JOERICK: Más que amigos [MODIFICANDO]

32 - HOT

-¡Llegamos! - Se escuchó el grito de mi madre proveniente del piso de abajo.

Bajamos todos corriendo. Erick era el último.

-Joel... Espera. - Lo escuché detrás de mí.

Me volteé y lo miré a los ojos.

-Escupelo. - Le digo.

Se acercó a mi rápidamente, me agarró los brazos, los puso detrás de mí, y juntó nuestros labios.

Sus manos aún agarraban fuertemente las mías detrás de mi.

Aflojó su agarre y entrelazó nuestros dedos de la mano izquierda. Con su mano derecha me despeinó.

Me agarraba los cabellos mientras su beso iba subiendo de tono.

-Eres mío. - Susurró en mis labios con una sonrisa. Viajó hasta mi oreja, cerré los ojos y dejé entreabierta mi boca. - ¿Entendiste, Joey? - Me susurró logrando que me estremezca.

Asentí con la cabeza. Estaba completamente embobado con Erick, y no sé cómo pude pasar tiempo distanciado de él. No sé cómo aguantaba las ganas de besarlo y abrazarlo teniéndolo en frente. No entiendo cómo lo miraba mal. Me aguantaba las ganas de querer sonreír.

De un momento a otro metió sus manos debajo de mi camiseta provocando que soltara un gemido que Erick calló al instante con un beso.

Sus manos empezaron a bajar desde mi abdomen, hasta llegar a mis pantalones.

Sin pedir permiso los desabrochó y los bajó un poco.

Dejó de besarme y empezó a mirarme a los ojos con lujuria.

Estaba tan enamorado de Erick, que no reaccionaba, no me movía, prefería dejar que él actúe.

Sus manos rozaron mi miembro erecto encima del bóxer.

Sin previo aviso metió su mano y lo agarró, haciendo que abra los ojos como platos y muerda mis labios para no gemir.

-¡Chicos, bajen, los estamos esperando! - Interrumpió Zabdiel con un grito desde el piso de abajo, que pudimos escuchar porque estábamos en la escalera.

-Mierda, siempre él, la puta madre. - Susurra Erick enojado. Río levemente por sus gestos y me sonrojo porque su mano todavía estaba en mi miembro.

Y ahora estaba enojado. Imaginen qué tan apretada tenía su mano.

*🌚*

-¡Ahora vamos! - Gritó.

Me soltó ahí abajo y él mismo me volvió a subir el pantalón y me lo abrochó nuevamente.

Se acercó a mi oído. - Luego seguiremos, ¿Quedó claro, mi pasiva?

Me di vuelta y sentí como la mano de Erick me apretaba el trasero.

-¡Hey! - Me sonrojo.

-Es irresistible, perdón.

Bajamos y nos dirigimos a la cocina, ahí estaban todos, menos mi padre.

-¿Qué se supone que estaban haciendo? - Dice Richard riendo con cara pícara.

-Hablando. - Le digo rojo como un tomate bajando mi mirada al piso.

-El que les hizo la broma fue tu tío Juan. - Dice mi madre riendo evitando lo que había pasado recién ya que no entendía.

-¿El que no veo hace años?

-Ese mismo.

-Me voy a vengar. - Dije enojado pero feliz por saber que mi tío había vuelto al país.