/Berlín, residencia particular/
/Año presente/- ¡Verdammt! - Carlos se levantó de golpe del sofá, acariciándose la cabeza.
Había soñado una especie de memoria del pasado, concretamente, su primer asesinato. Eso sucedió hace unos diez años. El mero recuerdo de ello le parecía bastante horrible, ya que tardó mucho tiempo en olvidarlo. Y que ahora lo recordase... No podía ser buena señal.
- Anda, mira a quién tenemos aquí. - Luka dijo con ánimos mientras le miraba.
- ¿Luka? ¿Qué haces en mi casa?
- Veo que no te acuerdas, bello durmiente. Ayer, en el callejón... El monstruo...
- ¿Eigner? - preguntó alarmado, el fresco recuerdo de su primer crimen seguía presente.
- ¿Eigner? ¡No! - Luka rió al oír ese apellido por respuesta. - Ese monstruo. Sacaste tu navaja oculta y le mataste. Después, te empezaste a sentir muy mal y te desmayaste. La niña luego se volvió dragón y volamos hasta tu casa... No hemos salido de aquí por la advertencia del Gobierno.
- Ya veo... - se incorporó mientras empezó a recordar con más claridad lo que había pasado.
- Luego, un tal Alphonse llamó a tu teléfono para decirte que no va a ir mañana a la FU. Le dijimos que tu tampoco.
- Espera, ¿se lo dijiste tú?
- No te rayes, Nah cogió tu movil y habló impersonando a tu 'hermana'. Le dijo que estabas malo.
- Oh, bien... Lo llamaré ahora. O luego...
El telediario seguía encendido en la tele.
- ¿Qué se van contando mientras he desaparecido?
- Lo que nos atacó, parece estar por todos lados y están prohibiendo el salir a la calle. Esta tarde viene el ejército a combatirlos.
- ¿Se sabe que, que los causa?
- Creen que sí, pero no quieren confirmar nada equivocado. Se sospecha de una bacteria encontrada en la ropa. Pero también han encontrado algo muy raro, como, como...
- Pastillas... - Nah salió tímidamente de su habitación para empezar a trotar al ver a Carlos despierto. - ¡Has despertado!
- Venga, que ya estoy aquí. - con algo de cariño, Carlos le acarició su flequillo. - ¿Qué has hecho mientras he dormido?
- Me he acabado de leer el libro que me diste, y es increíble todo lo que tenemos aquí, ¡y me gustaría tener un móvil!
- Ya empieza... Como la vida misma. - Luka sonrió al verles así de compinchados. - Voy a la cocina.
Carlos se dirigió hacia Nah.
- Luego tendremos una charla sobre el móvil, supongo. Bueno, Nah: ¿Cuánto tiempo le falta a la piedra para que nos vayam-
- Sobre eso... No quiero ir a Islandia, Carlos...
Carlos se sorprendió y retrocedió un poco al oír eso.
- ¿Por... Qué...?
- Tengo mucho miedo de esas cosas, y he visto que están incluso ahí... No quiero volver...
Nah le abrazó con fuerza.
Carlos estaba confrontado con dos partes diferentes de sí mismo, una le pedía que dejara ya de ser el canguro de esa niña, ya que el fin de viajar a Islandia pareció desvanecerse.
Y la otra le suplicaba ayudarla a superar sus miedos y a seguir cuidándola. Su cuerpo temblaba.
Hacía demasiado tiempo que no había sentido compasión por una persona. Desde hace unos 10 años, exactamente.
Sentir esas viejas emociones florecer, se sentía tan bien...
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Abroad
General FictionHace siglos, en una tierra muy diferente a la que conocemos hoy en día, una poderosa raza de dragones vivía gracias a unas poderosas rocas que les permitían transformarse. Pero un día los despiadados humanos les dieron caza, y desesperada por sobre...