Cap 03.

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Jungkook

— Mañana tienes que venir a primera hora, la reunión empieza a las siete...y ¿Kai?¿Kai?— vaya parece que no hay recepción.

¿Que pasa ahora con este auto?¿Se averió? Lo último que me faltaba. Salí de él y me dispuse a revisar haber que le pasaba, sin embargo un chorro de aceite salió de unas de las mangueras y ensució toda mi ropa. Sin duda era mi día de mala suerte, ¿ahora que hago? Sin señal, sin coche, sucio y en un barrio desconocido, que al parecer no pasa ni el autobús.

— Hola joven, ¿tiene algún problema?— me dice una señora que se me acerca.

— Si, mi auto se averió y no tengo señal ¿tendrá algún teléfono para poder llamar a mi secretario?

— Está de mala suerte, hoy en la tarde el teléfono de la recepción se rompió hasta mañana no lo arreglan— es lo que yo digo, tengo hoy la mala suerte encima.

— ¿Y que puede hacer por mi? Tampoco creo que pase algún bus o taxi, por aquí.

— Pasan pero por el día, ya a estas horas no hay nada en la calle, pero le puedo dar una buena opción— espero y está señora me ayude— Le puedo rentar una habitación, hasta mañana y así podrá descansar, lavarse y temprano podrá encontrar un taxi e ir a casa.

— Creo que no tengo otra opción.

Al entrar a ese lugar tan...modesto, recibí una llave y la señora me llevó hasta la habitación. No me gustaba para ser sincero, al ser dueño de un hotel se me hace más difícil presenciar tan mal aspecto que tiene un lugar como este. Pero bueno, al menos podré lavarme y quitarme esta suciedad.
Entré al baño y me lavé un poco, después salí y no pude evitar gritar al ver una cucaracha enfrente de mi.
No hay cosa a la cual le tenga más asco que a las cucarachas y a los ratones y por esa razón no supe cómo reaccionar. Subí a la cama con uno de mis zapatos en la mano el cual lancé para ver si la podía matar. En ese instante sentí como alguien entró y más detrás unas carcajadas que me sacaron de onda.

— ¿Con que permiso entras?— no podía perder de vista a la cucaracha pero tampoco a esa chica.

— Con el mío— sin hacer mucho esfuerzo le coloca el pie encima a la cucaracha y la mata.— ¿Viste que fácil se mata una cucaracha? Parecías una niña— vuelva a reír.

— ¿Niña?— ella como se atreve— ¿Quién te crees que eres para decirme eso?

— Park RiHa, encantada.— me quedé algo sorprendido por su respuesta— Espero no escuchar más tus gritos, niñita.

— Ey, yo no soy una niñita.

— Mi cuarto está justo al lado, tengo que dormir bien ¿De acuerdo?— luego de eso se marcho.

RiHa
Qué gracioso, un chico con miedo a las cucarachas.  Bueno supongo que es de la alta sociedad, su piel y ropa se veían muy finas, quizás por eso le teme a esos insectos.

Después de aquello no se escucho ni un ruido, yo me quedé dormida y dudo que aquel chico se haya podido dormir.
Desperté al sentir mi alarma y me preparé para irme al trabajo, cuando salí me fijé que la dueña limpiaba el cuarto de al lado, parece que el chico se fue bien temprano.
Tomé el metro y llegué al trabajo justo a tipo para escuchar lo que hablaba el jefe en una pequeña reunión sorpresa, casi ni llego a tiempo.

— Bueno, la fiesta es esta noche y me han dicho que debo de ir acompañado, es decir dos de cada departamento deben de asistir yo y otro compañero entonces, para elegirlo escribí sus nombres en estos papelitos, los revolveré y el nombre que saque será la persona que irá.— explicó de manera bastante rápida— Ahí voy— ojalá no me elija a mi, no iré— Park RiHa.

— ¿Yo?— asintió y mostró el papel.— Jefe ¿puedo cambiar?

— No RiHa, todos quieren ir sí lo hacemos de nuevo sería injusto ¿No crees?— joder, casi me arranco el cabello del fastidio que tenía.

— Eres muy suertuda, todos queríamos ir.— comento SaeRi una de mis compañeras.

— Si se pudiera cambiar, te diera mi puesto, porque no tengo ni la mínima gana de ir— ella abrió su boca, algo sorprendida.

— ¿Estas loca? Es el sueño de todos los empleados, se ve que eres nueva— me da la espalda y se marcha.

Que bien, se me acabó la felicidad, yo que no tengo ni ropa elegante para ese tipo de eventos.
Salí del departamento caminado a lentos pasos, pensando en alguna posibilidad de inventar que me enfermé o que me surgió algo, ¿pero y si después descubren que no fue así y me echan?

— RiHa ¿Adivina?— como siempre mostrando su felicidad con una gran sonrisa.

— Fuistes elegida para ir a la fiesta— trate de sonar emocionada pero no salió.

— ¿Cómo lo supiste?— chilló.

—Solo me lo imaginé — me detuve al lado de una columna y arrecosté mi espalda— Yo también fui elegida.

— Y ¿por qué tan desanimada? deberías estar muy feliz asistirás a una de las fiestas más importantes de la sociedad.

— No tengo ánimos ni ganas de asistir a esa estúpida fiesta, no es mi ambiente— Rosé se cruza de brazos y me fulmina con la mirada.

— Escúchame bien, iremos ambas juntas, al terminar el trabajo nos vamos a mi casa para ponernos lindas ¿Entendiste?— yo hice una mueca.

— No Rosé, tendré que ir a mi casa a buscar ropa y después...

— Somos de la misma talla, te presto algo y listo, así que te espero en la salida, ahora me voy, nos vemos— sonando sus tacones en medio de una carrera se marcha.

Llegan las 5:00pm y nos dan salida. Rosé como dijo me estaba esperando y al verme me tomó del brazo y me jaló a un taxi.

— Ya tengo pensado lo que usaremos, te gustará— ni siquiera me conoce bien y ya me está llevando a su casa para prestarme ropa, eso me da un poco de vergüenza.

Al entrar a su linda casa subimos a su habitación, ella abrió su clóset y de él sacó dos vestidos. Uno azúl y el otro verde. Eran muy bonitos, incluso creí que no iban conmigo

— Te quedará genial el azul, pruébatelo— me lo dio y me señaló donde quedaba el baño.

Al probármelo me sorprendí un poco nunca me había visto con algo así puesto, me sentía diferente.

— Sabía que te quedaría bien, me encanta— sonreía mientras apluadía.— Bien, ahora arreglémonos, faltan pocas horas.

(...)

Ya arregladas, salimos, Rosé luciendo un lindo vestido largo hasta sus tobillo con un espacio que dejaba ver su pierna izquierda, y sus lindas sandalias plateadas, y yo que me quedé con el vestido corto por encima de las rodillas de color azul cielo y de calzado unas ligeras sandalias altas de color negro.

Al llegar al lugar, estuve como veinte minutos en shock. Nunca en mi jodida vida había visto un lugar tan grandioso como este, joder pero ¿Estoy en Corea o en algún otro lugar?
Y estas personas, parecen sacados de una historia de fantasía, estaré en el lugar correcto.

— RiHa, camina— jala de mi Rosé.

— ¿Es...estás segura que es aquí?

— Si, claro, lindo ¿Verdad?

— No me lo creo.

Entramos a la fiesta escuchando los violines sonar. Yo como pobre al fin, no podía dejar de mirar a las chicas con collares de diamantes y vestidos de diseñador, a los chicos con trajes llamativos y guapos como príncipes, mientras más miraba más me preguntabas que hacía alguien como yo aquí.

— ¡RiHa, mira Jimin!— chilló Rosé, sacándome del trance.

— Nunca creí verlo de tan cerca— es un famoso, ni en mis sueños lo iba a ver así de cerca.

— No lo mires mucho es solo mío.

— Entendido.


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¡Hola!
Capítulo editado, espero y haya mejorado un poco de cómo estaba.

Surprisingly in love ➳ ᴊ.ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ ✓ (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora