Capítulo 24

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Viernes, 25 de enero de 2019

Hoy por fin veo a Cristina, después de esa noticia he pasado varias noches sin dormir o durmiendo solo 3 horas y con 4 exámenes de por medio. Uno de ellos justo el día no pude dormir absolutamente nada.

Por otra parte, y como de costumbre, le he preparado una despedida sorpresa a Cristina. Sé que quería aprovechar el día de hoy conmigo, pero he preferido llamar a amigos y familiares y ya mañana en lugar de que esté con su familia, estaremos juntas y así nos podremos ir a algún sitio.

Ya son las seis de la tarde, debería de estar al caer Cristina para recogerme e irnos. En cuanto llega a mi casa subo a su coche, nos damos un beso y posteriormente arranca. No le he dicho lo que íbamos a hacer, ni a dónde vamos, así que le voy a estar guiando en todo momento.

- Aparca por aquí, es en ese bar de ahí – señalo – Hay que celebrar que te han dado esta gran oportunidad, luego volveremos a casa.

- Bueno, hace tiempo que no vamos a un bar a tomarnos algo, aunque habría preferido quedarme en casa junto a ti, en la cama, abrazada a ti, amor...

Al aparcar, bajamos y nos dirigimos al bar. Cinco minutos antes le había mandado un mensaje a Talía para avisarles y me confirmó que estaban todos listos y preparados. Abro la puerta y nada más entrar Cristina gritan todos.

- ¡Sorpresa! – aparecen todos al hacerse la luz.

- ¿Y todo esto? No me lo esperaba... - se sonroja.

- Mi vida, ha costado, pero he conseguido que vengan todos y he tenido suerte pues la amiga de tu hermana tenía a unos tíos que son dueños de este establecimiento y nos lo han prestado toda la tarde y noche.

La música se pone en marcha y todos se van acercando a saludarla. Hay gente que le ha traído algún regalo que otro, así que mientras ella está entretenida con amigos y familiares yo me he ido con Valeria y Lucía. Las invité porque también se han hecho amigas de ella y sé que le haría ilusión, pues siempre me decía de quedar con ellas e ir de fiesta o al cine.

- Hey, chicos, ¿cómo os va la vida? – saludo a Aroa y a Álvaro nada más verlos.

- Hola, pues bastante agobiados con el bachillerato – comenta Álvaro.

- Pues la verdad, que yo más de lo mismo que él – añade Aroa.

- Se os echa de menos la verdad, ya solo nos vemos una o dos veces al mes... - digo yo algo triste de no verlos casi.

- No sabes las ganas que tengo yo de terminar estos dos cursos e ir de fiestas como antes... - dice Álvaro.

- Pues no sé yo si podrás, porque imagino que en la universidad será más de lo mismo... - yo de ellos no me haría ilusiones.

- Bueno, los jueves siempre hay fiesta en la universidad o eso me dijo mi hermana mayor – añade nuevamente Aroa.

- Ah, pues no sé, Cristina como no es de ir mucho a esos sitios – río y ellos conmigo.

La verdad es que Cristina sólo ha ido desde que la conozco un par de veces a fiestas con sus compañeros de la universidad, ella dice que no le gusta mucho el ambiente, aunque yo creo que es porque antes con Carlos no salía mucho y ya no le hace especial ilusión.


[FONDO NEGRO]


Horas después, mucha gente ya se ha tenido que ir, la mayoría eran familia de Cristina, primos, primas, tíos y tías. Y poco a poco se fue vaciando más. Ya son las dos de la noche y ya quedamos los más íntimos, Talía, su amiga y sus tíos, dueños del bar, también están Loli y Jesús, mis padres, Cristina y yo. Sin contar evidentemente con los camareros. Al quedar tan pocos decidimos irnos a casa. Cristina esta noche se ha quedado en mi casa así que nos subimos al desván.

- No me acostumbro a éste sitio... - dice mirando como siempre a todos los artilugios y luces – Me encanta este sitio, aunque quizá un poco antisocial con tantas consolas y videojuegos.

- Bueno, suelo pasarme todos los días aquí cuando no tengo nada que hacer... Imagínate ahora cuando te vayas, sin nadie con quien hablar... No voy a salir de aquí.

- Te obligo a que te socialices, sino enviaré a tus nuevas amigas a que te arrastren al mundo exterior.

- Sabes que desde que todos empezaron con el dichoso bachillerato me he vuelto aquella antisocial que era antes. Sólo salía contigo y alguna que otra vez con los demás o con Valeria, María y Lucía, aunque casi siempre para hacer cosas de clase...

- Tienes que salir más, sino se te va a hacer muy pesada mi partida, cariño.

- Bueno... - suspiro – Ya se verá, ¿sí? – la beso y asiente.

Este desván es únicamente para mí, la trampilla tiene cerradura y la llave solo la tengo yo y Cristina. Nada más subir al frente hay una barra con bebidas, hielo, refrescos, patatas y algún que otro dulce. Enfrente de la barra hay una mesa de billar y a pocos pasos una diana de dardos. A la derecha, volviendo a la entrada hay un sofá inmenso, casi te diría que es una cama, delante del sofá como suele haber en todos los salones hay una mesa y justo delante de ella, hay un mueble largo y encima de este la televisión de 72 pulgadas conectada a la PlayStation 4. En un cajón del mueble de la televisión tengo la Nintendo Switch y juegos para la consola, en el otro hay juegos para la PlayStation 4 y en los otros cajones de la izquierda hay varios cargadores, mandos, y cosas aleatorias que no recuerdo ahora mismo.

De nuevo en la entrada del desván si nos vamos a la izquierda te encuentras con el equipo de música y un mueble sosteniendo el router, expresamente para esta zona de la casa y en los cajones, tengo varios pendrives con música de todo tipo.

Todo esto va acompañado por tiras leds en cada una de las paredes. Y normalmente, el color por preferencia es el morado, a mi percepción es el tono perfectos para jugar. Y es que, otras de mis facetas en la actualidad y la que poco a poco se está convirtiendo en mi favorita, es todo el mundillo de los directos, gameplays, youtubers y más... Desde que conocí a María he tenido muchas ganas de crearme un canal de YouTube y hacer directos jugando a cualquier juego que me apetezca o esté de moda y me guste. Ella es fanática de ver directos y por su culpa ahora yo también. No niego que ahora que Cristina ya no estará no acabe por decidirme a crearlo, pues me evado demasiado jugando y sin darme cuenta, he empezado a comentar cada juego como si fuese una entendida del tema.

. . .

Al llegar al desván y después de la conversación con Cristina sobre tener que socializar más ahora que ella ya no estará, nos pusimos una película y sin darnos cuenta terminamos dormidas, sin siquiera llegar a verla por completo.

Enamorada de mi vecina ⇝COMPLETA Y TERMINADA⇜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora