Me dolía el pecho y este dolor era físico no emocional, mis manos las intenté mover, pero me dolían horrible. ¿Qué me paso? ¿Dónde estoy? Los sonidos de las máquinas me hacen abrir los ojos, estoy en un hospital.
Entonces recordé todo, mis manos rompí el vaso, el agua me ahogué.
-Al fin despertaste - esa voz, giro mi rostro es Christopher, era él que hacía aquí.
- ¿Christopher? - digo a un admirada al verlo aquí.
-Se puede saber en qué demonios estabas pensando - me dice molestó.
-Ese es problema que no piensa - dice Kathe entrando en la habitación - ¿Qué te pasa Hanna? - sigue reclamándome mientras se acerca a mí - Se que es duró, pero aquí estoy yo, tu madre, tus hermanos, es qué no piensas en ellos, en mi - me reclama, no le contestó - ¿Crees que él quería verte así?
-No, sé que él no querría verme así - le contesto.
- ¿Entonces?
-Yo no quería que él muriera, así que al parecer ninguno de los dos vamos a obtener lo queríamos - giro mi rostro para ya no verla, pero me topo con Christopher - Vete, no quiero verte - lo corro - quiero estar sola - les digo a los dos.
(..)
Dos semanas después.
Ya había salido del hospital, estábamos en una nueva casa si ahora vivía con Kathe y Nana, no me dejaban solo ni un maldito segundo sé que lo que hice estuvo mal, pero enserio me estaban asfixiando.
Mis manos ya estaban curadas, tenían unas pequeñas cicatrices que casi ni se notaba.
-Niña - me llama Nana estaba sentada en la ventana que da la vista al patio trasero, giro mi rostro mientras limpio mis lágrimas por más que trataba no podía evitar llorar.
-Dime Nana - me pongo de pie.
-Tienes vistas - junto mis cejas, ¿Quién será? - es el joven Gabriel.
-Ya voy - me hago un moño, lavo mi cara un poco, pero ni así puedo mejorar mi apariencia estoy horrible.
- ¿Que pasa Gabriel? - digo al entrar en la sala - Christopher - digo asombrada al verlo de píe, con una sonrisa pequeña que desaparece al verme, sus ojos esmeraldas se centran en los míos.
- ¿Qué haces aquí? - le cuestiono molesta, mientras me acerco más a él.
-Venia verte - me dice.
- ¿Para? Tu y yo no tenemos nada de qué hablar así qué - señalo la salida - puedes irte.
-Te vengo a entregar esto - me da un sobre amarillo - no es una visita de amigos, sino de trabajo - cojo el sobre sin entender - ahora si me retiro, adiós Hanna.
No digo nada, solo lo observo irse, ¿trabajo? De que está hablando.
-Hanna - es Gabriel.
- ¿Qué es esto? - le cuestiono señalando el sobre. .
-Es la citación para la lectura de testamento - me explica.
- ¿Que testamento? - no sé de qué habla, entonces su rostro me dice todo, no lo puedo creer - Hizo un testamento - digo sin poder creerlo - ¿¡Contéstame!? - grito - ¿¡Hizo un maldito testamento!?
-Si, Hanna él siempre asido prevenido - trata de tranquilizarme.
-No, los testamentos hacen personas que saben que van a morir, no personas que van a vivir - digo entra lágrimas, salgo de la casa.
Ahí está Christopher, me acerco a él.
-Necesito que me lleves a un lugar - le digo, el asiente con la cabeza.
-Claro sube - abre la puerta de su auto. Me subí y no necesite decir a donde quería ir, el me llevo exactamente a donde quería ir. Donde necesitaba ir en este momento, apago el motor de auto.
-Te espero - siento con la cabeza y bajo del auto, camino hasta llegar a su tumba.
No había venido desde que lo enterramos.
-¿Un testamento? - digo - las personas sana, jóvenes no tienes por qué hacer un maldito testamento - le reclamos sé que estaba diciendo cosas sin carencia, me arrodilló en su tumba - Lo siento, no sé qué me pasa - me desahogo entre lágrimas - pero no puedo evitarlo, todos dicen que debo seguir con mi vida pero no puedo, este dolor no se va, las lágrimas caen sin que lo puedas evitar.........¿Como hago para vivir sin ti? No puedo, te necesito, porque te fuiste....
(..).
- ¿Te sientes mejor? - me cuestiona Christopher cuando entro al auto.
-Si, estoy mejor - lo estaba hablar con Christian de algún modo desahogarme me así bien - me siento más, tranquila - le digo.
-Deberías hacerlo más seguido - me dice mientras enciende el auto y comienza a conducir - hablar con él, decirle como te sientes y contarle que haces - asiento.
-Lo haré, gracias - le digo, hasta que caigo en cuenta en algo - ¿Tu eras su abogado? Creí que era Gabriel, él te conocía - entonces recuerdo el día en que me lo encontré en la cafetería - El día que nos vimos él no te conocía.
-No, no lo hacía - me contesta - el día que nos vimos aún no lo conocía, recién había llegado de New York - asiento - viene acá para trabajar en el bufete de abogados donde su padre, era cliente ahí lo conocí.
-Él no me dijo nada -porque no me dijo nada.
-Si, yo se lo pedí - lo miró.
- ¿Que le dijiste? - le cuestiono.
-Nada, solo me advirtió que era su esposa y que me mantuviera alejado de ti - no sé porque sonrió al escuchar lo que Christian había dicho, mi celoso.
Voz Christopher.
Dejo a Hanna en su casa, se veía mal ya no tenía ese brillo en sus ojos, estaba más delgada. Sonrió al escuchar que su esposo me había amenazado para que me alejara de ella.
Creo que es mejor que no lo dije de lo que hablas aquel día en su despacho.
-Tú - me dice enojado al verme entrar, vaya el mundo sí que era pequeño.
-Buenas tardes señor Johnson - lo saludo, no podía creer que tenía al esposo de Hanna delante de mí.
-Te lo advertí aquel día - se acerca a mí amenazante - pero te lo vuelvo arrepentir, aléjate de mí mujer.
- ¿Que acaso tienes miedo que te la quite? - le digo con una sonrisa su rostro se endurece.
-Que me la quites - se ríe - tu solo fuiste una aventura de una noche nada más - no podía creer lo que me estaba diciendo, Hanna no le había dicho la verdad.
-Créeme yo fui todo menos una aventura de una noche - le digo con una sonrisa, su sonrisa se desvanece al instante - No fue una noche, no fueron dos, fueron ciento siete días en que estuve con ella y la hice muy feliz y no me refiero al sexo - caigo al suelo al sentir su puño en mi cara, limpio la sangre que sale de mi labio lo miro y sonrió. Me pongo de pie, él me mira furioso - y en un día le rompí el corazón tanto, que escapo de mí sin dejarme explicar nada y no la he vuelto a ver hasta aquel día - veo como todo su rostro cambia - solo quería decirle que nunca la engañe, que la amaba que me enamoré de ella - arreglo mi traje - hazla feliz, es mejor que hablemos otro día - Sin más salgo de su oficina.
Otro capítulo espero que les guste 😉😊😘
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Hanna - El pasado vuelve- (+18).
RomanceCreí que mi mundo había terminado, pero gracias a él no fue así. Me di otra oportunidad de volver hacer feliz. Todo está también mi vida todo era perfecto, por así decirlo hasta que él volvio y todo cambio. Hola esta es la segunda parte de Hanna...