Mi Juguete Favorito (RIREN) (LEVIxEREN)

Decisión

hola! dirán: y ese milagro que te dignas a aparecer? disculpen es que me quede sin móvil y no tengo internet ni computadora a la mano ahora mismo estuve haciendo el capitulo en clase pero no se preocupen e estado haciendo esto a la antigua ya llevo gran parte de la historia a mano y les aseguro que esto se esta poniendo bueno. 7u7 bueno sin mas los dejo con este capitulo. se que es corto pero es importante para lo que se viene.

Desperté en una habitación con Mikasa mirándome a un lado de la cama, me dolía el rostro, me senté en la cama y toqué con los dedos donde sentía más dolor, el toque hizo que diera un respingo de dolor.

—lo siento— Mikasa tomro mi mano con las suyas — pero tu seguridad es prioridad para la legión —

En ese instante recordé todo, desde el momento es que casi matan a Armin, cuando casi muero al pensar que Levi iba a morir, hasta que todo se apago debido al golpe de Mikasa.

Fruncí el ceño, estaba enojado, alejé mi mano de las suyas, no quería ni siquiera tocarla.

—vete —

Me vio confundida y sorprendida.

—E-Eren—

— ¡no digas mi nombre! Ni siquiera me mires, no quiero tener nada que ver contigo, vete y dejáme solo—

¿Cómo se atrevía a dirigirme la palabra después de lo que había hecho? La odiaba.

— ... Eren— quiso volver a tomar mi mano pero la aleje.

— vete — dije frio, para luego desviar mi rostro sin mirarla.

Pasaron unos segundos cuando de pronto vi como se levanto y se fue en silencio.

No podía perdonar que ella lo haya dejado ahí, él había salvado a tantos y solo necesitaba ayuda para poder salir de allí.

El solo pensar que él estaba muerto me abrumaba, no podía ser posible que él estuviera muerto, no podía con eso.

Me quedé un momento en silencio, pero no aguante más, empecé a llorar sin importarme si alguien me escucharía, no podía aceptarlo, él no estaba muerto, él no podía morir!

Mis manos apretaban fuertemente las sabanas, sentía las gotas humeder mis manos. No podía ser cierto, no podía aceptarlo!

— c-cap... capitán... — mis sollozos eran demasiado para poder hablar.

...

12 horas antes:

Había acabado con todos esos titanes, estuvo a punto de perder el conocimiento del cansancio justo cuando el ultimo titán que quedaba lo había tomado en sus manos, sus hojas estaban desgastadas y seguramente solo podrían cortar carne una vez más, su gas estaba a punto de acabarse, no supo que fue lo qué hizo que pudiera reaccionar y acabar al fin con ese titan, pero lo hizo, acabo con el ultimo de tantos y cuando al fin toco el suelo cayo de rodillas, ni él podía creer como su cuerpo había aguantado tanto, estaba anocheciendo y su respiración estaba agitada, estuvo así unos momentos mirando el cielo mientras trataba de recuperarse.

Luego sólo se levantó y empezó a correr en dirección del bosque de árboles gigantes. Estaba hecho un asco, el sudor hacia que su camisa se pegara a su espalda, aún había sangre en su cara, no sabía si era de él o de un asqueroso titán, no se agradaba nada a sí mismo, su estado era lamentable, pero eso ahora no le importaba, lo único que atraía su atención era encontrar el bosque de árboles gigantes antes que nada.