Capitulo 6♥

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Cuando Zayn la soltó, unos minutos más tarde, Isabella estaba conmocionada y cuando él le puso un brazo alrededor de los hombros, comenzó a guiarla en dirección al arroyo, Isabella  aún no era capaz de hablar.

Jake nunca la había excitado tanto con un beso. Cuando le hacía el amor, ella apenas se sentía ligeramente excitada. Sin embargo, ahí… esa noche… con Zayn…

Tal vez estaba más ebria de lo que pensaba.

— ¿Siempre eres así de silenciosa cuando un hombre te besa? —murmuró él a su oído. Se detuvo y se volvió para besarla una vez más. Cuando él la soltó, el corazón de Isabella latía a gran velocidad. Pero aún podía pensar con cierta claridad y sabía que debía detener esa locura antes de que fuera demasiado tarde.

—Zayn —dijo temblorosa, mientras trataba de empujarlo—, debemos detener esto. Ambos estamos… excitándonos, y yo… no me gusta ser amante ocasional.

—A mí tampoco —murmuró él, con los dientes apretados.

—Zayn, trata de ser sensato. Después de esta noche, no volveremos a vernos. Me siento muy atrapada por ti, pero… —sacudió la cabeza, y omitió agregar algo acerca del parecido físico con su ex amante.

—Esos problemas no son insuperables —contestó él—. Isabella, esto no tiene por qué terminar esta noche. Voy mucho a Atlanta a visitar a mi padre en el hospital y…

Ella colocó tres dedos sobre la boca de Zayn, y sacudió de nuevo la cabeza, mirándolo con pesar.

—No, Zayn. No funcionará. Créeme cuando te lo digo. Y por favor —gruñó, cuando él le tomó una mano y comenzó a besarla de nuevo—, no sigas tratando de seducirme. Yo… sólo soy humana y tú eres un hombre muy atractivo, pero en realidad no te deseo.

Él dejó entonces de besar su palma, levantó la cabeza, y la miró pensativo.

—No creo que sepas lo que quieres, Isabella.

—Sé que no quiero cometer una imprudencia —repuso ella, con las mejillas inflamadas bajo la mirada reprobatoria de Zayn

—Piensas demasiado —apuntó él, con suavidad, poniendo con gentileza una mano contra una mejilla de Isabella, y ella casi estalló en lágrimas.

—Es mejor pensar esta noche, que despertar embarazada mañana.

— ¿No estás tomando pastillas? —preguntó él, sorprendido.

Claro que estaba tomando pastillas. Jake se había negado con firmeza a usar anticonceptivos, declarando que era obligación de ella hacerse cargo de esos asuntos. Isabella sería quien se quedaría con un niño no deseado. Ahora podía ver que era sólo otro ejemplo del egoísmo de Jake.

—En realidad, sí las estoy tomando —admitió—. Pero hay otras preocupaciones en la actualidad, además de un embarazo.

—No, conmigo no —repuso él.

Ella recibió su declaración, con un poco de cinismo.

— ¿Estás seguro? —sus ojos se posaron en el masculino y atractivo cuerpo de él—. Yo no te consideraría del tipo célibe, Zayn

—No hay que ser célibe para ser cuidadoso.

— ¿Y habrías tenido cuidado esta noche si yo hubiera querido que hiciéramos el amor?

Una mancha roja de culpabilidad ardió en sus mejillas.

—Eso es diferente —murmuró él.

—No veo cómo —contestó Isabella.

—Entonces eres una tonta, Isabella Loredo. ¡Una maldita tonta!

Por un segundo, ella pensó que él iba a abrazarla y besarla de nuevo, pero no lo hizo. Su boca se curvó en una extraña sonrisa, amarga, de burla a sí mismo.

—Mira, vamos a pasear. No te pondré un solo dedo encima, a menos que reciba una invitación.

Zayn comenzó a caminar mientras Isabella lo seguía, desconsolada. Pues sabía que en lo más profundo de su mente, en el lugar destinado a verdades inexplicables, ella no quería que Zayn le pusiera un solo dedo encima. Quería todos sus dedos, y ambas manos. Quería cada maravillosa parte de él…

— ¿Puedes ir un poco más despacio? —se quejó Isabella. Zayn estaba casi en el arroyo bordeado de árboles, a varios metros de distancia de ella, que andaba más despacio por miedo a caer en una de las madrigueras de conejos ocultas por el césped. Ya había tropezado varias veces con rocas y troncos.

Zayn se detuvo con brusquedad y lanzó una mirada sombría sobre sus hombros. La luz de la luna caía oblicuamente sobre los ángulos de su rostro y ella contuvo el aliento, pues así, bajo la luz de la luna Zayn no se parecía nada a Jake.

Isabella disminuyó el paso cuando estuvo cerca de él para escrutar sus ojos, tratando de encontrar sentido a lo que sentía por ese hombre. Ya no le recordaba a Jake, y tampoco estaba ebria, pues la enérgica caminata había despejado totalmente su cabeza.

Los ojos de Zayn la recorrieron de arriba abajo. Su escrutinio se convirtió en algo netamente sexual, al detenerse en zonas específicas del cuerpo de ella.

Una oleada de pura debilidad sensual la recorrió y se inclinó hacia él.

— Zayn, yo… yo…

Él no esperó la invitación. Simplemente leyó el lenguaje de su cuerpo y la estrechó con fuerza, besándola hasta dejarla totalmente sin aliento.

— ¡Dios, te deseo! — murmuró él con voz ronca—Me volveré loco si no te tengo. No digas que no…

Isabella no dijo absolutamente nada, cuando él la levantó en sus brazos, llevándola con largos pasos hasta la orilla del arroyo, donde la dejó sobre el suave césped, bajo un sauce llorón. Pero los ojos de ella estaban dilatados, su mente era un caos y su corazón latía con frenesí dentro de su pecho.

—No te haré daño, Isabella —susurró él para tranquilizarla, y se acostó al lado de ella, inclinándose para besarla, ahora con suavidad, casi con reverencia.

Isabella oía a lo lejos los sonidos distantes de los asistentes al baile, sus risas y gritos. Pero dejó de oírlo. Cuando una mano de Zayn se posó sobre su pecho.

—Eres tan bella —murmuró él, y haciendo a un lado el vestido, inclinó la boca hacia un pezón endurecido.

Isabella cerró los ojos y sostuvo la cabeza de Zayn contra su pecho, tratando de aceptar la intensidad de la sensación que se acumulaba en su interior. Brevemente, recordó todo lo sucedido durante los últimos días y, por un segundo, se sintió abrumada de culpabilidad. Ella no estaba enamorada de Zayn.

Un torturado gemido salió de sus labios.

— ¿Qué sucede, cariño? Dime…

— ¡Oh, Zayn! —Isabella abrió los ojos; entonces pudo ver cómo brillaba la pasión en los ojos de Zayn.

La deseaba. No como Jake, que nunca la había besado de ese modo…

Una obsesión. Así es como él llamó a sus sentimientos por ella. Una obsesión… Una insana, indeseada necesidad, contra la cual debía luchar.

No fue eso lo que vio en los ojos de Zayn. Era normal y natural, y bastante bello.

—Dime que me amas —susurró ella—. Eso es todo lo que pido.

Él levantó la cabeza y la miró con asombro.

—Oh, no es necesario que sea en serio. ¡Sólo dilo!

Zayn frunció el entrecejo y por un largo momento, sólo la miró. Pero luego levantó las manos para tomarle el rostro, mientras la miraba con tal ternura, que ella se sintió totalmente destrozada.

—Te amo, Isabella. De verdad, te amo…

—Demuéstramelo —gruñó ella—. Hazme olvidar todo, excepto el aquí… y el ahora…

Me mueroooooooooooooooooo;c

-Alina

Atracción Irresistible♥ |Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora