Una luz se colaba por sus párpados, abrió los ojos, pero los cerro de inmediato, cuando un golpazo de luz que se filtraba por la ventana, choco contra su vista causándole una especie de vértigo acompañado, con unas intensas pulsaciones a los costados del cráneo, se colocó molesta las manos sobre el rostro, para protegerse los ojos del sol, mientras intentaba desenredar los pies de las sabanas, agito los pies hasta que logro zafarse y levantarse torpemente de la cama, lo hizo tan rápido que al mirar por la ventana tuvo la ilusión de que las nubes se habían escondido, se acercó a la ventana, halo el cordel de las persianas, ese día en Londres el cielo estaba rasó, sin ninguna nube que le hiciera compañía, el sol estaba iluminándolo ya casi todo a excepción de algunos rincones que a esas horas seguían siendo privados de sus rayos cálidos y permanecían tan oscuros como la noche , lanzo un suspiro mientras miraba por unos segundos más la increíble profundidad del cielo, giro la cabeza hasta toparse con su único compañero de las mañanas, su pequeño reloj de mesa, lo tenía desde hace bastante tiempo su padre se lo había dado como regalo de cumpleaños, a decir verdad era lo único útil que su padre le había regalo y quizás el único regalo con valor sentimental que tenía de él, recordaba muy bien lo que su papá le había dicho cuando se lo había obsequiado (tal vez no sea el mejor regalo, pero te será muy útil, el medirá tu tiempo, pero depende de ti enseñarle que no siempre tiene la razón).
Pero qué frase más extraña pensó, si el reloj siempre, mostraba la hora exacta, a menos que estuviera averiado, cómo iba a mostrarle lo contrarío.
En realidad si fue el mejor regalo pensó otra vez, mientras sonreía de manera nostálgica, el reloj era de color rojo encendido, tenía la pintura gastada, con las orillas abolladas por las caídas que había sufrido, pero a pesar de eso nunca había fallado. Miro las manecillas que antes eran más rectas pues ahora habían adquirido una especie de curvas en distintas direcciones, las agujas marcaban las 6:45 a.m Alexa entorno los ojos hacia arriba, se quedó estática durante unos segundos, como hipnotizada esperando que de pronto le viniera a la mente, una voz que le dictara lo que tenía que hacer.
El sonido del viento chocando y deslizándose por las ventanas hizo que reaccionara sacándola del trance.
— Maldición —mascullo por lo bajo, se había dormido y no había escuchado la alarma, se presionó las sienes con los dedos, debía darse prisa.
Se dirigió al baño casi corriendo para ducharse, cuando termino se envolvió el cuerpo con una toalla, mientras su cabello estaba hecho una completa maraña. Se detuvo un rato en el espejo para mirarse tenía pequeñas ojeras bajo los ojos, estaba pálida, su pelo era un desastre, aún seguía teniendo pesadillas y eso que algunas veces le costaba conciliar el sueño por las noches. La melodía de su celular comenzó a sonar esparciéndose por todo el lugar, haciendo difícil el saber de dónde provenía, rodó la cabeza por toda la habitación encontrándose con una pila de libros situada en la esquina izquierda de la cama, se le había olvidado guardarlos, traslado la mirada al piso. Rebusco entre las sabanas de la cama, pero no tuvo suerte de encontrar nada determinada a encontrarlo se puso de rodillas, introdujo la cabeza y la mitad del cuerpo de bajo de la cama, la luz del celular alumbraba la oscuridad al final, estiro la mano para tomarlo, lo alzo sosteniéndolo cuidadosamente para no tirarlo, miro la foto del remitente, se trataba de Joshua su amigo, pego un salto de la sorpresa pero su cabeza rebotó secamente contra la cama, levanto el brazo y se sobó el lugar donde le palpitaba, estaba comenzándose a convencer de que la cama la odiaba, habían planeado encontrase temprano en el instituto para estudiar juntos para un examen que abría ese día pero lo había olvidado por completo, descolgó teniendo el mal presentimiento de que Joshua no estaría para nada feliz.
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Metástasis del corazón.
RomanceDos adolescentes, extraordinarios, golpeados por la vida. Alexa Callen es una chica fuerte y lo peor es que ella aún no lo sabe, intenta ser feliz; pero sus intentos no siempre resultan en grandes logros, ya que nunca se entrega por completo al amor...