Capitulo 13

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Aún seguía lloviendo sus cuerpos se encontraban completamente mojados, pero no era algo desagradable, era una sensación diferente como si el agua se estuviera llevando todas sus tristezas, preocupaciones y miedos

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Aún seguía lloviendo sus cuerpos se encontraban completamente mojados, pero no era algo desagradable, era una sensación diferente como si el agua se estuviera llevando todas sus tristezas, preocupaciones y miedos.

—Es increíble — Exclamó por lo alto, para que Alexa le escuchara en aquel aguacero, se paso las manos por la cara y el pelo, para quitar el exceso de agua.

—Si —Gritó Alexa apuñando los ojos cuando escuchó a Joseph.

Estuvieron un tiempo más, bajo el agua, después las gotas de lluvia se volvieron finas apenas perceptibles, la lluvia comenzaba a estamparse. Joseph recordó que debía irse, para recoger a su primo en el aeropuerto, se levantó apoyando las manos sobre el suelo y cuando se encontraba de pie ayudó a que Alexa se pusiera también de pie.

—Me quedaría más tiempo, pero recordé que debo recoger a mi primo, que viene de visitas— Explicó Joseph por aquel repentino acto, mientras sus pies le impedían moverse, no quería irse y eso le sorprendió.

—Es mejor que te des prisa— Dijo Alexa observando cómo las gotas de agua resbalaban con lentitud sobre todo el rostro de Joseph, observó que se daba la vuelta, seguramente ya se marchaba y desvió la mirada a otro lado.

—Alexa—Joseph se había detenido para decirle algo, Alexa lo miro con curiosidad.

—Sí—Contestó lentamente.

—Valió realmente la pena—Fue lo último que dijo, antes de darle la espalda, recogió la mochila que se encontraba bajo la banca y salió corriendo por el lugar.

Alexa sonrió y algo en su corazón se encendió, sin embargo no sintió mariposas en el estómago, la sensación era parecida a estar respirando bajo el agua y tenía miedo de ahogarse.

Giró sobre sus pies y miro una vez más el lugar que después de la lluvia lucía encantado, nuevo y precioso, respiro profundamente antes de irse mientras miraba el cielo con tranquilidad, deseó que su vida se congelara en ese instante, cerró los ojos, después los abrió y caminando a la salida, deseo en lo más profundo de si misma, alejar el tormento que cubría su vida y llegar a descubrir un poco lo que era la felicidad.

Metástasis del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora