina—desnudos—cuando teníamos 7 años. No podía creerme qué iría a una cita con él, mi amigo.

—No estaba enterada de que Percy era tuyo, cielo.

—Mamá, Percy es mi mejor amigo. Ésto no es...—mamá levantó una mano e hizo que me callara inmediatamente.

—Percy es de buena familia, su mamá y yo siempre hemos querido que ustedes dos terminen juntos, porque ella sabe que tú eres perfecta para él tanto como yo se que él es perfecto para ti. Tienes una ventaja, a él lo conoces. Y yo te estoy ayudando.—dijo como si todo fuera muy obvio.

Era claro que no, ya que yo la miraba sin entender. Ella suspiró y siguió hablando.

—Si te casaras con él, ustedes si podrían amarse, porque ya son amigos por lo que veo, ambos se quieren mucho.

—Lo quiero mucho sí, pero no para casarme con él.

Me imaginaba la foto de nuestra boda y a un lado la foto de la infame foto del baño. Era ridículo.

Además, ¿ir al club de golf? Ambos odiábamos el golf.

—Vete a dormir, Valedithya. No pienso discutir más sobre el tema.

Y lo hice. Como siempre hacía cuando me dictaban una orden.

Federicco D'Castille era un asno, por no decir idiota. Había insinuado que quería que termináramos rápido el desayuno para después ir a su piso para probar como era yo en las "artes de pasar el rato en pareja". Quise matarlo, pero sólo me reí y saqué un tema totalmente diferente.

También, había dicho que ordenara algo no muy caro, porque sólo complacía a las chicas que se comprometían con él de alguna manera. Además, su mirada era pretenciosa. Agradecía a mamá por haberme puesto una blusa con cuello alto y pantalones de vestir holgados, deformando un poco mi figura, casi podía asegurar que mamá sabía que clase de persona era D'Castille.