Capítulo 17

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-Hanna cálmate - me pide Sofía quien me abraza mientras yo lloro como una niña entes sus brazos.

-Me odia - le digo - Me odia - dolía tanto esto, que sentía que no podía ya con este dolor.

-Él no te odia - me asegura.

-Me odia - digo segura - la forma en como me miraba, había todo en esa mirada menos amor - el llanto no me dejaba continuar este dolor no me dejaba respirar.

-Hanna Cálmate por favor - me pide pero no podía como lo podría hacer al hombre que yo más he amado en el mundo me acaba de decir que maldice el día en que me conoció, ¿Cómo podría yo estar tranquila? ¿Cómo?.

-Tengo que hablar con él explicarle que yo pensé que estaba muerto - digo al darme cuenta que no gano nada llorando, me pongo de pie rápidamente.

-Hanna deja que se calme - me pide - luego hablas con él.

-No, yo tengo que explicarle que yo lo amo - tenía que decírselo y él tenía que creerme.

-Hanna no - pero no la escucho y salgo de la habitación en busca de él, pero no lo veo por ningún lado camino así la recepción es entonces que veo a varios doctores y enfermeras discutiendo con alguien, mientras más me acerco lo logró ver es Christian.

-Ya firme el estúpido documento ya me puedo ir - dice Christian furioso.

-No nos responsabilizamos si algo le pasa - dice serio el doctor López.

-Ya lo sé por eso firme el estúpido documento - le escupe furioso Christian.

-¡Christian! - lo llamo al verme me vuelve a fulminar con la mirada, pero me ignora y camina hacia el ascensor -¡Christian! - lo llamo para detenerlo pero es el doctor López quién me detiene a mí.

-Doctora aún no le dado de alta, regrese a su habitación - me dice enojado el doctor.

-Estoy bien me tengo que ir - me suelto de su agarré pero la enfermera Gómez se para delante mío volviendo a detenerme las puertas de ascensor se cierran - ¡Déjeme pasar! - le gritó desesperada, pasó por su lado mientras voy al otro ascensor.

-¡Doctora! - me llama la enfermera Gómez, la ignoro y presionó el botón para cerrar las puertas - ¡Su esposo! ¡Doctora! - grita antes que al fin las puertas se cierran. No me importa nada más que las malditas puertas se vuelvan abrir en el primer piso.

Tenía que explicarle a Christian que aún lo amo, las puertas se abren salgo rápidamente lo busco con mi mirada está saliendo del hospital corro así él y lo agarro del brazo.

-¡Pero! ¿¡Que demonios te pasa!? - me grita varias personas nos voltean a ver - ¡No entiendes que no quiero ver!.

-Dejame explicarte - le pido mientras lo agarro fuertemente del brazo.

-¡No! - intenta hacer que lo suelte ni yo sé cómo no lo hago - ¡Suéltame! - exigen

-¡No! - le gritó - Tienes que dejarme explicarte, yo te amo.

-¡Cállate! - me grita como si mis palabras fueran mentiras como si le doliera escucharlas.

-¡Te amo! - le gritó el me fulmina con la mirada, es entonces cuando su mirada baja a mí cuello al collar que el me dió con la inicial de mi nombre, lo observa por varios segundos en silencio.

-Lo había olvidado - junto mis cejas - eres mi esposa - la forma en como lo dijo y en como me miro no me gustaron para nada - mi mujer - lo suelto y ahora es quien me sujeta del brazo mientras sus ojos me fulminan.

Un auto negro se estaciona delante de nosotros - Sube - me ordena cuando el chófer abre la puerta, lo hago rápidamente. Una vez en el auto no me dice nada durante todo el camino, no sabía ni a dónde íbamos hasta que al final reconocía las calles y la casa.

Estamos entrando a la masion de Christian, hace tantos años que no había vuelto.

-Baja - dice molestó lo hago, cundo bajo el auto se va dejándonos solos en la entrada - Espero que no hagas usado mi casa para revolcarte con tu amante - lo miro atómica por sus palabras me agarra del brazo y me lleva a dentro de la casa - ¿¡Contesta!? ¿¡Te revolcaste con tu amante aquí!? - me exige la respuesta furioso al filo de las gradas que llevan al segundo piso.

-Por supuesto que no - le digo indignada como puede pensar eso de mí - Christian hablemos - le pido, el me sonríe pero sonrisa era todo menos cariñosa. Me sigue agarrando del brazo hasta que llegamos a la habitación que era nuestra, cuando entramos me suelta.

Observo la habitación hace tantos años que no había entrado pero parecía que fue ayer cuando estuvo aquí con Christian felices. Los minutos pasan y él no dice nada solo observa la cama, mientras su cuerpo se tensa sus manos están en puño está muy molesto.

-Christian - lo llamo pero no me oye con temor me acerco a él, me paro delante de él - Hablemos por favor - no dice nada solo me mira - déjame explicarte - solo me observa, así que decido hablar - yo creí que habías muerto, yo te enterré te llore día y noche - le explicó entre lágrimas - me sentía tan culpable, del dolor d tus padres, de tu hermana - no dice nada - mi mundo se fue abajo, todos nuestro planes sentía que mi vida ya no tenía sentido - es entonces que empieza reír con enojó.

-Guau que hermosas palabras - lo miro con súplica - siempre fuiste la mejor para mentir ¿No? Todo fue una farsa - no me deja hablar - sabes algo Hanna pero hay algo que si es real entre nosotros - lo miro con esperanzas de que ya no hable con su enojo si no con el corazón - y es que tú y yo somos marido y mujer - junto mis cejas, él se acerca a mí - que eres mi mujer y no de ese idiota - me empuja así la cama.

Caigo en el colchón mientras lo miro con temor de que lo vaya hacer.

-Christian - susurro nerviosa.

-Mi mujer - dice antes de coger el filo de mi vestido y romperlo por la mitad dejando mi cuerpo al descubierto, se sube enzima de mi y coge mi rostro con su manos para que lo vea a los ojos, mientras mis ojos derramaban varias lágrimas - Mía esa basura no volverá tocarte, eres mía Hanna.

-Christian por favor cálmate - no quería que fuera esto así - así no por favor le pido.

-No quieres que te toque - me cuestiona - ¿¡quieres que sea él!? ¿¡Tu amado amante!? ¿¡Por que eso es lo que él es! ¡Tú amante! ¡Yo soy tu esposo! ¡Solo yo puedo tocarte! ¡Nadie más! - me grita furioso.

Entonces sus labios chocan con los míos bruscamente, comienza a besarme con odio, sin ternura sin amor como un salvaje. Este no era mi Christian este era una bestia furiosa que solo actuaba por instinto sin pensar en nada solo se dejaba llevar por su enojo y nada más.

Hanna - El pasado vuelve- (+18).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora