Capítulo XVI: Estaremos bien

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Guerras por la corona, unos discutiendo sobre quien debía reinar y quien no, algunos reclamando el trono porque les pertenecía únicamente por apellido, poder... eso era algo que Evey no terminaba de comprender, si bien sabía que la necesidad de un líder que guiara a un pueblo era un mal necesario, no entendía por qué debían elegir únicamente por linaje a su monarca. No todo hombre o mujer podrían regir con justicia y equidad, no todos tendrían la humanidad necesaria para ver a los demás como iguales, todo aquel que vestía una corona se creía superior únicamente por aquel adorno en su cabeza.

Cuando fueron "escoltados" uno de los hombres tomó por el brazo a Evey mientras se dirigían por los pasillos al notar que la mujer quedaba rezagada —No me toques —dijo de inmediato ella —Vos frakhat —dijo apretando los dientes al mismo tiempo que con fuerza se liberaba del agarre. Cruzó su mirada con aquel salvaje, por primera vez en bastante tiempo, una llama de odio se pudo vislumbrar en sus brillantes ojos bicolores, el hombre dio un paso atrás y ella se adelantó llegando al lado de Ser Davos y Jon Snow.

Nos tratan como prisioneros. —se quejó nuevamente Jon, estaba molesto pues decía la verdad y le tomaban como a un loco cualquiera. Mientas perdían el tiempo ahí, el rey de la noche se acercaba, estaban desperdiciando valioso tiempo.

Fueron escoltados a habitaciones individuales, a Ser Davos le fue asignada la primera habitación, a Evey la segunda y a Jon la tercera, sin embargo, la rubia de cabello corto decidió que no se quedaría ahí, apartó al hombre que la escoltaba y se paró al lado de Snow —Anha vikovarerat ma mae—cada vez que se expresaba en tal idioma su voz se escuchaba salvaje.

El hombre la miró con desconfianza, buscando intimidarla con su mirada, el dothraki era por mucho de estatura superior al de la mujer, no obstante Evey se mantuvo firme sin dar un paso atrás y Jon estuvo a punto de agarrarla por el brazo para que desistiera, temía que pudiera provocar problemas, ya de por si eran tratados como prisioneros, no necesitaban ser tratados como violentos rebeldes pero, para su sorpresa, el hombre dio un paso atrás y asintió con la cabeza. La rubia empujó a Jon dentro de la habitación y cerró la puerta tras ellos dejando escapar un suave suspiro de sus labios.

Jon no formuló ninguna palabra, estaba molesto no solo porque le creían un loco, si no por todo el tiempo que estaban perdiendo ahí. Se sentó en el borde de la cama y sobó su rostro con las palmas de sus manos.

Puedo sacarnos de aquí —dijo ella aun con su espalda apoyada en la puerta. Era imprudente salir de ahí de manera inesperada, pero quería recordarle que podía confiar en ella —Pero tú y yo sabemos las consecuencias que nos traería eso.

Lo sé, —contestó Snow con agobio, su voz sonó seca y llena de irritación. Cuando el silencio le incomodó, levantó la mirada, dándose cuenta que había sido grosero, imaginó que ella se habría ido, sin embargo, la mujer continuaba apoyada contra la puerta observándolo —lo siento —se apresuró a decir, aunque en su mirada, ella no mostraba estar herida.

Evey se encogió de hombros —Si lo que necesitas es espacio, puedo irme... —quizá lo que él necesitaba era estar en paz, tranquilo y solo, quizá lo mejor que podía hacer la rubia, era marcharse, su presencia allí no haría ninguna diferencia, o al menos eso era lo que ella pensaba.

De inmediato Snow se levantó y caminó hacia ella, puso ambas manos sobre los hombros de la mujer y agachándose levemente para quedar a su altura le dijo: —Lo lamento, es solo... —y no alcanzó a terminar aquella frase pues los brazos de la mujer rodearon su torso en un reconfortante abrazo. Se sintió mal por hablarle de esa manera.

Apoyando su cabeza en el pecho de Snow, Evey se mantuvo ahí por un par de segundos. En casa, cuando estaba triste o preocupada, Nana siempre la abrazaba y a veces, aunque no solucionara realmente nada, le hacía sentir mejor. —No importa, —musitó separándose de él, puso ambas manos en las mejillas de Jon antes de continuar —es difícil hacer que alguien crea en algo que no ha visto, estás haciendo lo correcto, lo sé... lo resolveremos —quería darle confianza, reconfortarlo y por ello, le sonrió después de alejar sus manos del rostro del sureño.

Snow había quedado aturdido en el instante en que la rubia lo abrazó, pero luego de unos segundos, correspondió el gesto. Realmente apreciaba su apoyo, tanto el de ella como el de Ser Davos y la gente del norte —Descansa, el viaje fue agotador para ti, estuviste a punto de vomitar las tripas —bromeó únicamente para continuar contemplando su sonrisa.

¿A dónde vas? —inquirió ella mientras se alejaba, se quitó su capa y la dejó sobre una silla para después voltearse hacia Jon.

Iré a respirar aire fresco —necesitaba un momento a solas, quería replantearse sus siguientes movimientos en aquel juego de ajedrez.

Si necesitas algo, solo grita —Evey se sentó y quitó sus botas para observar luego a Jon marcharse. Alzó su mano y la agitó suavemente para despedirse de momento, y aquel gesto fue correspondido por él.

Mientras tanto, Daenerys discutía con Tyrion Lanister sus próximos movimientos. Tras haber perdido gran parte de sus barcos en un ataque liderado por Euron Greyjoy, debían modificar sus estrategias. Una vez la conversación tomó otros rumbos, hablaron sobre Jon y su causa, el pequeño Lanniser le dio los mejores consejos que pudo, tenía un discurso sólido, grande poder de convencimiento y un buen habla eran la mejor arma del enano. Los consejos del hombre eran sabios y la mujer Targaryen lo sabía por lo que decidió escucharlo, quizá Snow realmente decía la verdad, aquello no podía ser un elaborado plan para asesinarla.

Después de la pequeña reunión la madre de los dragones y el pequeño Lannister tomaron caminos separados. Daenerys hablaría con Snow, y Tyrion quizá haría lo que mejor sabía hacer: beber.

Curiosa compañera es la que ha elegido Jon Snow —comentó Varys quien interceptó a Tyrion cuando este se dirigía a buscar algo de vino.

Los dos parecen cercanos —contestó el pequeño Lannister mientras ambos entraban a un pequeño salón adornado con deprimentes colores, pero lo importante ahí no era el ambiente sino la bebida.

No parece ser de por aquí. —Varys se sentó mientras observaba al enano servirse una copa de vino. La curiosidad era obvia, la mujer tenía rasgos completamente ajenos a cualquier persona de Poniente o incluso de Essos. El cabello de la rubia era lo que apresaba la duda, el color de sus ojos también —No la relacionaría con la casa Targaryen —Comenzó Varys pero fue interrumpido por Tyrion.

Se presentó sin apellido cuando llegaron, de ser una Targaryen seguramente sabríamos de su existencia y de ser así, reclamaría su derecho al trono también, y no creo que sea una hija bastarda, ya sabes cómo eran ellos, —Dijo para no entrar en detalles —pero si está junto a Jon, no creo que sea como consejera, Davos parece ser la mano de Jon, no imagino que papel juega ella. —Tyrion terminó su copa de vino y se sirvió otra —Es bastante callada.

Habla dothraki —añadió Varys.

Lo noté, pero no creo que venga de esa región, no tiene los rasgos característicos —Tyrion la había observado, aunque por poco tiempo, lo hizo. Si tenía que juzgarla de antemano, podría decir que a pesar de verla sonreír cuando estaba cerca de Snow, la mujer era diferente, algo escondían y seguramente Varys apoyaría esa teoría.

¿Crees que sea un peligro? —preguntó Varys descansando sus manos sobre su regazo.

No, Jon Snow no es esa clase de persona —sabía a qué se refería Varys pero el enano podía confiar en que Snow no era la clase de persona que le tendería una trampa a Daenerys, mucho menos que trabajaría para Cersei.

Veré que puedo averiguar sobre ella y su relación con Snow —si algo no soportaba Varys era desconocer algo sobre cualquier cosa, por mínima que fuera. La vestimenta de la mujer era peculiar, su corte de cabello masculino y sus ojos de dos colores eran algo que no podía relacionar con ninguna región y estaba completamente seguro que aquella mujer jugaba un rol importante.

Nieve y Oscuridad [Primera Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora