La fuerte luz del lugar donde me encontraba molestaba mis ojos haciendo que quisiera abrirlos o que la luz desapareciera de una vez por todas. Pestañeé irregularmente y determiné que tendría que abrir mis ojos ya que la luz no desaparecería por si sola. Cuando pude abrirlos por un breve momento escuché pasos que se dirigían hacia mí con prisa, y una voz familiar me susurró, "por fin estas despierta!" Inevitablemente abrí mis ojos con más determinación y me encontré frente a frente con Brianna, cuya cara de preocupación y alivio hablaba por si sola.
"Dónde estoy?" dije con voz demasiado ronca, como si hubiera estado sin hablar por mucho tiempo. Esto mando una alarma a mi cerebro he intenté sentarme.
"Despacio, no es bueno que hagas movimientos bruscos." Brianna había notado mi cara de alteración y por tal motivo me dió la información que quería. "Estas en casa de tus padres, no hay de qué preocuparse." Eso mandó otra señal de alarma más fuerte que la primera. Estaba en casa de mis padres, lo cual significaba que Dante había tenido que haberlos conocido. Para empeorar mi estado de ansiedad, no recordaba absolutamente nada de lo que había pasado después de que Dante me rescatara. Incluso pensaba que todo, incluyendo el secuestro, era un sueño, pero el dolor que sentía en todo mi cuerpo me dejaba en claro que no era así.
"Dante..." dije, otra vez con voz ronca.
"Shh" Brianna me instó a que no hablara. "Descansa, luego hablaremos de todo lo que quieras. Voy a decirle a tus padres que ya estas despierta, les dará gusto." Dicho esto, Bri salió de la habitación, que ya empecé a reconocer como mía cuando aun vivía con mis padres.
Mi cabeza dolía y no sabía si era por los golpes que había recibido o por el esfuerzo tan enorme que estaba haciendo en recordar. Lo único que podía llegarme a la mente fue los últimos momentos que estuve con esos tipos y de Dante agarrándome en sus brazos y de... nos besamos! Mi cabeza empezó a dar vueltas con ese recuerdo. Una parte de mi deseaba que fuera un sueño pero otra parte de mi deseaba con fervor que fuera real y que se repitiese. Mi parte coherente me recodó la promesa que me había hecho de que si salía con vida de esta, jamás vería a Dante Rackozy otra vez, pero esa parte de mí no estaba contando con que él sería el que me sacara con vida de allí. Antes de que pudiera seguir torturando mi cerebro con más recuerdos las caras de mis padres se asomaron en la puerta. Mi madre tenía el rostro hinchado y rojo como si apenas hubiera parado de llorar y mi padre, yo no podía descifrar su rostro, estaba muy sereno para ser él, lo cual me hizo pensar que por un momento el creyó que no sobreviviría y esta cara de falsa serenidad era en realidad alivio.
"Maura..." dijo mi madre apenas audible, mientras llegaba en dos pasos a mi lado. Puso sus manos sobre su boca como para tapar sus sollozos.
"Todo está bien. Estoy aquí." Toqué una de sus manos y la acerqué hacia mí para dar énfasis a mis palabras. Ella se lanzó a mi repentinamente y me abrazó fuerte, haciendo que me doliera hasta el último pelo de mi cuerpo. Un quejido escapó mis labios y ella se retiró de inmediato.
"Lo siento..."
"Está bien." Quería que los ojos de todos se dispersaran porque hasta Bri que había entrado a la habitación me miraba como animal en cautiverio. "Cuándo llegue aquí? O más bien cómo?" dije porque la duda me estaba matando. Bri fue la que primero pudo contestar. "Me enteré del accidente que habías tenido. Me notificaron a mi primero y fui a buscarte al hospital. Estabas bastante mal..." la cara de disgusto y tristeza que Bri hizo me dejó saber que 'bastante mal' podría ser casi muerta, y lo puedo creer. Bri retomó la conversación. "En fin, después que estuviste bien para que te dejaran salir, te traje aquí." Bri me dió una media sonrisa, pero mi mente ya estaba pensando miles de cosas, como de qué accidente ella estaba hablando?
"Se que, evidentemente, no estoy en las mejores condiciones, pero a qué accidente te refieres?" dije un poco confusa.
"No lo recuerdas cariño?" mi madre me acarició la mejilla. Y yo definitivamente no me recuerdo haberme accidentado. Lo último que se es que mis heridas habían sido infligidas por manos y no había sido precisamente un 'accidente'.
"Creo que es mejor que ella descanse, no creen?" pregunto Bri un poco agitada mientras se dirigía a mis padres. Yo la miré un poco atónita, en ese momento nuestras miradas chocaron y vi lo alarmada que estaba.
"Creo que quiero descansar un poco, si, "dije mientras miraba a mis padres. Mi madre volvió a acariciar mi mejilla y se retiró de mi lado. Mi padre que para este entonces no había dicho absolutamente nada solo me miró con su mirada profunda entre alivio e impotencia. Tan mal me veía?
Cuando mi habitación se empezó a vaciar, le hice señas a Bri de que no se fuera, ella estaba casi afuera y dió una última mirada hacia donde mis padres estaban y con un suspiro cerró la puerta detrás de ella entrando de lleno.
"Qué está pasando?" le dije sin esperar bien que ella llegara a mi lado.
"Tienes que mantener lo que te pasó en secreto, porque tus padres se morirían si saben en que clase de lío te has metido o matarían al imbécil de Dante Rackozy, cualquiera de las dos no son buenas ideas por más que la segunda me guste."
La cara de Bri estaba seria y yo la miré con total shock. "Sí, yo lo sé todo Maura!" dijo antes de que pudiera preguntar algo.
"Bri..." empecé a decir pero ella levantó su mano derecha y dijo "te lo puedes reservar, eso ya no es importante. Lo importante es que estas viva."
"Bri, Dante me salvó." Dije casi en susurro.
"Te salvo?" ella bufó, "después que te metió la soga al cuello, él es la razón por la cual estabas allí en primer lugar!" los ojos desorbitados de enojo de Bri me dieron escalofríos y de hecho ella tenía toda la razón.
"Pero cómo sabes todo esto?" dije mientras trataba de sentarme mejor, descubriendo que me dolían los brazos y la parte superior de mi torso, más de lo que pensé.
Bri se puso de brazos cruzados y me miró con disgusto, "Él me lo dijo todo, y me refiero a todo. Que estabas trabajando para él, lo peligroso que sus 'socios' son, que él fue quien chocó tu carro!" Bri estaba casi gritando, "Maura, él fue quien te chocó , Dante es peligrosísimo, mira lo que te pasó. Aun no entiendo en que rayos has estado pensando todo este tiempo andando con ese tipo. Y no me vengas a decir que estas enamorada de él, porque ahí si es que voy a perder la poca paciencia que me queda."
Estaba enojada de solo pensar que todo lo que Bri había dicho era verdad. En que rayos he estado pensando todo este tiempo? Estoy enamorada de Dante? Quería yo volver a verlo después de todo lo que había pasado?
Bri me sacó de mis pensamientos, "También me dijo que debía asegurarme que estés alejada de Boston, por lo menos por un tiempo. Él no quiere que lo contactes y aunque así él lo quisiera sobre mi cadáver vuelves a hablar con ese tipo."
"Suena como algo que él diría." Dije como para mí misma. "Necesito saber qué pasó con los tipos que me tenían secuestrada, ellos no se van a dar por vencidos fácilmente. Y esta vez no será a mí a quien querrán."
"De ellos no te tienes que preocupar, y en dado caso eso ya no es asunto tuyo. Déjalo pasar Maura." Dijo Bri con tono de reproche.
"Entiendo que todo el lío con Dante es peligroso, pero lo que no has entendido Bri, es que yo ya estoy metida hasta el fondo." La miré a los ojos y ambas nos sostuvimos miradas enojadas. "Ellos me conocen. No puedo poner a mis padres en peligro. Si ellos me quieren, me encontraran donde sea y ellos me quieren lo sé, porque ellos creen que yo sé demasiadas cosas que Dante no ha revelado a nadie nunca. Lo que ellos no saben, es que yo de verdad no sé nada." Dije esta vez poniendo mi mirada a la ventana que estaba a mi izquierda.
"Estas loca..." Bri movió su cabeza en negación. En el fondo ella sabía que tenia razón y vi como su mirada se torno triste. "Qué piensas hacer?"
"Por ahora solo me queda recuperarme y luego debo seguir mis clases de defensa personal. Tendré que encontrar un nuevo instructor."
Bri me miró con curiosidad, "Clases de defensa personal?"
"Si, es una larga historia. Pensé que dijiste que Dante te había dicho todo." Dije con media sonrisa.
"Aparentemente no todo." Ella aún estaba alterada por toda la conversación pero aun así me dio su medio sonrisa.
Definitivamente no todo.
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El Diamante
RomanceLa vida de Maura Prym no tenía muchas emociones, hasta que conoce al traficante de piedras preciosas más buscado, haciendo que todo diera un giro para ella.