Atracción Irresistible♥ |Z.M|

Capitulo 20♥

—¡Oh, Dios santo, mamá! —jadeó ella, en voz alta.

Zayn parecía sorprendido.

—¿Qué pasa?

—Olvidé llamarla, avisarle que llegamos bien. Estará muy preocupada, igual que papá.

—¿Preocupados? —su sonrisa tenía una irónica diversión—. ¿Por su muy independiente y sensata hija?

—Que está en camino de ser una madre solterona —fue su graciosa respuesta—¿Eso sobrepasa mi sentido común, verdad? Ahora dime dónde hay un teléfono, Zayn.

Desafortunadamente, Zayn se sentó en uno de los escalones, mientras ella marcaba el número.

—Habla Anabell —contestó su madre, sin aliento.

—Mamá, soy yo.

—¡Oh, Isabella, querida! ¿Por qué no me llamaste anoche? Estaba muy preocupada.

—Estoy bien. Perdona que no te haya llamado antes, pero anoche cuando llegamos estaba tan cansada que fui derecha a la cama. Y esta mañana he estado hablando mucho tiempo con el padre de Zayn.

—¿Oh? ¿Y cómo está el señor Malik? Mejorando, espero.

—Bien, él… pues… me recordó un poco al tío James, unas cuantas semanas después de su ataque.

—¿Quieres decir, poco antes de morir?

—Pues… sí…

—¡Oh, querida! ¡Qué tristeza! Bien, sé agradable con él. Y con Zayn. Es un hombre muy bueno. Tu padre y yo estamos muy impresionados con él.

—Ya me di cuenta.

—¿No crees que él y tú… pues… podrían…? —dejó las palabras a medias—. ¿Casarse?

La pregunta de su madre hizo que el corazón de Isabella diera un vuelco. ¿Por qué no? Si Rebecca no amaba a Zayn, podría haber una oportunidad. Si ella se enamoraba de él, y si él le correspondía…

—Por el momento no, mamá.

—Oh… —había desilusión en su voz.

—Dile a papá que no se preocupe por mí. Sé que él lo hace.

—Ambos nos preocupamos, querida. ¿Sabes cuánto tiempo te quedarás? —ahora su voz sonaba melancólica.

—No puedo decirlo. Te escribiré.

—Yo también te escribiré.

—Sí, por favor hazlo. Adiós, mamá. Cuídate.

—Adiós querida. Gracias por llamar.

Colgó el auricular y caminó hasta el pie de la escalera. Zayn estaba sentado en un escalón, mirándola como un niño perdido. De repente, Isabella pensó en la madre de él. ¿Cómo habría sido? ¿La extrañaría Zayn todavía?

Automáticamente, pensó en su futuro hijo, y una suave sonrisa iluminó su cara. Por primera vez se alegraba de tener al hijo de Zayn. No importaba lo que sucediera, esa parte estaba bien. Muy bien.

—Pareces muy complacida contigo misma —comentó él, mientras se levantaba—. ¿Por algo que yo debiera saber?

—No. Mamá está bien. Papá está bien. Todo está bien.

—Pareces contenta.

— ¿Sí?

—Sí. También estás increíblemente bella…

Los ojos de Isabella se dilataron, cuando él comenzó a descender por la escalera hacia ella.

—No te asustes, Isabella. No voy a atacarte. Sabes, te pareces un poco a mi madre cuando era joven. Con razón le has gustado a papá.