42

1.1K 467 462
                                    

Era un sueño hecho realidad, ambos estaban a pocos metros de reencontrarse, sus palpitaciones eran aceleradas ya que el fuerte sentimiento era mutuo, pues estaban a solo segundos de un nuevo y hermoso comienzo para sus vidas.

Louis mostraba su amplia y hermosa sonrisa, mientras empuñaba fuerte el ramo de rosas que se movían por el fuerte viento que resoplaba debido a la velocidad de los autos que pasaban por el lugar.

Harry le hacia señas al oji azul para que éste se quedara en el sitio que se encontraba, pues él cruzaría la autopista para llegar hasta al otro lado, ya que el oji azul no podía aparcar su auto ni hacer ningún tipo de viraje frente a Wear, ya que no era permitido que se aparcara ningún tipo de transporte frente a dicha prisión por motivos de seguridad debido a su reglamento para evitar algún tipo de plan de fuga de los presidiarios.

Los segundos corrían y el rizado sentía como su corazón estaba a punto de salirse de su pecho por la incontenible felicidad que lo embargaba, éste miraba los autos pasar esperando el momento indicado para cruzar la autopista, pues era libre al fin y sin duda no quería desperdiciar ningún segundo lejos de su pequeño.

El rizado esperaba atento a que él semáforo peatonal le cediera el libre tránsito por la caótica vía.

Al oji azul se le agüitaban los orbes al mirar al mayor libre solo para él, para ambos dedicarse a pasar todo el tiempo juntos lo que les restaba de vida.

Algunos autos pasaban sonando las bocinas ya que les resultaba curioso observar tal imagen del chico con rosas esperando al otro chico de traje que estaba justo en la salida de una prisión, otros conductores sacaban sus cabezas de las ventanillas gritando insultos homofóbicos en contra de éstos.

Mientras otros aprovechaban el panorama para apreciar la sexy imagen de los chicos, ambos vestidos de traje entero posados cada uno por su lado en dicha autopista.

Toda esa distracción no importaba pues en su mundo solo existían ellos y todo lo demás que habitaba alrededor​ solo pasaba hacer simples espectadores.

El momento justo había llegado y el semáforo indicaba el libre acceso para cruzar dicha intersección, Harry tomaba una profunda bocanada de aire al cruzar, ya que la emoción era insuperable, pues lo primero que haría era estrechar su cuerpo en contra del oji azul mediante un gran y extenso abrazo, al mismo tiempo que besaría una y otra vez los labios del menor, esos labios tan exquisitos que tanto añoraba desde hace mucho tiempo.

Harry cruzaba la autopista y sentía como si sus pies levitaran con cada paso que daba, sintiéndose como una pluma volando libre en cada espacio del lugar.

Todas esas emociones lo hacían sentir un alto grado de dopamina como si éste estuviera drogado pero ahora su droga no giraba alrededor del trébol de la suerte, si no exclusivamente alrededor de Louis Tomlinson, el cuál era su única e irremplazable droga, la cuál nunca jamás dejaría pues a diferencia del trébol que le robaba el soplo de la vida, Louis era su vida.

Louis limpiaba una de las lágrimas que bajaban por su mejilla, eran lágrimas de infinita felicidad al mirar a su único y gran amor aproximarse cada vez más hacia su destino.

Todo esta imagen era interrumpida en milésimas de segundos, pues una enorme camioneta se aproximaba a una alta velocidad irrespetando la señal de tránsito​ justo en el momento en que el rizado se encontraba cruzando la mitad de la intersección.

Louis soltaba el ramo de rosas, el cuál caía al suelo deshojando algunos pétalos, al mismo tiempo que un grito ahogado salía de su garganta.

La camioneta rechinaba sus llantas contra el pavimento  parando justo a centímetros del cuerpo del rizado, el cuál  quedaba estático ante la impresión que sintió al ver como la camioneta estuvo a punto de arrollarlo.

El Trébol Sin Suerte(LARRY STYLINSON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora