¿Celos?

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La cadera de Sasuke no paraba de restregarse en las de Hinata, mientras que sus manos masajeaban de manera tosca los glúteos del mismo.

Sus respiraciones se encontraban alteradas y sus labios no paraban de moverse en la boca del otro.

Si bien habían acordado ir lento como una pareja normal, siempre que se veían, terminaban ambos con una erección. La atracción era demasiada para quedarse quieto —Según Sasuke— por lo cual, terminaban con los labios hinchados, marcas rojizas en el blanco cuello del Hyuga y los cabellos despeinados.

–¡Sasuke...!–Soltó en un suspiro el ojiperla al momento en que el azabache desendio a su cuello, mordiendo el chupeton que anteriormente había hecho. De un momento a otro, el más alto lo cargo para depositarlo en la mesa, donde lo tenia acorralado. Hinata enredo sus brazos en el cuello de Sasuke para acercarlo más a su cuerpo, haciendo soltar un pequeño gruñido al Uchiha, ya que sus erecciones se rozaron de nuevo.

–¡Maldicion Hinata!–Ataco de nuevo los labios del peliazul, haciendo que este ahogara un gemido. Mordió el labio inferior para adentrar su lengua a la cavidad bocal de su novio.

Le encantaba llamarlo así, saber que esta vez si era totalmente suyo, que eran una pareja.

Si, se estaba volviendo un cursi de lo peor.

Exploro toda la cavidad del Hyuga, jugo con su lengua, incluso llego a mordela y succionarla, no le daba tregua alguna, se había vuelto adicto, no podía pasar un sólo día en que no muriera por comerle la boca a su chico. Además sabia que eso le gustaba, ya que cuando Hinata empezaba a perder la cordura, le daba por tirar de los cabellos azabaches, buscando más acercamiento —Si eso era posible— con Sasuke, justo como lo hacia en ese momento.

–¡Sasu...! ¡Ah!–Sasuke clavo sus dientes en las mejillas del ojiperla, para pasar a besar la unión de su cuello y hombro haciendo que se sobresaltara. Alzo un poco la camisa de Hinata y adentro sus frías manos, sintiendo como la piel de este se herizaba por su tacto. Moría por cogerlo.

–Es... Espera...

Como si estas fueran palabras mágicas, Sasuke volvió a besar a Hinata, pero esta vez de manera tierna, tratando de disfrutar el tenerlo en sus brazos.

–L-lo siento.–Soltó el pequeño al momento de que el otro dejo de besarlo, para atraparlo en un fuerte abrazo.

–No te preocupes, ya me estoy acostumbrado a las duchas con agua helada.

No era la primera vez que paraban de la nada. Sasuke quería hacerlo suyo, pero Hinata aun dudaba. Así que, haciendo gala de su autocontrol —Y cariño, por que no encontraba otra explicación más lógica para no violarlo— El ojinegro paraba todas y cada una de sus intenciones pervertidas hacia el Hyuga al instante.

Pero esto tenia una recompensa, por supuesto. Además de ganarse cada vez más la confianza de su pareja, también resivia una hermosa sonrisa de su parte... ¿Quien imaginaria al frío Sasuke Uchiha con pensamiento jodidamente cursis? Exacto, nadie.

–G-gracias p-por entender... Sasuke-kun.

Una pequeña sonrisa se formo en el rostro del pelinegro. "Sasuke-kun" admitía que muchas se tomaban el atrevimiento de ponerle ese mote cariñoso, sin embargo al escucharlo de su hermoso chico, era algo que le encantaba y no por que fuera un puto cursi, sino que que la voz de Hinata parecía ser hecha por los dioses. Dulce, tierna, calmada, perfecta. Tan perfecta que podría escucharla todo el maldito día... A quien engañaba, también estaba enamorado hasta los huesos de ese pequeño mocoso, tanto que incluso si lo viera disfrazado de un ridículo dinosaurio, con alas y ojos deformes, con un eslogan en el pecho "Soy gay y no necesito tu aprobación" pintado de arcoiris, a sus ojos seria lo más tierno que haya visto en su vida. Aunque seamos sinceros, eso seria lo mas vergonzoso y por que no, estúpido.

Novios... Por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora